Tecnología
A quién no le ha pasado que en el momento menos oportuno, ver como se apaga el equipo lentamente. Generalmente se atribuye a un olvido de carga por parte del usuario, pero no siempre es así, ya que muchas veces se debe a una manipulación errónea.
Si bien es cierto, tendemos a pensar que cuando la batería de un móvil llega a su fin se debe a la poca rigurosidad al momento de su carga, surgen otras variables a tener en cuenta, como golpes, caídas y temperaturas.
Luis Alarcón, jefe de ecommerce de Mall Connection, detalla cómo el frío o calor repercute en la batería de un teléfono móvil, explicando que tienen relevancia en ese ámbito.
“Ambos son factores que alteran el correcto funcionamiento, tanto temperaturas altas como bajas. En este sentido es importante no exponerlas a condiciones climáticas extremas”, señala Luis Alarcón.
“Si se utiliza un celular en un ambiente de -5 grados, la autonomía de ella puede disminuir hasta en un 20%”, ejemplifica el ejecutivo.
La pantalla encendida, GPS, wifi y bluetooth, son de las aplicaciones que más consumen, por lo que para una larga duración, es importante estar pendientes de cuáles se están ocupando.
Alarcón puntualiza que no es lo mismo que la pantalla esté bloqueada o apagada. “Diversos modelos de celulares tienen la función automática, sin embargo, sigue activa con notificaciones y distintos widgets, con información que en definitiva consume batería”, explica.
“Si ocupas aplicaciones que acceden a tu ubicación, deberás activar el GPS e incluso hasta el wifi. Esto produce un alto consumo de la batería y el drenaje de su carga de forma mucho más rápida”, complementa.
