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Uno de los desafíos del país es hacer que las pymes se incorporen al comercio electrónico, pues el 90% de ellas tiene presencia en internet, pero solo el 21% realiza ventas virtuales.
Más de 25 expositores nacionales y extranjeros congregó el eCommerce Innovation Summit, evento organizado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), para discutir sobre innovación, nuevas tecnologías y las tendencias del comercio electrónico a nivel global, regional y local.
El subsecretario de Economía, Ignacio Guerrero, y el presidente de la CCS, Peter Hill, destacaron el exitoso cierre del Cybermonday, en el cual se registró un aumento de 23% en las ventas en relación al año pasado, con una transacción de 233 millones de dólares, según cifras preliminares.
Guerrero afirmó que “debemos crear las condiciones para que Chile pueda insertarse en la cuarta revolución industrial y digital, ya que nuestra economía adquirirá mayor productividad y mejor calidad de vida”. En ese sentido, afirmó que uno de los desafíos del Gobierno es hacer que las pymes se incorporen al comercio electrónico, pues el 90% de ellas tiene presencia en internet, pero solo el 21% realiza ventas virtuales.
Por su parte, Hill recordó que el e-commerce a nivel mundial involucra un negocio de tres trillones de dólares al año y agregó que “el comercio electrónico es la respuesta a uno de los grandes problemas futuros de nuestra sociedad, que es la empleabilidad. El comercio electrónico no solo ha aportado nuevas profesiones, si no que permite a cualquier persona ofrecer sus productos o servicios vía internet, sin tener que contar para ello con una infraestructura compleja”.
El impacto del comercio electrónico en la infraestructura urbana de Santiago fue uno de los retos que abordó Julio Villalobos, miembro del comité directivo del programa Sé Santiago Smart City de Corfo y director del Centro de Transporte y Logística de la Unab.
Para él, uno de los principales retos del e-commerce en Chile es hacer más eficiente y sustentable la cadena logística existente tras la entrega de los productos. La logística urbana, a juicio del académico, ha estado invisibilizada en la planificación del urbanismo de las ciudades. El desarrollo de las ciudades generalmente tiene que ver con la movilidad de personas, con metros cuadrados de áreas verdes y con densidad poblacional, pero “pareciera que las ciudades no quisieran ser abastecidas”, señala.
Villalobos indicó que las tecnologías de la información han generado nuevos modelos de negocios, hay una tendencia al consumo generalizado, que junto a la explosión demográfica, el envejecimiento de la población y la urbanización han producido una presión sobre los recursos naturales y la ciudad. “El 33 por ciento de la energía en el país la consume el sector transporte y el 23 por ciento de la generación de los gases invernaderos provienen de este sector. Entonces nos encontramos con estos nuevos modelos de negocios que para entregar los productos a los clientes se sostienen en un proceso de distribución muy agresivo sobre el medio ambiente”.
El experto aseguró que hay una dicotomía que no se ha resuelto. Por un lado, como consumidor se quiere que la entrega de un producto sea instantánea, a la hora deseada y en el lugar requerido, pero como ciudadano quiero vivir en un ambiente limpio y descongestionado.
“El principal desafío es entender el sistema de distribución de la carga urbana, para hacer un uso más eficiente de la infraestructura de la ciudad. Y eso se da través de la integración tecnológica y en poner la inteligencia que hay en nuestro país para comprender este fenómeno y explorar y buscar soluciones eficientes y sustentables”, concluye Villalobos.
