Publicidad
«Gracias por darme la oportunidad de verte nacer dos veces en la vida»: la conmovedora carta de una madre a su hija trans

«Gracias por darme la oportunidad de verte nacer dos veces en la vida»: la conmovedora carta de una madre a su hija trans

El Mostrador publicó hace algunos meses la historia de una menor cuyos padres enfrentaron un largo derrotero emocional y judicial con el fin de cambiar su sexo ante el Registro Civil.


Esa tarde de fines de septiembre de 2015, vestido con un pantalón y una polera, mientras su mamá conducía el auto desde el colegio hasta su casa en Ñuñoa, Sebastián no aguantó más.

–¿Por qué me pusiste este nombre si soy una niña? –le preguntó con tristeza a Mónica Flores.

Él, vestido de niño, forzado socialmente a vestirse como niño. Tímido y retraído en el colegio. Princesa y amante de los ponis en su casa, desgarraba una corteza que, a pesar de tener cinco años, lo liberaba.

Ese día, Sebastián –un nombre de fantasía para protegerlo– comenzó su transición.

***

Así comenzaba el reportaje: «La primera batalla de una niña trans» que narraba la historia de una menor cuyos padres enfrentaron un largo derrotero emocional y judicial con el fin de cambiar su sexo ante el Registro Civil.

Lucha que tuvo su recompensa cuando el juez del Séptimo Juzgado Civil, Luis Fernández, dio luz verde para que «Sebastián» se convirtiera legalmente en una niña.

Siete meses después que fuera publicada la crónica en El Mostrador, la Presidenta Michelle Bachelet finalmente se decidió a poner suma urgencia al proyecto de ley de identidad de género, que se encuentra en segundo trámite constitucional en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

Y Mónica Flores, madre de la niña, escribió una carta a su hija. La que transcribimos a continuación:

«Risueña, algo tímida, guerrera, alegre, bailarina, espontánea, amiga de tus amigos…trans. Pero no es ser trans lo que te diferencia de los otros o te caracteriza, sino que cada uno de tus talentos y sobre todo tu FUERZA con la que a los cuatro años de edad me remeces y logras en mí dar un gran paso. Ese paso que cambió mi vida.

Tomar tu mano para acompañarte y validarte como la niña que eres…y que siempre has sido, logrando como mamá romper mis prejuicios, enfrentar mis miedos, logrando conectarme cien porciento con tus emociones, sentimientos y vivencias, aprendiendo que la diversidad humana es infinita y de múltiples colores, que no existe nada errado en sentirse NIÑA a pesar de haber nacido biológicamente NIÑO y que independiente de tu cuerpo biológico puedes vivir tu género sentido en forma libre y plena, sin límites, rompiendo los estereotipos, porque los cuerpos son DIVERSOS y jamás EQUIVOCADOS, ya que por el solo hecho de EXISTIR, vales como SER HUMANO y mereces ser querida y reconocida en cada espacio donde vives. Tu hogar, tu escuela, tu grupo de amigos y amigas, tu grupo de teatro y baile donde te veo cada vez más FELIZ, PLENA…TU MISMA. Haciendo lo que más te gusta, demostrándote a ti misma que es posible vivir como la NIÑA que siempre te has sentido.

Hija, princesa, marcaste mi VIDA, diciéndome a tus cuatro años que desde la guatita te has sentido niña, sentimiento que NADIE puede cuestionar, porque nace de lo más profundo de tu alma y de tu corazón. Por lo tanto, NO ES UNA DECISIÓN como muchas personas dicen y no existe edad para SENTIR.

Me alegra mirar hacia atrás y recordar que desde pequeña sentirte la confianza para darme señales de cómo te sentías y de quién realmente eras. GRACIAS por permitirme ser tu aprendiz de la VIDA y darme cuenta que el ser humano tiene infinitas formas de SENTIR y EXPRESAR su género.

GRACIAS por darme la oportunidad de verte NACER dos veces en la vida… cómo olvidar cuando comenzaste tu tránsito, elegiste tu nombre. La verdad es que nunca antes te vi tan feliz, tan segura, tan plena, tan ÚNICA.

Quizás a tus siete años no logras dimensionar todo lo que has vivido y todo lo que has logrado no solo en tu VIDA, sino que en esta SOCIEDAD, donde se ha ido avanzando, hemos ido creciendo en lo humano, logrando VER a cada persona como un ser humano valioso, único.

Estoy feliz de poder estar a tu lado en este proceso, respetando tus tiempos y cada uno de tus pasos, cuando tú te sientes preparada para darlos, porque eres TÚ finalmente la que se enfrenta cada día a la sociedad, a la escuela, a una atención médica, a una salida del país, eres TÚ la que se enfrenta a cuestionamientos, resistencias, rechazo. Donde muchas veces debes demostrar y explicar a los demás quién ERES y eso me DUELE, sueño con que algún día no debas explicar a nadie quién eres y vivas libre.

Admiro tu fuerza y tu valentía para ir contra viento y marea para vivir como la niña que eres, que siempre has sido. Hija no olvides que siempre estaré contigo en todo momento, en esos días de sol y en esos otros más grises.

NUNCA OLVIDES que NADA MALO existe en tí, nada que se deba corregir o mejorar y menos DIAGNOSTICAR.

Seguiremos luchando para que en Chile, nuestro CHILE se reconozcan cada uno de tus derechos, por un CHILE con una Ley de Identidad de Género que permita que todos los niños y niñas puedan vivir plenamente su género sentido. Porque QUIERO que AHORA seas feliz, porque existes desde antes de nacer, no desde tu mayoría de edad.

Gracias por permitirme CRECER como SER HUMANO y comprender que no está en mi decidir quién eres, solo está en mí escucharte, cobijaste, validarte, enseñarte valores y amarte.

No me arrepiento de nada. De lo que sí me arrepentiría es de NO verte feliz.

TE AMA TU MAMÁ».

Publicidad

Tendencias