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Denuncian que autoridad marítima aprobó buque que causó desastre ambiental en Chiloé a pesar de graves deficiencias La embarcación “Seikongen” se hundió con toneladas de peces y petróleo en Chonchi

Denuncian que autoridad marítima aprobó buque que causó desastre ambiental en Chiloé a pesar de graves deficiencias

«El accidente ha dejado en evidencia lo precario de nuestra capacidad de respuesta ante una posible tragedia medioambiental en los mares de Chile. Y no solo respecto de la contención de posibles fugas de diésel o petróleo, sino respecto de lo que pasa con las cargas que van en las embarcaciones. En el caso de lo que pasó en Chonchi, los salmones, de acuerdo a normas de Sernapesca, debieron haber sido retirados en menos de 48 horas, pero llevamos varios días y aún siguen dentro del barco», señaló Estefanía González, coordinadora de Océanos de Greenpeace.


La organización medioambiental Greenpeace encontró registro de una serie de deficiencias que, podrían haber contribuido con la serie de sucesos que concluyeron con el hundimiento de la embarcación “Seikongen” en las cercanías de Chonchi, en Chiloé.

De acuerdo con la ONG, el barco, que fue construido en Hong Kong, presentó una serie de deficiencias que fueron registradas por los inspectores de la Autoridad Maritima China antes de su zarpe rumbo a Chile.

Las deficiencias encontradas fueron agrupadas en tres categorías: puertas contra el fuego, cuestiones eléctricas y aspectos de navegación. Como consta en la documentación oficial, el buque ya navegaba con bandera chilena, lo que significa que la autoridad marítima chilena había “aprobado” el barco.

Sin embargo, y aunque estas deficiencias no impedían la navegación ni la operación del buque, sí lo obligaba a un nuevo chequeo a fin de solucionar las materias cuestionadas.

El “Seikongen” llegó a Puerto Montt el pasado 7 de septiembre tras una escala en Papeete.

Una semana después el buque inició su primer viaje comercial. Sin embargo, en la segunda semana de octubre la embarcación fue retirada de servicio en el astillero Oxxean, de Puerto Montt, donde permaneció varios días durante los cuales personal del astillero chino de origen fue llamado a constatar aparentes fallas de diseño que impedían la normal y segura navegación y operación.

«Hay una serie de interrogantes que deben ser aclaradas. Por ejemplo, ¿sabían las autoridades marítimas chilenas de las falencias de origen que presentaba el barco y si es que efectivamente fueron solucionadas para que siguiera operando bajo adecuados estándares de seguridad? Es importante aclarar si es que estas falencias fueron o no determinantes en el siniestro. Es una respuesta que esperamos por parte de las autoridades», señaló Estefanía González, coordinadora de Océanos de Greenpeace.

Para la ONG el hundimiento del “Seikongen” debe servir como alerta. «El accidente ha dejado en evidencia lo precario de nuestra capacidad de respuesta ante una posible tragedia medioambiental en los mares de Chile. Y no solo respecto de la contención de posibles fugas de diésel o petróleo, sino respecto de lo que pasa con las cargas que van en las embarcaciones. En el caso de lo que pasó en Chonchi, los salmones, de acuerdo a normas de Sernapesca, debieron haber sido retirados en menos de 48 horas, pero llevamos varios días y aún siguen dentro del barco. Vemos con preocupación que, si ésta ha sido la forma de reaccionar en Chiloé, ¿qué pasaría si es que una emergencia de mayor magnitud se produjera en las aguas de la Patagonia austral, donde se quieren instalar más de 400 concesiones salmoneras?», finalizó Estefanía González.

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