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Notorias ausencias en cena en honor a Cristina Fernández en La Moneda

A medida que llegaron los invitados al Patio de los Cañones, se notó inmediatamente que faltaría un centenar de puestos por llenar. Para evitar el bochorno, La Moneda dispuso que personal de diversas oficinas que lucían a esa hora “ropa de trabajo”, tomaran asiento en la mesas como “invitados de honor”, como rezaba la invitación presidencial.


La cena brindada la noche del jueves 15 de marzo por el Presidente Piñera a su par Cristina Fernández de Argentina, tuvo varios entretelones que más que satisfacer a los organizadores dejó un manto de preocupación y de desazón: No llegaron todos los invitados y La Moneda tuvo que llenar los espacios vacíos con “funcionarios” de Palacio.

La cena fue encargada a la empresa “Steward” y comprendía un cóctel que se servía en el “Patio de los Naranjos” desde las 20:45 hasta las 21:45 hora en que estaba previsto que Cristina y Sebastian —como se trataron ambos Presidentes durante el evento— ingresarían al “Patio de los cañones” para dar inicio a la visita oficial. Pero ello no ocurrió. Como es tradicional en la Mandataria transandina, llegó tarde a La Moneda, lo que provocó un retraso de media hora. A las 22:15 de la noche, recién los invitados, que no alcanzaban a las 200 personas, ingresaron a tomar posición en las estrechas mesas redondas dispuestas en torno a una larga mesa central donde se sentaron  el Presidente, señora, canciller, embajador de Chile en Buenos Aires y la delegación argentina.

A medida que llegaron los invitados al Patio de los Cañones, se notó inmediatamente que faltaría un centenar de puestos por llenar. Para evitar el bochorno, La Moneda dispuso que personal de diversas oficinas que lucían a esa hora “ropa de trabajo”, tomaran asiento en la mesas como “invitados de honor”, como rezaba la invitación presidencial.

En una de las mesas estaba la tarjeta de Claudio Borghi y de Ivo Basay, ambos no llegaron. También había tarjetas de ministras y ministros de Estado que no asistieron, como Catalina Parot, Joaquín Lavín y Carolina Schmidt. En fin, hubo una notoria falta de autoridades y de los glamorosos de siempre que no faltan a estas cenas de Estado porque le dan la justa nota de socialité para las páginas sociales.

La velada tuvo como plato principal mozarella bufada con pesto de albahaca, tomates confitados, tostada de pan toscano y mini ensalada verde y sal de prosciutto, seguido de Mero acompañado de puré ahumado de pallares con salsa de mirin. El postre, copón de higos a base de crumble, miel y manjar blanco acompañado de sorbet de higos y caramelo de sésamo tostado.

Una velada en que no hubo mucho protocolo y donde la señora K hizo gala de su manejo escénico opacando al Presidente Piñera, que leyó un discurso más bien frío y en el cual erró varias veces.

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