El Gobierno realizó hoy un balance positivo de la visita del papa Francisco a Chile, en la que participaron alrededor de 1,5 millones de personas entre el 15 y 18 de enero.
En su viaje a las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique, el sumo pontífice pudo ver «cómo Chile ha madurado desde la primera visita de un papa hace ya 30 años», señaló a la prensa la portavoz del Ejecutivo, Paula Narváez.
Narváez se refirió con estas declaraciones a la visita de Juan Pablo II al país, en 1987, cuando el poder estaba en manos del dictador Augusto Pinochet, lo que desencadenó una ola de protestas durante la estadía del fallecido papa.
«Hemos avanzado como país en temas fundamentales que están también en la agenda de la iglesia católica, como es el abordaje de las desigualdades en nuestro país», agregó la vocera de Ejecutivo, en relación a las reformas que ha impulsado la presidenta Michelle Bachelet en su Gobierno.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, valoró también el viaje de Francisco a Chile y aseguró que los atentados incendiarios a iglesias registrados previo y durante la visita de la autoridad católica fueron «intentos menores».
Tres helicópteros, tres iglesias, una escuela y una explotación agrícola fueron los blancos de los ataques ocurridos esta semana, en rechazo a la estancia de Francisco en Chile, principalmente en las regiones del sur del país.
Pese a esto, Aleuy afirmó que la agenda del pontífice se desarrolló «en el marco que hemos pedido siempre, con respeto, con tranquilidad y sin violencia».
