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El plástico trimestral: la contaminación ambiental del cepillo dental (y cómo evitarla con su alternativa sustentable) Sustentabilidad

El plástico trimestral: la contaminación ambiental del cepillo dental (y cómo evitarla con su alternativa sustentable)

El utensilio de plástico tiene como principal alternativa sustentable al cepillo de bambú. El primero tiene un proceso de descomposición que oscila entre los 400 y mil años, mientras que el segundo se degrada entre uno a tres años.


Según un estudio Greenpeace, para el 2050 en los océanos habrá más plástico que peces. Se estima que el 1% de ese material proviene de un utensilio de aseo indispensable para la rutina diaria: el cepillo de dientes. Por lo mismo, han emergido alternativas como el cepillo de bambú, cuya degradación es ostensiblemente más corta que el plástico.

Una de las mayores problemáticas con el plástico es su extendido proceso de descomposición. Los cepillos de dientes convencionales tardan entre 400 a mil años en degradarse. “Además, nunca desaparecen al 100%, sino que se transforman en microplásticos que terminan en nuestros océanos, afectando la fauna y flora marina”, señaló la gerente de Mercado Birus, Camila Siles, a El Mostrador.

Su uso recurrente tampoco ayuda a solventar el problema. Los dentistas recomiendan cambiar el utensilio cada 3 o 4 meses. Es decir, solo en Chile se botarían alrededor de 72 millones de cepillos dentales al año.

“El impacto negativo de los cepillos no sólo está en su disposición final, ya que los materiales de los cuales están hechos muchas veces provienen del petróleo, una industria altamente contaminante”, indicó Siles.

La alternativa de bambú

El mango de los cepillos de bambú están elaborados de, precisamente, ese tipo de planta. A diferencia de la producción contaminante de los utensilios de origen plástico, el empleo de bambú para hacer cepillos resulta más sencilla, efectiva y amigable con el medio ambiente. La planta, originaria de la India, crece rápidamente y sin mayores cuidados.

Las cerdas o filamentos del utensilio de bambú pueden estar hechas de distinto tipo de materiales, dependiendo de la marca. El cepillo de Bio Brush, por ejemplo, está elaborado de nylon tipo 4, que es reciclable. El de Brush With Bamboo, por su parte, está hecho a partir de una base de 100% de plantas.

El proceso de degradación de un cepillo de bambú oscila entre uno a tres años. “A diferencia de los de plástico, se descompone en un 100%, volviendo a la tierra”, mencionó la ejecutiva. En caso de querer compostar este tipo de utensilio, se debe separar el mango de las cerdas, si es que estas son de nylon. De este modo, el mango se composta y los filamentos se reciclan.

El uso de los cepillos de bambú ha un tenido despunte algo tímido en el país. “Falta harto para que sea algo masivo”, señaló Siles. Pero no desestima su crecimiento. “Hace tres años yo no los conocía, hoy son los únicos que uso. Además ya hay varias marcas que los comercializan y eso dice que la gente los está prefiriendo. Incluso hay centros odontológicos que los están recomendando”.

“Lo importante es que las marcas sean responsables y no vendan cualquier tipo de cepillo. Si es que son de bambú pero no se pueden reciclar o compostar que sean claros y transparentes, para no confundir a la gente”, concluyó Siles.

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