Publicidad
Goic camina por la cuerda floja y busca evitar el “síndrome Orrego” Caso Rincón y definiciones en tema presidencial-parlamentario la tienen en tensión con sus congresistas

Goic camina por la cuerda floja y busca evitar el “síndrome Orrego”

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
Ver Más

Es un gallito a dos bandas el que protagoniza por estos días la timonel DC con sus propios parlamentarios, todo ello a una semana de la decisiva junta nacional del 29 de abril. En la colectividad saben que no es menor enfrentarse así al poder de sus diputados y senadores, que la tarea ahora es abrir el diálogo, calmar los ánimos internos y, sobre todo, dar señales que tranquilicen a sus bancadas, porque puede ganar en las instancias internas sin ellos, pero los necesita alineados y no derrotados.


La tensión existe, es real. La timonel DC, Carolina Goic, está embarcada en un delicado y doble gallito con los parlamentarios de su propio partido, donde han generado resistencia y nerviosismo los dos temas centrales que hoy impulsa: llevar a la falange directamente a la primera vuelta de la mano de su candidatura presidencial e insistir en bloquear la opción de que el diputado Ricardo Rincón repostule a su escaño en noviembre, por el caso de violencia intrafamiliar contra su ex pareja. En la mesa directiva saben que la senadora no puede arribar a la decisiva junta nacional del 29 de abril con ambos flancos incendiados, que llegó el momento de conversar, dar señales internas de calma y, por lo tanto, afinar la muñeca política para no naufragar en el intento.

Enfrentarse a sus parlamentarios no es menor, porque corre riesgos –explicaron en la DC–, como quedarse sola en la carrera presidencial, repitiéndose el “síndrome Orrego” que, en su círculo cercano, quieren evitar a toda cosa, por considerarla una experiencia muy traumática.

Pero también está el peligro de quedar con un partido desordenado internamente y con su liderazgo debilitado, uno que hasta ahora y durante todo su primer año de gestión, había sacado solo aplausos.

Así, el problema de Goic en estos momentos no es ganar en el consejo nacional del lunes 24 y la junta nacional cinco días después, porque todos reconocen que tiene los votos y el control interno en ambas instancias. Su principal desafío es ganarlas bien, sin el gusto amargo de una victoria impuesta a la fuerza. Debe ser –recalcaron– un triunfo sólido, que no deje espacio a que el partido no se cuadre detrás de ella en los próximos meses.

Por lo mismo, desde el seno de la mesa directiva asumieron que “llegó el momento de tomar decisiones y, como estas no son de consenso, hay que preocuparnos de las minorías, de dar espacios, tenemos que llegar con un voto político cuyos detalles debemos empezar a conversar con todos desde ahora”. Precisamente, entre diputados y senadores entienden que la clave está ahí, en cómo Goic maneje algo que se sabe en la DC, como es “el corporativismo parlamentario”, el cual se descomprime mucho conversando previamente con todos, abriendo el diálogo de manera pública y privada.

La senadora Goic abiertamente se ha jugado una posición en el caso Rincón, ha dicho en reiteradas ocasiones, y particularmente los últimos días, que las figuras DC cuestionadas por casos de violencia intrafamiliar no deben presentarse a cargos de elección popular y ayer agregó que “si de mí dependiera, sí (lo hubiera expulsado), pero no tengo la facultad. Me parece que esto no es jurídico, es ético, y ahí no podemos tener dos discusiones”.

Pero el tema no es tan sencillo, porque sufrió un revés en el tribunal supremo del partido, que el lunes optó solo por amonestar al parlamentario, en circunstancias que la timonel esperaba que fuera suspendido por seis meses, lo que automáticamente lo dejaba fuera de la plantilla de candidatos.

A eso se sumó que, con tal resolución, varios diputados públicamente ahora salieron a respaldar a su par de la bancada. Se trata de Pablo Lorenzini, Roberto León, Iván Flores, Gabriel Silber y Sergio Ojeda, quienes han afirmado que no ven reparos en que repostule, al tiempo que criticaron que la dirigenta este preocupada de este tema, y más de uno aseguró que cree en la inocencia de Rincón, de acuerdo a La Segunda.

