Publicidad
La complicada reunión política de Guillier en la casa de Sergio Bitar

La complicada reunión política de Guillier en la casa de Sergio Bitar

Dicen que el objetivo central era trazar un “plan estratégico para la primera vuelta”, pero que más allá de obviedades como la necesidad de comenzar a acercar posiciones con la DC y el Frente Amplio con miras al balotage, no se profundizó mucho. La exposición inicial la hizo Guillier, de la cual llamó la atención –coincidieron muchos de los presentes- la falta absoluta de “autocrítica” ante los errores de la campaña, la “liviandad política” de los argumentos, la “improvisación”  y carencia de sistematización, de un rumbo claro a seguir.


Fue de esas reuniones que prometían mucho, porque según varios de los participantes la idea de sentarse a conversar surgió del propio abanderado Alejandro Guillier. El problema es que la cita terminó con poco y nada en limpio, con el grueso de los asistentes con un “sabor amargo en la boca”, preocupados por la ausencia de un verdadero plan estratégico para revertir el escenario adverso que enfrenta el candidato del PS-PPD-PC y PR e incómodos por la influencia que tiene el entorno familiar en el senador.

La cita fue el viernes 1 de septiembre en la casa de Sergio Bitar, reconocido hombre clave del laguismo más duro e histórico, que hace casi un mes cumple funciones en el área estratégica del comando de Guillier. Fue el ex ministro PPD quien llamó a los invitados, proponiendo una “instancia de reflexión política». Llegaron unas 20 figuras de la Nueva Mayoría de diversa nomenclatura entre los que –contaron algunos asistentes- estaban ex ministros como Francisco Vidal, Clarisa Hardy, Carlos Maldonado, el ex subsecretario Patricio Tombolini, el diputado PS, Osvaldo Andrade, varios encargados electorales y ex dirigentes del eje progresista, el encargado de comunicaciones del comando, Juan Andrés Lagos (PC), además de parte del staff de confianza del abanderado, como Enrique Soler, el jefe programático, Osvaldo Rosales, y el hijo mayor del senador, el periodista Andrés Almeida Farga.

Dicen que el objetivo central era trazar un “plan estratégico para la primera vuelta”, pero que más allá de obviedades como la necesidad de comenzar a acercar posiciones con la DC y el Frente Amplio con miras al balotage, no se profundizó mucho. La exposición inicial la hizo Guillier, de la cual llamó la atención –coincidieron muchos de los presentes- la falta absoluta de “autocrítica” ante los errores de la campaña, la “liviandad política” de los argumentos, la “improvisación”  y carencia de sistematización, de un rumbo claro a seguir.

“Esa reunión no fue muy distinta a lo que suelen ser las reuniones con Guillier, en general no quedan claros ni los objetivos ni los acuerdos. Esa es la debilidad de toda la campaña”, reconoció un integrante del comando y cercano al abanderado.

“La profundidad política que mostró fue a de un comentario de living”, agregó uno de los asistentes a la casa de Bitar.

Entre quienes conocen bien al candidato dicen que prefieren creer que Guillier peca de participar en esas reuniones “cumplir y hacer como que escucha a los partidos, pero que hace lo que quiere y como quiere en la campaña”, y que esa liviandad política e improvisación responde a que no da el ancho realmente para el papel que está desempeñando.

Después hubo diversas exposiciones de los asistentes, las cuales Guillier escuchó pero no tomó nota de nada. Entre esas –relataron- causó bastante ruido el tono y contenido del discurso del hijo del candidato, por la repetición del patrón de conducta de endosar la responsabilidad de los errores a otros y no hacerse cargo de las fallas cometidas, cierto desdén para referirse a los partidos y los “políticos tradicionales”, como también lo que se entendió más como una encendida bravata de izquierda para la galería que un análisis político solvente.

En ese contexto, varios de los asistentes comentaron que Almeida tuvo un intercambio de palabras con el diputado Andrade, debido a que increpó a los asistentes por la ausencia de “jóvenes” en la cita y la importancia de sumarlos al proyecto –incluso por sobre los partidos- como elemento clave con miras a noviembre, darles un rol más protagónico, como lo tuvo en su momento la diputada PC, Karol Cariola. Explicaron que el parlamentario PS le reconoció el punto expuesto pero le recordó que no fueron precisamente los jóvenes los que recolectaron las firmas que necesitó Guillier para poder inscribirse legalmente ante el Servel y que es “la infantería” de los partidos la que hace el trabajo diario de campaña en todo el país.

Almeida habría insistido en el punto, pero se le puso sobre la mesa que el verdadero problema de campaña en estos momentos es el bajo respaldo que tiene Guillier entre las mujeres, tanto en la Región Metropolitana como en regiones y que eso es mucho más relevante y preocupante que los jóvenes.

En los días siguientes ha habido comentarios entre los asistentes sobre el hijo de Guillier, a quien consideraron carente de todo manejo y profundidad política, pero que demostró ese viernes que tiene mucha influencia en su padre como en las decisiones de la campaña. “Es cierto, preocupa lo empoderado, nunca es bueno meter a la familia en la política, no hay que mezclar la confianza personal con las confianzas políticas”, relató un miembro del comando.

Desde el equipo de campaña insistieron en que no es habitual que Almeida asista a reuniones de esta índole, que si bien él y sus hermanos –Cristóbal y Alejandro-  aportan a la campaña, están más vinculados al trabajo con independientes y jóvenes.

Entre los cercanos a Guillier dicen que tiene precisamente ese estilo de funcionar en base a confianzas personales y no políticas, lo que se transforma en un problema, porque entrampa el trabajo de equipo y eclipsa el correcto trabajo de las estructuras institucionales. “En eso se parece mucho a la Presidenta Bachelet”, agregaron.

Guillier fue uno de últimos en irse de la casa de Bitar y salvo el intercambio de palabras con Andrade nadie dijo nada en ese momento de lo que les pareció el encuentro. Las críticas reflexiones surgieron después, junto con un ánimo derrotista que está instalado en el rictus de muchos en el eje progresista.

Publicidad

Tendencias