El despertar de Alto del Carmen: la sorprendente Atacama y la apuesta por el turismo de intereses especiales

Es una soleada mañana y nosotros vamos subiendo desde Alto del Carmen hasta El Tránsito. Con Steff hicimos la reserva con una semana de anticipación, pues por estos días casi ni para en su local de turismo aventura, ubicado en El Arenal Bajo camino a Junta Valeriano.

El serpenteante camino nos anticipa que será un gran día. Y es que entre laderas de cerros llenos de colores y con el río Tránsito a los pies, jóvenes parronales dan un verdor único al paisaje colgando desde las quebradas.

Es la Ruta de Los Naturales, llamada así porque hasta hoy aún permanecen intactas las tradiciones anteriores a la conquista española. Un pueblo diaguita que está más vivo que nunca y que se niega a olvidar su esencia. Bien lo sabe esta alemana que se aventuró a formar este emprendimiento turístico donde uno de sus principales valores es que su esposo, quien practica la orfebrería como oficio, pertenece a este pueblo originario del norte de Chile.

Tras pasar por pequeños poblados llenos de luz y tradiciones, dimos con la bifurcación que nos llevaría a El Arenal. Ahí al fin encontramos el local de Indian Valley Explorer (www.ivechile.com) donde Steff ya nos esperaba para nuestra nueva hazaña que comenzaría la madrugada del día siguiente.

En Indian Valley ofrecen varios tipos de tours donde destacan los descensos en bicicleta por el valle, recorridos por Huasco Bajo, así como también la posibilidad de visitar el hermoso poblado de Pinte y su fascinante Museo Paleontológico. Como debíamos esperar para partir salimos a dar una vuelta en bicicleta junto a otros turistas que andaban por el sector.

Tras alojar en una localidad llamada Chanchoquin, nos levantamos siendo aún de noche, dejamos nuestra camioneta y nos preparamos para la aventura. Steff nos entregó los implementos para el viaje y nos dio algunas instrucciones, indicándonos que existen sectores restringidos por temas de seguridad, además del cuidado que debíamos tener para protegernos del sol.

Muy aperados de agua, fruta y algunos snack partimos con nuestros bastones y la curiosidad de poder conocer un lugar que ya desde el comienzo se nos anticipó que sería impresionante.

El tour de trekking entre Pinte y San Félix es uno de los favoritos de los turistas extranjeros. Por lo mismo es muy importante saber que en Indian Valley Explorer se encontrarán con una guía que domina el alemán, el inglés y lógicamente el español. Steff creció cerca de Los Alpes y según nos relata, su padre la sacaba frecuentemente a caminar por esas majestuosas montañas cuando era solo una niña. Estábamos frente a toda una experta.

Llegamos al pequeño poblado de Pinte, tras pasar por una quebrada donde los cerros se tiñen de colores y las piedras adoptan formas humanas. Pinte es más bien un caserío, el que colinda con un parque donde se encuentra fósiles marinos. Al costado izquierdo, ya en el centro, una pequeña plaza con árboles frutales es un punto de encuentro vecinal.

En una esquina se encuentra la iglesia que es testigo del pasar del tiempo. Data del 1900 y donde según nos relataron, hay misa una vez al año. El río nos sorprende con su caudal y de repente aparece una estatua de madera. Nos dicen que representa al Gigante de Pinte, un joven que vivió en el lugar en la década del 50’ y que llegó a medir 2,40 metros de altura. Un mítico personaje que murió joven pero que hoy es recordado con ese monumento.

Pasamos por el Museo donde Gavito, un hombre muy conocedor de la historia del lugar, quien el día anterior – cuando fuimos en bicicleta- nos hizo un tour mostrándonos las piezas y la historia de cada una de ellas, enlazando con los cuentos y leyendas de la zona.

Así comenzamos nuestro caminar por el Sendero de Chile.  Nos adentramos en el parque de fósiles para seguir bordeando la ladera de la montaña. Con el objetivo de llevar la carga donde iban nuestras camas (sacos de dormir) comida para los dos días y otros implementos, un arriero con su burro marcharon con el grupo. Junto a él y sus fascinantes historias fuimos descubriendo un mundo suspendido en el tiempo. Pudimos observar paisajes únicos donde el sol fue nuestro principal compañero de viaje.

