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Óscar Contardo arremete contra el doble estándar de la UDI: «No lo piensan ni dos segundos antes de desgarrar vestiduras al ver la paja en el ojo ajeno» A propósito del escándalo por las millonarias inversiones del PS en empresas cuestionadas

Óscar Contardo arremete contra el doble estándar de la UDI: «No lo piensan ni dos segundos antes de desgarrar vestiduras al ver la paja en el ojo ajeno»

El escritor dice que lo que más le llama la atención del actual panorama electoral es «la manera en que la UDI, sin sonrojarse, sin pestañear siquiera, exige explicaciones, pide renuncias y clama por probidad, con el espectáculo de indolencia que ha dado durante todos estos años frente a los escandalosos episodios que sus líderes han protagonizado».


En entrevista con El Mostrador, el periodista y escritor Óscar Contardo lanza duras críticas hacia las “figuras de primera línea” del Frente Amplio, el doble estándar ético de la UDI y la complicada situación del PS después de la revelación de sus millonarias inversiones en empresas cuestionadas.

“Ver a conspicuos líderes socialistas haciéndose los lesos frente a las preguntas directas y concisas de una periodista, era francamente ridículo”, comenta Contardo, “este es el síntoma de una grieta más en la identidad del PS ¿A quién representa y a quién dice representar como partido? Esta crisis daña a la izquierda en general y al vínculo con sus electores”.

-Tú estuviste vinculado a Revolución Democrática. ¿Crees que el Frente Amplio pueda llegar a los ciudadanos de a pie, para eventualmente lograr pasar a segunda vuelta?

-Creo que es lo que han estado haciendo hasta ahora, sobre todo en Santiago, con el trabajo en territorios. Aunque, desde mi punto de vista, demasiado enfocados en las elecciones y bajo mucha presión.

Excepto figuras como la de Andrés Dibán en San Miguel o Cristian Cuevas, las figuras de primera línea del Frente Amplio parecen tener un domicilio y un origen en ciertas comunas de Santiago que no representan la realidad mayoritaria del país. Sospecho que para llegar a lo que tú llamas «ciudadanos de a pie» se instalan en las calles de las comunas de tránsito, es decir, captan a las personas no en su hábitat, ni en sus barrios, sino en los nudos por donde circulan: salidas de metro, paradas de Transantiago, plazas de las zonas de oficinas y grandes comercios. Justamente el énfasis está en la idea de ser «de a pie», en la circulación y no en el hábitat ni el entorno en el que viven. Hay una idea interesante ahí

-Háblame más de esas “figuras de primera línea”.

-Sé que suena antipático decirlo -la realidad suele ser antipática- pero no es un ataque personal, es simplemente la constatación de que continuamos en la tradición de los líderes hombres, blancos, educados en ámbitos de privilegio que van a salvar al pueblo de ser devorados por la explotación. Eso no resulta muy atractivo ni muy nuevo. Hay mucho liderazgo bajo ese molde en la izquierda, demasiado diría yo, si la principal propuesta es un cambio social y un futuro de equidad ¿por qué se sigue reproduciendo eso? ¿Qué sucede dentro de los movimientos que sus liderazgos se mueven mejor en el campus universitario que en las barriadas? ¿Por qué no hay González ni Tapia en primera línea? Hasta las celebraciones de esos líderes parecen estar restringidas a un círculo y a ciertos lugares que reemplazan a los antiguos clubes. Sé que no es sólo responsabilidad de ellos, vivimos en una sociedad morena y mestiza que sigue poniéndole mayor atención y respetando más a un líder que viene del mundo de los privilegios que a uno surgido desde su propio ambiente. Creo que ese trabajo sobrepasa con mucho los meses que quedan de campaña. El Frente Amplio debería cuestionarse esas cosas. Tal vez lo hacen, no lo sé.

-¿Cómo evalúas la performance comunicacional y política de Beatriz Sánchez?

-Comunicacionalmente ha funcionado impecable desde que fue anunciada su candidatura. Se ha logrado sobreponer a algo que era muy peligroso: ella era alguien a quien le fueron a pedir, varias veces, que fuera candidata. La tuvieron que convencer. Encima lo hicieron dos líderes que, por ese mismo gesto, podían ser apreciados como una especie de padrinos de la candidata, algo así como los encargados de pautearla. Esa imagen era muy complicada. El mérito en este caso es de la propia Beatriz Sánchez, la manera en que soslayó esa lectura sobreponiendo su carácter y su capacidad de trabajo. La segunda dificultad será saber responder. Conocemos a Beatriz Sánchez como entrevistadora fuerte, frontal, con opinión, pero ese rol es muy distinto al del político que debe explicar, convencer y seducir al electorado. Sánchez tendrá que manejar cifras, proponer y ser coherente en sus propuestas. Ya no bastan los diagnósticos al «modelo». Eso ya fue dicho una y otra vez. No sé si al final de las primarias sepultará a Guillier, pero su aparición le ha sumado a su candidatura una amenaza muy potente. Guillier va a tener que trabajar muchísimo -sospecho que más de lo que él mismo había sospechado- y hacerle frente a muchísimos frentes, no sólo al Frente Amplio. De momento lo que se ve es a una Beatriz Sánchez liderando un grupo con mucho entusiasmo y mucha hambre y a un Alejandro Guillier con un equipo que parece comunicarse en dialectos variados, dando señales confusas y encabezando un conglomerado que todos damos por muerto.

