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Alejandro Goic lamentó «profundamente» cualquier acto que atente contra los valores de la Iglesia Católica y manifestó su disposición para «colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos».
Una serie de pruebas presentadas por la ex coordinadora de Pastoral Juvenil, Elisa Fernández, acusando al párroco Luis Rubio por «conductas impropias», fueron desestimadas por el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, quien señaló que no existió una investigación porque no hubo una «denuncia formal».
«No estudié para ser detective, estudié para ser pastor», dijo Goic en su momento, consultado por T13. Hoy la historia es distinta. El obispo se ha visto obligado a pedir perdón.
Una investigación de T13 da cuenta de una «cofradía» llamada «La Familia», de la cual Rubio era miembro, y que habría realizado conductas sexuales impropias y posibles abusos.
“Quiero pedir perdón por mi actuar en este caso. Reconozco que le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y que actué eventualmente sin la agilidad adecuada en el proceso indagatorio del sacerdote Luis rubio y otros presbíteros mencionados por ella”, menciona Goic en un comunicado.
El obispo agregó que realizó una denuncia ante la fiscalía de Rancagua con los antecedentes proporcionados por el medio de comunicación respecto a Luis Rubio Contreras.
«Como medida pastoral, a quienes han sido mencionados les pediré que suspendan sus actividades sacerdotales temporalmente mientras se efectúa la revisión de cada caso particular, en el más breve plazo».
Goic lamentó «profundamente» cualquier acto que atente contra los valores de la Iglesia Católica y manifestó su disposición para «colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos».
«Debo reconocer que, en lo personal, como cristiano y pastor, me encuentro muy afectado por esta difícil situación que me duele y avergüenza. Rezo para que salga a la luz la verdad, toda la verdad, en estos casos y en cualquier otro tipo de situación que atente contra el Evangelio de amor de Cristo», finaliza el texto.
