Según el político, los habitantes de la región no depositan su confianza en el gobierno central. “Hay un centralismo tremendo”, arguyó.
Más de 1600 kilómetros separan Aysén de Santiago. Y las distancias se notan. Conectividad, costo de vida elevado, infraestructura de salud, son solo algunos aspectos de los que los ayseninos adolecen por la centralización del país.
El 2012 la región se movilizó para medrar sus condiciones, cuya negociación con el primer gobierno de Piñera terminó con resultados poco fructíferos para la población. “Tiene un potencial tremendo”, dijo el ministro de Agricultura, Antonio Walker, al diario La Segunda refiriéndose a Aysén. Walker conocía la zona desde niño por lo negocios que hizo su padre con la mina El Toqui, ubicado en Puerto Sánchez, en las cercanías del lago General Carrera.
“Me da pena que los ayseninos no confíen en el gobierno central del país”, mencionó el líder de la cartera. Algo de no extrañar viendo los antecedentes de la movilización social de la región en el 2012.
Walker también apuntó a la disposición estructural de Chile, donde no se potencia el desarrollo regional en detrimento de la capital. “Hay un centralismo tremendo. Y se olvida que la agricultura es la herramienta más potente que tenemos para descentralizar”.
“En la medida en que la agricultura se fortalezca, las regiones van a tener más autonomía y empleo. Y lo que más me interesa es fortalecer la agricultura familiar campesina, que es el 92% de la agricultura en Chile”, aseguró el ministro.
Sobre la donación de los parques Patagonia y Pumalin por parte de la fundación Thompinks al Estado, Walker dijo que “es algo que nunca ha sucedido en la historia. Además, el nivel de perfeccionismo que tienen los parques, los senderos, la infraestructura es totalmente inédito para el país”.
Actualmente Coyhaique, la capital regional de Aysén, está pasando por episodios de contaminación por su dependencia de la calefacción a leña. Las políticas de Estado no han puesto acento en una renovación regional de los sistemas de calefacción ante las olas de frío que la zona enfrenta a mediados de año.
