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Ayuno para bajar de peso: ¿es recomendable? Salud

Ayuno para bajar de peso: ¿es recomendable?

El ayuno es una práctica muy antigua y si bien no genera grandes consecuencias para la salud si se hace de manera vigilada, puede provocar pérdida de masa muscular, cefaleas e incluso irritabilidad.


Cada vez es más común que famoso cuenten en sus redes sociales que están realizando una desintoxicación consistente en hacer un ayuno de agua por 11 días y tres días de realimentación. Esto ha generado preocupación entre sus seguidores, pero también ha suscitado gran interés para quienes quieren seguir esta práctica.

Pero es necesario considerar los pros y contras del ayuno. Paula Klein, nutrióloga de la Clínica Klein, sostuvo que el ayuno no es la mejor manera para bajar de peso, prácticamente porque al ayunar no se cambian los hábitos y en el corto plazo es fácil subir todos los kilos perdidos.

Respecto al tiempo que una persona puede hacer ayuno es variable porque depende de muchos factores, tales como la masa grasa, la masa magra (muscular) y el estado de salud que tenga la persona antes de comenzar el ayuno.

Según explica la doctora, «hemos visto que las personas que hacen huelgas de hambre pueden mantenerse varios meses ingiriendo líquido, pero en general los estudios realizados a mediados del siglo XX, hablan de 40 días sin mayores riesgos. Lo importante es mantener un monitoreo permanente para manejar los electrolitos (sodio, potasio, etc.), cuyo mal manejo son los que conllevan riesgos cardíacos y otros efectos adversos más importantes».

Ayuno y baja de peso

El ayuno no se recomienda para bajar de peso, básicamente porque el objetivo final no es solo pesar menos, sino que mantener los kilos perdidos. Si uno realiza un ayuno por varios días, finalmente va a quemar grasa, que es la primera fuente de energía cuando no le estamos dando el suficiente alimento. Pero al mismo tiempo se pueden utilizar proteínas y si se extiende por demasiado tiempo vamos a empezar a comernos nuestros propios músculos.

El problema más importante, si se ve como un método para bajar de peso, es que al no cambiar los hábitos, lo mismo que hizo subir de peso antes va a hacer subir de peso después.

Otros efectos adversos molestos, pero no graves, tienen que ver con problemas de electrolitos como cefaleas (dolores de cabeza), dolores musculares o irritabilidad (mal humor).

Además, hay que tener en cuenta que al principio se pierde agua, proteínas, y grasa. de hecho, casi la mitad del peso perdido es grasa y hasta un 10% es de proteína.

«Uno está sano hasta que ya no lo está y muchas veces uno tiene problemas de salud que desconoce y si es que no hay suficientes electrolitos en los líquidos que uno toma en estos días de ayuno, puede haber problemas de conducción cardiaca (arritmias), se puede tender al desmayo, tampoco se puede hacer actividad física intensa, porque se produce pérdida de musculatura y finalmente eso es muy difícil de volver a formar», afirma Klein.

Según la doctora, no hay ayunos ni dietas milagrosos, que garanticen una baja de peso que perdure en el tiempo. Todo parte por cambiar los hábitos y llevar una vida sana, equilibrada con alimentación y deporte.

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