Las cifras en frío de la correlación de fuerzas internas apuntan a que Goic podría ganar este punto: el 40% de la junta nacional está compuesta por mujeres, mientras que en el consejo nacional son mayoría, al ocupar 12 de los 18 asientos de la instancia. Un escenario favorable para el voto político que se quiere presentar –que respalda la presidenta de la DC–, respecto a cambiar los estatutos y que quede establecida –con efecto inmediato– la prohibición de postular a figuras cuestionadas en cualquier ámbito, aunque también se baraja una segunda opción y es que la junta vote directamente el rechazo a la repostulación de Rincón.

Sin embargo, en la propia tienda consideran que Goic no se puede confiar, porque el clan Rincón tiene asimismo su arrastre interno. No por nada, la ex ministra del Trabajo y hermana del parlamentario, Ximena, obtuvo la tercera mayoría de la colectividad, votos que bien trabajados pueden provocar un inesperado traspié a las intenciones de la timonel. “Goic tiene el control interno del partido, que es importante, necesario, pero que no es suficiente”, recalcó un integrante de la directiva nacional.

En la DC consideran que Goic tiene todos los elementos políticos sobre la mesa para ganar este gallito a los parlamentarios. No solo se trata de ser consecuente con un discurso de género que siempre ha tenido en dicho ámbito, sino que –explicaron en la mesa directiva– ella también lo ha llevado más allá, al plano ético, lo ha unido estrechamente al sello que ha querido imprimir a su gestión como presidenta: darle un nuevo aire al partido y terminar con los “intocables”, para lo cual tiene a su favor que, a ojos de la base de la colectividad, los parlamentarios son vistos como un club que se defiende y protege, algo que ella quiere cambiar.

Flaco favor

El otro flanco que enfrenta Goic con los parlamentarios es mucho más complejo. Dicen en la DC que esta semana fue la del enojo colectivo, pues cayó pésimo que la senadora diera una entrevista en La Tercera, el domingo, sentenciando que va a primera vuelta, porque la jugada era desconocida para todos en las bancadas parlamentarias. Sintieron que con ello pauteó de antemano el clima de la junta nacional y los puso contra la espada y la pared. Desde entonces vino una lluvia de declaraciones públicas –que hasta la semana anterior solo las hacían en reserva– con reparos a la idea de no ir a primarias, por el riesgo de que, como consecuencia de ello, el partido se vea obligado a competir en una lista parlamentaria fuera de los límites de la Nueva Mayoría, lo que implicaría una eventual pérdida de hasta 10 escaños para la falange.

Desde el senador Jorge Pizarro hasta Manual Antonio Matta, pasando asimismo por los diputados Aldo Cornejo, Yasna Provoste, Ojeda y Lorenzini, han expuesto sus reparos a la opción de no ir a primarias de la Nueva Mayoría. El consejo nacional del lunes estuvo marcado por dicho debate, lo mismo el almuerzo del martes de los diputados con el secretario general DC, Gonzalo Duarte, además de las extensas reuniones que ha tenido la mesa directiva casi cada día de la semana, amén de todas las charlas de café de sus dirigentes.

Una de las opiniones que más ruido generó fue la del diputado Fuad Chahin, considerado uno de los más cercanos a Goic. Dijo que “el partido debe respaldar a quien hemos elegido como candidata presidencial, pero esa decisión debe estar absolutamente vinculada a un acuerdo parlamentario. No podemos dejar que nos aíslen y menos autoaislarnos, terminar con una candidatura en primera vuelta y una lista parlamentaria propia”, palabras que algunos sectores entendieron como una forma de quitarle el piso a la timonel, aunque otros en la bancada agregaron que solo fue una manera de rayarles la cancha a todos, ante la necesidad de no mirar los temas por separado.

En la tienda explicaron que los parlamentarios sienten que los están empujando a un escenario donde “tienen que poner su supervivencia política al servicio de una candidatura presidencial” y que ese es, precisamente, el fuego interno que Goic debe aplacar. “Tiene que conseguir que la Junta Nacional se convenza de que está trabajando por el mejor resultado parlamentario y presidencial para el partido. Lo que se debe hacer es abrir las negociaciones ahora con la Nueva Mayoría”, agregó un ex dirigente DC.