-¿Qué es lo que te llama más la atención del actual panorama electoral?

-Ahora, en este minuto exacto, es la manera en que la UDI, sin sonrojarse, sin pestañear siquiera, exige explicaciones, pide renuncias y clama por probidad, con el espectáculo de indolencia que ha dado durante todos estos años frente a los escandalosos episodios que sus líderes han protagonizado. Los hemos visto mentir, negar, falsear en vivo y en directo por televisión y no lo piensan ni dos segundos antes de desgarrar vestiduras al ver la paja en el ojo ajeno. Me encantaría tomar lo que ellos toman para poder ir así por la vida, sin vergüenza ni pudor, sin hacerse jamás cargo de la mugre que guardan bajo la alfombra, los armarios y sobre todo, en las bandejas de entrada de sus correos electrónicos.

-¿Qué significa para el PS, un partido que pontificó contra Piñera por su relación entre dinero y política, que se hayan revelado sus millonarias inversiones en empresas cuestionadas? ¿Representa un respiro, un alivio ético, para la derecha?

-Una de las cosas más perversas del último tiempo es haber transformado la ética en un campeonato de ligas. Quién es más o menos ético. Quién lo ha sido por más tiempo, quiénes tiene una línea de crédito para cometer pequeños transgresiones y quién no. Lo que pasó con el PS es grave de más de una forma. Lo es porque en algún momento se decidió echar a andar una fórmula para incrementar su patrimonio que acudía exactamente al mundo y al universo que el partido, sus dirigentes y parlamentarios, debían fiscalizar, vigilar. Sobre todo ellos, que se supondría, están al tanto de la concentración del poder en Chile. Un segundo aspecto es que, si se tomó la decisión, se nombró una comisión, eso fuera entendido como que quienes eran los dirigentes no tenían responsabilidad sobre lo que esta comisión de patrimonio hacía. Si los mandataron para hacer «A» para lograr «B» y esa comisión lo hizo, la responsabilidad, me parece a mí, es de quienes le dieron cancha para hacerlo. Ver a conspicuos líderes socialistas haciéndose los lesos frente a las preguntas directas y concisas de una periodista, era francamente ridículo. Este es el síntoma de una grieta más en la identidad del PS ¿A quién representa y a quién dice representar como partido? Esta crisis daña a la izquierda en general y al vínculo con sus electores.

Retomando tu duda, lo que sucede con Sebastián Piñera es grave, pero no es una crisis de identidad, el representa ese mundo. Es lo que esencialmente es: un empresario del mundo financiero que trabaja con le ética y los valores de ese universo: ganar, ver oportunidades y aprovecharlas. Para ese mundo los límites los dará el mercado, excepto los domingo cuando tiene que ir a misa.

Puede que lo del PS sea un alivio, pero esto no es un juego de competencia. Verlo así es una frivolidad.

-¿Por qué crees que existiendo constantes cuestionamientos, Piñera es el candidato con mejor opciones de ser electo Presidente? ¿Cómo funciona la psicología de su votante fiel?

– No me parece que en esto haya que darle mucha importancia a una psicología de un pueblo en particular, sino a la confusión de la izquierda y su crisis de identidad. Es como si en algún momento la izquierda dejara de mirar a su electorado, de atender a la vida que llevan, a sus preocupaciones y le empezara a dar clases de buenos modales y a contarle lo agradable que es la vida en los barrios burgueses. Aquí en Chile si lanzas esa crítica eres un resentido. Y como nadie quiere serlo, nadie lo dice. ¿Para qué? Mejor hablemos de las ciclovías de providencia. Arriba los que luchan por un barrio Italia para todos. En eso te concedo que hay un problema de psicología de la distinción.

Pero volviendo a tu pregunta, Sebastián Piñera es el único líder de derecha que pudo lograr la presidencia después de la dictadura en un momento en el que la abstención se encumbraba entre los electores desencantados de la izquierda. A menos votos, más posibilidades para la derecha. Eso no es un asunto de psicología particular de los chilenos, sino más bien de la habilidad de un candidato para leer el escenario, buscar que su sector se levante a votar y encantar a los descontentos que abundan con el discurso de la prosperidad privada, el orden y la seguridad. Yo no soy analista ni mucho menos, pero me parece que esto es bastante evidente, incluso para mí.

-Tras la opción de la DC de ir directamente a primera vuelta, la Nueva Mayoría se cambiará de nombre. ¿Qué nombre debería tener en esta oportunidad?

-Nueva Minoría. Así se ahorran el cambio de logo.

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