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Gabriel Salazar admite que le «impacta» que la Arcis fuera «autodestruida por la izquierda»

Gabriel Salazar admite que le «impacta» que la Arcis fuera «autodestruida por la izquierda»

Además, recordó que la universidad era “un proyecto cristiano, vinculado con la izquierda, que recogía un profesorado que había sido expulsado de otros planteles y que se nutría de una juventud rebelde (…) Este proyecto era inédito en Chile; con esto, por fin, la izquierda hacía algo por sí misma y para sí, no agarrándose del Estado. Por eso la pérdida, cerrar esto, es un tremendo golpe”.


El historiador Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia, se refirió en duros términos al cierre de la Arcis,  acusando responsabilidad de la izquierda.

«Fue una frustración grande, porque la Universidad Arcis era un plantel de izquierda que fue autodestruido por la izquierda, eso me impacta“, dijo en entrevista con La Tercera.

Además, recordó que la universidad era “un proyecto cristiano, vinculado con la izquierda, que recogía un profesorado que había sido expulsado de otros planteles y que se nutría de una juventud rebelde (…) Este proyecto era inédito en Chile; con esto, por fin, la izquierda hacía algo por sí misma y para sí, no agarrándose del Estado. Por eso la pérdida, cerrar esto, es un tremendo golpe”.

Asimismo, el historiador recuerda que los problemas de administración empezaron en los años ’90, cuando se consolidó como instituto y, luego, como universidad, por lo que fue necesario aumentar la inversión de capital. Cuando llega el Partido Comunista con un aporte de 480 millones de pesos, junto con Max Marambio que también venía con un capital similar, “iniciaron una política de querer controlar el plantel en todos sus aspectos y comenzó entonces la presión para que cierta gente se fuera y lo hicieron con métodos que no me gustaron. En el fondo el PC quería controlar internamente la universidad, pero no tenía una política académica o universitaria nueva”.

“Los representantes del PC ahí eran Juan Andrés Lagos y Daniel Núñez. El otro era el mismísimo Max Marambio. En ese periodo soy desvinculado y luego otros fueron expulsados. Ahí la Arcis comenzó a perder calidad, se acabó la expansión de matrícula, que comienza a bajar lentamente, y con ello también los ingresos“, dijo.

Allí se empezó a perder alumnos y entre el 2012 y el 2013, “los capitalistas se van, retiran sus fondos y el hecho es que al hacer eso quebraron la institución y esta no se pudo recuperar».

Para Salazar, la intervención de un administrador provisional fue una “agonía y una muerte progresiva” y ya veía que el plantel terminaría cerrado. Con respecto a la responsabilidad del administrador y del Mineduc en el cierre de la casa de estudios, el historiador afirmó que “no podemos echarle siempre la culpa el Estado”.

“En primer lugar, tenemos que pensar por qué el resto de la izquierda no se preocupó de salvar a la Arcis. Claro, necesitaba plata y eso era un problema, pero pudo haberse hecho cualquier cosa para juntar fondos. La gente, los ciudadanos, los partidos podrían haber hecho algo para salvarla, porque hoy no hay ninguna universidad progresista, están todas impregnadas con esta cultura neoliberal de la competencia, la carrera académica, la jerarquía, competir con el otro, etcétera”, agregó.

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