En distintos niveles del partido coincidieron en que son muy pocos los que a estas alturas creen realmente en las primarias, porque entienden que eso implica quedarse sin espacio, voz ni voto en la campaña y comando del abanderado PS-PR, Alejandro Guillier, y que, por lo tanto, el único problema de los parlamentarios no es la primaria sino la negociación de la plantilla de diputados y senadores. “En la medida que la Nueva Mayoría en general entienda la necesidad e importancia de un acuerdo parlamentario para todos, esto se despeja rápidamente. Hasta ahora, cada partido ha jugado su papel, pero ya llegó el momento de dar una señal de gobernabilidad, ser estratégicos, aquí todos tenemos que ceder algo”, precisó un diputado de la falange.

En el entorno de Goic, en la mesa directiva, ex dirigentes y parlamentarios, menos nerviosos que sus pares, pusieron el acento en que la candidatura de ella no se explica por una porfía personal, por el mero hecho de querer ser abanderada, sino que responde a un diseño más profundo: el de consolidar a una nueva DC a largo plazo. Una jugada arriesgada –reconocieron– para una colectividad que tiende a transitar siempre por terreno seguro o por el ancho camino del medio, como sus propios dirigentes ironizan siempre. “No es voluntariosa, no se trata de que esté atrincherada, no se trata de ir a un camino suicida, ella está jugando un rol”, afirmó un asesor democratacristiano.

La razón de hacer esta apuesta, en este momento, se debe precisamente a la coyuntura actual, a los reparos, ronchas y desconfianzas que genera Guillier, una figura política que gusta poco a los ojos de la falange, del que consideran que tiene todos los defectos que le criticaron a la Presidenta Michelle Bachelet en su momento y ninguna de las virtudes, que no ejerce el liderazgo político de la coalición y, en consecuencia, no aglutina. “En la DC la mayoría, casi todos, creemos que a Guillier le va a ir mal y, como vamos a perder, es mejor hacerlo con una cara propia, que nos permita recuperar identidad y opinión”, recalcó un ex dirigente del partido.

[cita tipo=»destaque»]En el entorno de Goic, en la mesa directiva, ex dirigentes y parlamentarios, menos nerviosos que sus pares, pusieron el acento en que la candidatura de ella no se explica por una porfía personal, por el mero hecho de querer ser abanderada, sino que responde a un diseño más profundo: el de consolidar a una nueva DC a largo plazo. Una jugada arriesgada –reconocieron– para una colectividad que tiende a transitar siempre por terreno seguro o por el ancho camino del medio, como sus propios dirigentes ironizan siempre. “No es voluntariosa, no se trata de que esté atrincherada, no se trata de ir a un camino suicida, ella está jugando un rol”, afirmó un asesor democratacristiano.[/cita]

Esta semana, el abanderado PS-PR dio nuevos motivos para alimentar los reparos DC, cuando dijo que el planteamiento de la falange responde más bien a “presiones de negociación”. Y añadió: “Me late que esto es una manera de presionar y arreglarse a último minuto». Era obvio, sus palabras cayeron pésimo, fue duramente criticado desde la Democracia Cristiana: el diputado Matías Walker manifestó que era “una insolencia”, a la vez que Pablo Badenier –jefe de campaña de Goic– lo catalogó como una grosería y, en el resto del partido, consideraron que fue una prueba más del limitado manejo político que ha mostrado sistemáticamente en el último tiempo el senador por Antofagasta.

En el diseño de la candidatura de Goic no está bajarse en agosto, eso afirman a rajatabla en la colectividad. Dirigentes y parlamentarios, asesores DC del Gobierno y cercanos a la dirigente, coinciden en expresar que “está absolutamente convencida” de ser candidata a primera vuelta, que no se halla en carrera “para negociar sino para ganar”, a sabiendas de lo difícil que está el ambiente político para figuras de la Nueva Mayoría que provengan de la política tradicional como ella.

