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Internas PPD: la “supervivencia política” de Girardi que explica su apoyo a Heraldo Muñoz PAÍS

Internas PPD: la “supervivencia política” de Girardi que explica su apoyo a Heraldo Muñoz

La conocida «máquina” del senador se encuentra fraccionada, ya no es la de antes y, si bien el ex diputado Núñez es cercano al parlamentario más poderoso del partido, dicen que la razón para ponerle las fichas a la candidatura del ex canciller pasa por considerarlo alguien que convoca, con mejor imagen pública, una figura que puede ayudarlo a revitalizar su reelección en la Cámara Alta en un par de años.


“Si (Marco Antonio) Núñez ingresa a la lista de Heraldo Muñoz, se descarta de plano nuestro apoyo”. Así de divididas están las cosas al interior del PPD, el partido que sufrió la mayor derrota dentro de la ex Nueva Mayoría en  las parlamentarias de fines del año pasado y que vive una de sus crisis existenciales más profundas desde su fundación. La pérdida de identidad, si es más o menos de izquierda, es parte del debate que se da a poco más de un mes de las elecciones internas, donde solo uno de los dos candidatos ostenta reales posibilidades de erigirse como presidente del Partido por la Democracia: el ex canciller Heraldo Muñoz.

Los problemas del PPD no pasan solamente por la derrota electoral en las parlamentarias, la reducción de su bancada ni los problemas que tienen –igual que el resto de la ex Nueva Mayoría– para afrontar de manera efectiva su condición de fuerza opositora. En el partido no son pocos los que dicen que lo más grave en estos días es «el mal clima interno» existente, demasiada militancia decepcionada, incómoda, con ganas de tirar la toalla y dar un paso al costado.

En esa paradoja interna, tampoco es el mejor momento político del hombre más influyente de dicha tienda, el senador Guido Girardi, quien por años ha ostentado el verdadero poder interno en la colectividad. “El girardismo se encuentra herido», reconocen en el PPD, pero a la vez recalcan que «no está muerto” y recuerdan que se caracteriza por salir airoso cuando está contra las cuerdas.

En ese contexto se enmarca el apoyo del senador a la opción de Heraldo Muñoz. Dicen que pasa básicamente por razones de «supervivencia política», en momentos en que el llamando girardismo se encuentra totalmente fraccionado entre los históricos, los que se alinean con el actual timonel, Gonzalo Navarrete, y los conocidos como los «operadores», donde se hallan figuras como el ex secretario general, Alejandro Bahamondes, y Ricardo Farías. Unos apoyan al ex canciller y otros la opción del ex diputado Marco Antonio Núñez.

«Guido tiene un quiebre completo en su sector», explicó una ex autoridad de Gobierno del PPD.

Nunca han sido de la misma tendencia, tienen miradas y acentos políticos distintos respecto de la política, pero, en esta pasada, el ex ministro de RR.EE. cuenta con el respaldo de Girardi en la interna del partido.

En la colectividad señalaron que «la jugada» del senador se explica básicamente por el hecho de que, en esta ocasión, «no tenía ninguna carta propia» y que, al ponerle todas las fichas a la figura de Muñoz, logró alinear completo al “laguismo”, evitando que otros personeros de dicha corriente se tentaran a competir, ya que el ex secretario de Estado es un histórico de dicho lote.

«Esta fue la fórmula que encontró Girardi para seguir siendo el gran elector del PPD», explicaron en la tienda.

Hace un tiempo que entre dirigentes y parlamentarios de la colectividad se comenta que la base electoral de Girardi en la Región Metropolitana está «complicada» para su reelección senatorial. Así, la apuesta por Heraldo Muñoz apuntaría –agregaron– a probar si el ex canciller da el ancho y prende como posible presidenciable del partido en estos años, para tener un carta fuerte a la cual arrimarse, considerando que internamente en el PPD le atribuyen al ex ministro la característica de tener «buena venta», lo que en castellano significa una buena imagen pública.

No deja de llamar la atención que el senador no respalde a Núñez, considerando que es un girardista de tomo y lomo, pero colaboradores cercanos a Girardi comentaron que la decisión de respaldar a Muñoz es cien por ciento pragmática, porque considera que el ex canciller tiene «capacidad de atracción”, mientras que el ex diputado «no convoca tan ampliamente”.

Núnez no ha logrado atraer a ninguna de las facciones internas partidistas más allá de los “operadores” del girardismo. Es que el ex presidente de la Cámara de Diputados genera bastantes anticuerpos y sus constantes reproches a sus propios correligionarios le terminaron por pasar la cuenta, porque es “descontrolado afectivamente” y pertenece a “los rosqueros” del partido, apuntaron.

Entre quienes siguen a Núñez se encuentra Farías, quien el 2007 fue condenado a 541 días de presidio remitido por el delito de estafa al fisco en el caso “Publicam”. Cabe recordar que Farías era el administrador electoral de Guido Girardi en esos días. Otra de las figuras que respalda al ex diputado es Bahamondes, ex secretario general del PPD, quien el 2015 dejó su cargo como embajador en Paraguay tras ser citado por el Ministerio Público para declarar por los pagos de SQM a la sociedad Kybalion Consultores, firma donde ejerció como director hasta el 2014, entre otros.

Ambos son parte del denominado grupo de “los chicos malos”, como los califican en el PPD, a quienes les achacan la mayoría de las malas prácticas políticas “enquistadas en el partido”. Incluso, afirman en la colectividad que el propio Girardi optó por tomar distancia de ellos y que esto constituiría una de las razones de peso para no ponerle más fichas a la candidatura de Núñez.

