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Buscan paliar efectos del cambio climático en la producción del pisco chileno Gastronomía

Buscan paliar efectos del cambio climático en la producción del pisco chileno

Con exportaciones sobre los 3 millones de dólares anueales, la protección y correcta producción del destilado se hace cada día más esencial, así como el cuidado de la uva pisquera.


El pisco se ha transformado en un producto de exportación relevante para Chile y, por esta razón, científicos desarrollaron tecnologías para prevenir los embates del cambio climático en su materia prima, la uva pisquera.

Los expertos del Centro Regional de Estudios Agronómicos de la Universidad de Chile estudian hace años los valles de la región de Coquimbo con la misión de hacer más eficiente el uso de agua de riego en la elaboración del pisco por parte de los productores de la Cooperativa Capel.

“Estamos trabajando en un proyecto que busca, principalmente, optimizar el uso de agua de riego para poder tener una mejor expectativa en lo que es el cultivo, su longevidad y manejo y, por ende, su rendimiento”, explicó el académico de la Universidad de Chile, Óscar Seguel.

Mercado creciente

Según datos de Prochile, organismo que promueve la oferta exportable de bienes y servicios, en 2017 las exportaciones de pisco al mundo alcanzaron más de 3 millones de dólares, superando las cifras obtenidas anteriormente.

Los cinco destinos principales fueron Estados Unidos, Argentina, España, Alemania y Canadá.

Por este motivo, la protección y correcta producción del destilado se hace cada día más esencial, así como el cuidado de su materia prima: la uva pisquera, que se cultiva en las regiones de Atacama y Coquimbo, en el norte del país.

El principal objetivo es preparar a los agricultores para una eventual escasez hídrica como la que azotó, entre 2007 y 2014, a la zona norte de Chile, que afectó drásticamente las cosechas y dejó sin su principal sustento económico a miles de habitantes.

Uso de tecnología

El ingeniero agrónomo Rolando Saavedra, quien trabaja directamente con los productores, aseguró que su meta es instalar un equipo tecnológico “con capacidad telemétrica” no vista en la zona, que pueda ser utilizado por los propios agricultores, quienes luego serán asesorados de manera remota.

En la zona ya se instalaron sondas FDR, un sensor que registra el contenido de agua del suelo en forma continua. “Con estos datos los productores pueden saber si está pasado, si está bien o si está bajo el nivel óptimo”, añadió Saavedra.

El director del proyecto, Rodrigo Callejas, precisó que iniciaron este trabajo hace más de cinco años, primero en el Valle del Limarí, cuando la sequía alcanzó su periodo más crítico y actualmente acompañan a los productores del Valle del Choapa; ambas zonas de gran relevancia agrícola para el país.

Callejas valoró las iniciativas que signifiquen el ahorro de agua de las comunidades norteñas, debido a que se emplazan “en una zona que sufrió mucho durante la sequía, por lo que es necesario invitar a los productores y autoridades a no bajar la guardia o engañarse con que la escasez de agua terminó”.

Según los expertos, todos estos esfuerzos son importantes para que los efectos del cambio climático no perjudiquen la producción del pisco, uno de los brebajes más bebidos en Chile y que representa a la nación austral en todo el planeta.

Uno de los productores del Choapa, Pablo Aracena, aseguró que la nueva forma de trabajo implementada por los científicos ha generado “un cambio sorprendente” en la cosecha, debido a que la extracción de uva pisquera alcanzó en el último tiempo las 53 toneladas por hectárea, cuando antes “no era ni la mitad”.

Además, se potencia la incorporación del pisco chileno al sello de origen otorgado por el Instituto de Propiedad Industrial como un “hito” en el ámbito nacional e internacional.

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