El escenario presidencial está demasiado incierto y, por lo mismo, nada es definitivo a estas alturas. En la DC afirman que Goic y su entorno no son “cabezas de pistolas” y que, por lo tanto, si llegado el momento su candidatura no prende, si Guillier crece en su adhesión, si lo mejor para el partido es que ella dé un paso al costado, lo va a hacer, pero que también está igual de resuelto seguir adelante si el candidato PS-PR se estanca o desfonda de aquí a mediados de año –como muchos temen–, bloqueado por el crecimiento de la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, y por sus propias debilidades.

Ayer en la tarde había molestia en la colectividad con los últimos dichos de la ex ministra Mariana Aylwin, quien afirmó que, si no hay un abanderado de las filas de la falange, la mayoría del electorado del partido no va a votar por Guillier, sino por el candidato de la derecha, Sebastián Piñera. En la colectividad reconocieron que esas declaraciones le hacen un flaco favor a Goic, porque ni la timonel ni su círculo cercano comulgan con la idea del camino propio, tesis que sí es levantada permanentemente por el sector minoritario que representa Aylwin.

Insisten en que eso se encuentra ajeno al diseño político que se está defendiendo, que es candidatura DC hasta primera vuelta, pero con un acuerdo parlamentario dentro de la coalición, lo que a todas luces será un pacto con dos listas y que, por tal razón, declaraciones del tenor de las de la ex ministra solo contaminan y entrampan la discusión interna que se está realizando en estos días y donde el objetivo central es “tranquilizar” a los parlamentarios.

Juegos de roles

Hasta mediados de esta semana había preocupación interna en el círculo de Goic, porque consideraban que no se estaba desplegando como candidata presidencial a sus anchas, que, a pesar de algunas visitas a regiones, públicamente lo que se ha observado de ella es que ha estado atrapada en su papel de presidenta del partido, que tiene un imperativo hoy, que es empezar a marcar en las encuestas y, para eso –añadieron– necesita ser vista como postulante a La Moneda.

“Hay un problema de roles que es real”, puntualizó un ex dirigente de la falange, mientras que tanto en la mesa directiva como a nivel parlamentario coincidían en señalar que la candidata ha estado “atrapada” en la coyuntura partidista. “Es necesario que ella hable más como candidata que como presidenta DC, tiene que abocarse más a esa tarea, no es fácil desdoblarse, pero lo necesita imperiosamente”, sostiene uno de los integrantes de su círculo de confianza.

Por lo mismo, durante la semana ya se habló internamente de una fórmula que le permita a Goic “actuar con la libertad de una candidata presidencial” y que la vocería política de la colectividad quede radicada en los demás integrantes de la mesa directiva. El punto clave es encontrar el equilibrio para que tampoco dé la señal de que está abandonando la presidencia DC y, por ende, debe seleccionar bien las situaciones que privilegiará y los acentos que pondrá.

Así se explica lo sucedido ayer. A la misma hora que las dirigencias de la DC y el PS se reunían a conversar sobre un entendimiento en los planos presidencial y parlamentario, Goic estaba sentada en el estudio del matinal “Mucho Gusto”, de Mega, el de mayor audiencia en la franja de la mañana en estos momentos, el mismo que otros han utilizado como plataforma, incluida la Presidenta Bachelet.

Una vez que se terminó la reunión entre las directivas, la vicepresidenta Miriam Verdugo se refirió a la ausencia de Goic explicando que, como es “incumbente” en la discusión del tema presidencial, las negociaciones las llevará el resto de la mesa directiva. Mientras se anunciaba eso, la senadora hablaba en el matinal de su plan nacional para enfrentar el cáncer, precisar que discusiones como los mecanismos son ajenas a las personas, al tiempo que insistió en que Rincón no debe ser candidato y contó su experiencia como censista, junto con hablar de la importancia de la ética para recuperar la confianza de las personas.

La estrategia no está afinada, aclararon en la DC, saben que no puede desentenderse del todo de las negociaciones, que son parte relevante de su cargo, que debe delegar, pero también estar en las reuniones determinantes. Saben que es clave que, hasta que se realice la junta nacional, ella tiene que ser, sí o sí, la protagonista de las conversaciones internas, dar señales de tranquilidad a los parlamentarios, para que ganar el gallito con ellos pase más por alinearlos y no por derrotarlos.

Publicidad

Tendencias