«Girardi le tiene cariño a Núñez, lo apoyaría, pero el problema que tiene es con su entorno, con quienes lo rodean, no confía en ellos», sentenciaron en el PPD.

[cita tipo=»destaque»]Nunca han sido de la misma tendencia, tienen miradas y acentos políticos distintos respecto de la política, pero, en esta pasada, el ex ministro de RR.EE. cuenta con el respaldo de Girardi en la interna del partido. En la colectividad señalaron que «la jugada» del senador se explica básicamente por el hecho de que, en esta ocasión, «no tenía ninguna carta propia» y que, al ponerle todas las fichas a la figura de Muñoz, logró alinear completo al “laguismo”, evitando que otros personeros de dicha corriente se tentaran a competir, ya que el ex secretario de Estado es un histórico de dicho lote. «Esta fue la fórmula que encontró Girardi para seguir siendo el gran elector del PPD», explicaron en la tienda.[/cita]

A poco más de un mes de los comicios internos, fijados para el 10 de junio, y al verse en un situación de extrema desventaja, Núñez y su entorno han intentado una jugada de último minuto: sumarlo a la lista de Heraldo Muñoz como secretario general. Ante la presión, el propio ex canciller –quien quiere poner el acento de su candidatura en la ética política– ha declarado que “pienso que es necesario competir, lo pide la militancia que no resiste nuevos acuerdos cupulares”, dando con estas palabras muy pocas oportunidades a un acuerdo de esa índole.

Es tal el empecinamiento interno en contra de la figura Núñez, que en el PPD precisan que su interés en la secretaría general pasa “más que por un cargo, por encontrar pega, ya que ahí se pagan más de tres millones», debido a que, tras perder la elección senatorial en la V Región en noviembre, «se quedó sin nada”.

Como factores para finalmente haberse bajado de la competencia, en el “laguismo” apuntaron al mal clima interno y las malas prácticas extendidas. “El nivel de desorden es similar a la DC”,  indican desde el círculo cercano del senador Ricardo Lagos Weber, que era la carta principal que se podían jugar.

Resistir la presión

Desde el sector de Acción Demócrata, liderado por el senador Felipe Harboe, sostendrán una reunión con Muñoz el jueves 3 de mayo. En la ocasión, se le presentarán dos condiciones para alinearse tras su candidatura: capacidad para escindirse de la “lógica girardista”, es decir, que las decisiones se tomen en la sede del partido y no en la casa del senador y que por ningún motivo Núñez forme parte de la lista, en cargo alguno. En dicho sector recalcaron que “de no ser capaz Muñoz de mostrar independencia” y cumplir con estos requisitos, formarán una lista propia que competirá por las vicepresidencias y cargos regionales.

Quienes apuestan por el ex canciller y no pertenecen al girardismo se encuentran vigilantes para ver cuánto es capaz Muñoz de resistir la compenetración de las fuerzas del senador y no caer en el mismo pecado de Navarrete, a quien –agregaron– “la maquinaria le pasó por encima».

Lo que tiene a favor Muñoz y que le falta a Marco Antonio Núñez –explicaron entre los parlamentarios del PPD– es que el ex canciller “representa a la meritocracia”, lo consideran un “hombre culto», que tiene «background» y la capacidad de atraer a un abanico mucho más amplio de militantes. A eso se sumaría el detalle no menor de la apuesta interna que representa por su eventual perfil de presidenciable en un par de años.

A pesar de eso, para Muñoz tampoco ha sido fácil la instalación de su candidatura. No son pocos, en el partido, a los que les cuesta olvidar su errática entrevista hace un par de semanas, en la que sentenció que en el PDD “se perdió el rumbo cuando nos pusimos más izquierdistas”, frase que prendió las alarmas en varios de los que ya habían decidido apoyarlo.

El senador por La Araucanía, Jaime Quintana, expresó en ese momento que “sigo creyendo que él tiene muchas condiciones para liderar el partido, con la valoración ciudadana, y eso es importante, ¿qué tanto me involucraré en la campaña?, eso habrá que repensarlo”. El ex vocero, Francisco Vidal, agregó que “esta falsa izquierdización no es otra cosa que haber respaldado el programa de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría, que eran mínimos civilizatorios, en materias tributaria, laboral y valórica”.

Las elecciones internas del PPD son las primeras del partido con el nuevo padrón de militantes y optaron por convocar al Servicio Electoral (Servel) y sus veedores para el proceso. El cálculo interno es que 6,5 de cada 10 militantes son nuevos y, por ende, bajo estas dos nuevas condiciones, se le pondría un obstáculo no menor a “la maquinaria electoral de Girardi”.

En el PPD sostienen que en esta interna se juegan recuperar cierto misticismo en la colectividad, algo de aquel espíritu que en la década de los 90 se anticipó a la discusión pública sobre adopción homoparental, aborto, divorcio, hijos ilegítimos. Desde el seno de la actual directiva se cree que esta no es una elección más, sino que se juega “en gran parte la viabilidad de sostenerse en el tiempo, de dotarse de contenido, de definir claramente la visión ideológica” y revertir la dispersión que los afecta hoy.

Desde los diferentes sectores aseguran que el haber estado al alero del Gobierno hizo que todos los problemas del partido se escondieran bajo la alfombra, que ahora, como oposición y tras la derrota electoral, salen a flote. “La discusión no debería ser si somos de izquierda o centroizquierda, debemos focalizarnos en el progresismo”, afirmó una alta fuente del PPD, quien reconoce que esa es una disputa perdida ante el PS y al PC.

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