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Deportista ecuestre sueña con clasificar a los Parapanamericanos de 2023 Inclusión

Deportista ecuestre sueña con clasificar a los Parapanamericanos de 2023

El joven realiza “equitación adaptada” tras acercarse a los caballos como terapia de rehabilitación tras accidente.


Cristóbal Cádiz, de 35 años sufre una paraplejia desde los 18 años luego de practicar descenso en bicicleta.

Pese a esa situación de discapacidad, la equitación se ha transformado en su gran pasión. “Cuando partí en esto, tomé clases de equinoterapia. Mi estabilidad arriba del caballo era nula”, comenta este deportista que entrena en el Centro Ecuestre Meraki de Paine.

El joven realiza “equitación adaptada” bajo la modalidad ecuestre de “paradoma clásica”. Estas prácticas, se han visto realzadas con las clases de equinoterapia, donde ha podido aprender a manejar y guiar al caballo. Al mismo tiempo, ha logrado alcanzar un mayor control motor tras su lesión.

Y ahora, podrá reforzar aún más sus entrenamientos tras la ayuda que le brindó la Municipalidad de La Florida, a través de la Corporación del Deporte que le entregó un chaleco airbag, de última tecnología para otorgarle seguridad arriba del caballo.

«Si te caes, se activa y me protege la columna, los órganos internos y los hombros”, explica.

“Lo primordial es me brinda seguridad arriba del caballo. Puedo entrenar enfocado en lograr más cosas y en el objetivo en cuanto al control del caballo y a la disciplina en general”, agrega.

De acuerdo con lo que expresa la alcaldesa (s) de la Municipalidad de La Florida, Janett Fernández, la ayuda otorgada se enmarca en “los programas que están instalados en el municipio, sobre todo los que se vinculan a la discapacidad y el deporte. Aparte de reconocer a deportistas destacados, también impulsamos estas instancias que van en la línea de ayudar a las personas en su terapia y rehabilitación”.

Sueño panamericano

Por ahora, en medio de las alzas de contagios en la Región Metropolitana por covid-19, el deportista está viendo opciones para poder entrenar. Aunque, aclara, “donde entreno o me ejercito, hay mucho resguardo. Poco contacto”.

Eso sí, el centro ecuestre donde entrena, le otorgó una beca. “Yo allá entreno gratis y, los demás gastos de implementos, me los costeo yo”.

Pronto se va a preparar para competir en un torneo nacional y, el 2023, espera clasificar a los Panamericanos que se desarrollarán en Santiago. Los campeonatos locales, permiten la opción de acceder al magno evento regional.

“Mi sueño es traer una medalla a Chile y representar al país. Somos pocos los jinetes con situación de discapacidad”, señala.

“Ojalá más gente se motive con este deporte. Se debe fortalecer la equitación”, agrega Cádiz, quien hace hincapié en la trayectoria del jinete, Alberto Larraguibel, villa homónima de La Florida donde el vive. “Es una gran coincidencia, justo vivir en un lugar cuyo nombre es la de un exrepresentante de la equitación mundial”, sostiene.

En la ciudad de Viña del Mar, el 5 de febrero de 1949, junto con su caballo Huaso, Larraguibel saltó 2,47 metros. Después de numerosos intentos, y esta marca aún no ha sido batida

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