Seguimos antiguas huellas que fueron dejadas por los ancestros Incas, Diaguitas y Molles. Nuestra guía nos cuenta que ese sector también perteneció al Camino del Inca (Qhapaq Ñan) pero que aún no está reconocido oficialmente por la UNESCO, como sí otros tramos.

Poco a poco el paisaje comienza a cambiar y ya con unas cuantas horas de caminata llegamos a una sierra llamada Tatul, que es la que une este valle con San Félix. Durante el trayecto nos encontramos con refugios de cabreros, donde cogimos un poco de sombra y pudimos apreciar la vida de estos verdaderos trashumantes que aún mantienen la tradición de vivir junto a sus animales y hacer en el mismo lugar el queso de cabra.

Otro de los atractivos que encontramos fue una antigua mina de oro llamada Paculito, donde quedan vestigios de lo que fue la explotación minera siglos atrás.

Paisajes, quebradas, montañas rocosas, llanos y ojos de agua marcaron nuestro viaje. El tour de trekking es de dos días por lo que por la noche acampamos en un sector llamado Vega Redonda, que Steff conoce muy bien. Así, con un cielo estrellado que parecía caer sobre nosotros, pudimos ver su transparencia y pureza.

El amanecer junto a las montañas y solo escuchando el ruido de cabras, pájaros y el viento, es alucinante. Sin duda es una experiencia  sobrecogedora  despertar con ese paisaje.

El punto más alto es de casi tres mil metros de altura, por lo que la mañana es bastante fresca.

Comenzamos a descender levemente por un camino muy suave y agradable. Tras cocinar, nos dimos un pequeño banquete. De repente y ya en la tarde aparece frente a nosotros la majestuosidad del valle de San Félix. El camino se torna un poco más brusco por lo que es necesario siempre seguir las instrucciones de nuestra guía. El paisaje sigue marcado por ojos de agua y vegetación nativa.

Llegamos a un sector conocido como Corral de Leones, con corrales gigantes hechos con piedras (pircas) donde aún, en ciertas épocas del año, llegan los trashumantes con su ganado caprino. También conocimos Damasco Seco, y encontramos más cabreros, sauces, y por supuesto, un viejo damasco seco que quedó para el recuerdo.

Así, tras recorrer más de 40 kilómetros llegamos al punto más alto de todos, donde esta vez se ve, en mucho más que 180 grados, el valle de San Félix. Por un zigzagueante sendero seguimos avanzando hasta por fin encontrarnos con el pueblo. Pasamos un antiguo cementerio para llegar a la plaza con sus pimientos e iglesia centenaria.

Nos tomamos un descanso y luego fueron por nosotros. Este viaje fue una experiencia maravillosa que recomiendo de todas maneras a quienes aman encontrase con la naturaleza y experimentar el turismo de bienestar.

Steff nos contó que la próxima salida segura será la última semana de enero y ya está trabajando en esa reserva. El tour Senderos de Chile es preparado con mucha anticipación ya que además de llevar todos los insumos y alimentación, es necesario una logística muy bien pensada para evitar contratiempos o accidentes en el camino. .

Algunos tips:

Si bien al comienzo la ruta está señalizada como Senderos de Chile, se recomienda hacerlo con tour guiado e Indian Valle Explorer se encuentra registrada en Sernatur y cuenta con su formalización como tour operador al día. Sus datos y de otros servicios turísticos registrados pueden encontrarse en el Buscador de Servicios Turísticos en www.sernatur.cl y www.chileestuyo.cl

Se debe tener en cuenta que en la zona la radiación ultravioleta es muy alta por lo que se hace imprescindible llevar bloqueador y ropa adecuada para trekking.

La salida es a las seis de la mañana y el regreso por San Félix al caer la tarde del segundo día por lo que se debe ir con tiempo y sabiendo que el viaje dura dos jornadas completas.

La próxima salida es el 30 de enero (fecha estimada) por lo que puedes contactar a Steff a través de su página web wwww.ivechile.com.