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Bachelet y su acto fallido: fantasma de Compagnon enturbia defensa presidencial por compra de terreno en la Cuarta Región En La Moneda y Nueva Mayoría acusan operación política del piñerismo como respuesta por Caso Bancard

Bachelet y su acto fallido: fantasma de Compagnon enturbia defensa presidencial por compra de terreno en la Cuarta Región

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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Si bien en el círculo más estrecho de la Mandataria consideraron que no cometió errores y que es un exceso querer vincular a Caval con los terrenos adquiridos en la Región de Coquimbo, en el seno de Palacio coincidieron en que Bachelet se vio a la defensiva, que fue repetitiva, poco clara y que dejó flancos abiertos, como la figura de su donación de un terreno a su hija y no aclarar que, debido al bajo monto del terreno involucrado, según sus asesores no estaba obligada a realizar el trámite legal de la “insinuación” de dicha donación. “Las declaraciones públicas son para cerrar temas y aquí dejaron varios abiertos”, aseguraron en el Gobierno.


Estaba molesta, mucho, y por eso quiso hablar, fuera de pauta, en un formato poco común en la Presidenta Michelle Bachelet: un punto de prensa abierto donde respondió todo tipo de preguntas sobre la adquisición, por parte de su hija menor Sofía Henríquez, de un terreno de 5 mil metros cuadrados en La Higuera, Cuarta Región, en marzo de 2014. Y si bien la Mandataria tuvo todo en sus manos para contrarrestar lo que en Palacio fue entendido y anotado transversalmente como una operación político-comunicacional del piñerismo, el rol que jugó en la transacción su polémica nuera, Natalia Compagnon, terminó eclipsando el gesto presidencial y abriendo flancos en vez de cerrarlos.

Fue evidente que Bachelet quería hablar. La declaración pública que difundió La Moneda el mismo domingo en la mañana, una vez conocida la crónica de La Tercera con los detalles de la mencionada compra de terrenos, no fue suficiente. “Estaba atragantada”, aseguraron ayer en Palacio y por eso es que aprovechó el anuncio de la salida del DC Pablo Badenier como ministro de Medio Ambiente y el inmediato juramento de su sucesor, Marcelo Mena, para expresar su incomodidad y enojo: “Quiero decir una cosa, algo ha pasado en Chile que transforman cosas normales en delitos (…), es año electoral, levantemos la mirada, tengamos estatura (…), esto es transformar en delito algo que no lo es, está bueno ya, nos hace pésimo esa conducta”, sentenció la gobernante en el Salón Toesca.

En marzo de 2014, a trece días de haber regresado por segunda vez a La Moneda, está consignado que la hija menor de Bachelet –en ese momento de 21 años y estudiante de Sicología– adquirió al contado un lote de 5 mil metros cuadrados por un valor de 6 millones 500 mil pesos, sitio eriazo y desértico, a poco más de 10 kilómetros de la playa de Punta de Choros. La información de La Tercera, el domingo, precisó que Compagnon compró, entre agosto de 2013 y enero del año siguiente, 12 lotes de terreno en esa zona, los cuales vendió a distintas personas. En junio de 2014, la ex dueña de Caval le traspasó el terreno de media hectárea a su cuñada Sofía Henríquez.

“El 2013 conocí una enfermera que tiene un centro de meditación, me contó de este lugar en La Higuera, donde tiene su centro. La familia de mi hijo estaba interesada en comprar algo como una cosa recreativa y yo decidí comprar algo a mis hijas, que yo financié. La región me encanta, era para algo recreativo pensando para el futuro. Me sorprende cómo se transforma algo que es normal en pecaminoso, mis hijas no sabían, fue una decisión que yo tomé (…). Mi hija está súper afectada por algo que no es de su responsabilidad”, explicó Bachelet al inicio de su intervención.

Hasta ahí bien, pero el rol de Compagnon en el episodio fue incomodando visible y cada vez más a Bachelet.

“Esto no es negocio, ella (Natalia) decidió comprar para ella, su familia, y ofreció a un montón de personas y dije que sí, pero la persona que me habló de esto fue una enfermera que tiene un centro de medicina alternativa en Santiago y además tiene este centro de yoga, meditación y me habló de este señor (Patricio) Godoy, que habían estado contra Barrancones, que querían gente que creyera en el medio ambiente (…). Yo dije a la enfermera que estaba interesada por ese terreno, Natalia hizo el trámite, compró y yo después le pasé la plata a ella y se traspasó a nombre de mis hijas. No hay nada, fue porque quería que mis hijas pudieran tener algo al lado de mis nietos. Ella lo compró porque tenía el nexo con la enfermera, yo la conocí a ella en la casa de ella (de Natalia)”, añadió la Mandataria.

A esas alturas de la declaración, las caras de diversos asesores palaciegos y del oficialismo eran de incomodidad y sobre todo preocupación, conscientes de que, cada vez que surge el nombre de Compagnon, se torna sinónimo de que de una forma u otra aparece en La Moneda el fantasma del Caso Caval. Más aún si la propia Jefa de Estado dijo que habló con su nuera de este terreno, en circunstancias que siempre Bachelet ha dicho que nunca supo nada de los negocios de Compagnon, que se enteró de Caval por la prensa.

En Palacio aseguraron que en esta transacción estuvo absolutamente fuera la ex empresa de la nuera de la Presidenta, que ésta le traspasó el terreno a su cuñada a título personal, como establece la escritura, y que no se trata de un negocio de Caval. “Yo no tengo idea lo que ella (Compagnon) haya hecho, en esa parte no tengo nada que ver, solo quiero decir que dejen a mi hija tranquila, ella no tiene nada que ver con esto, fue una decisión que yo tomé, después se las comuniqué a mis hijas cuando tuvieron que ir a firmar, pero la verdad es que no  hay nada de negocio en esto, esto es una cosa recreativa, de buena vibra”, precisó.

Mientras Bachelet hablaba, tras bambalinas en la Casa de Gobierno ya cuestionaban superformance: que estuvo mal asesorada para despejar los aspectos legales de la transacción, que tuvo “frases desafortunadas”, especialmente las relacionadas con el rol de Compagnon –que siempre genera suspicacias–, que se explicó demasiado y que, por lo mismo, se consideró que la idea original de salir a responder era buena, pero estuvo mal preparada.     

[cita tipo=»destaque»]En los patios de La Moneda ayer se habló mucho de una política “de empate”, que la derecha usa siempre y en general le resulta efectiva. Para nadie en Palacio fue casual que, divulgada la noticia, el mismo domingo la ex ministra Cecilia Pérez –escudera de Piñera– se lanzara en Twitter con el hashtag #Caval2: “Sofía, hija de la Presidenta, es dueña de terreno cerca de Dominga. Se lo vendió su cuñada, Compagnon… ¿quién tenía intereses creados?”.[/cita]

Si bien en el círculo más estrecho de la Mandataria consideraron que no cometió errores y que es un exceso querer vincular a Caval con los terrenos adquiridos en la Región de Coquimbo, en el seno de Palacio coincidieron en que Bachelet se vio a la defensiva, que fue repetitiva, poco clara y que dejó flancos abiertos, como la figura de la donación de un terreno a su hija y no aclarar que,según sus asesores jurídicos, debido al bajo monto del terreno involucrado, no estaba obligada a realizar el trámite legal de la “insinuación”, requisito cuando el bien a donar supera un cierto monto. “Las declaraciones públicas son para cerrar temas y aquí dejaron varios abiertos”, aseguraron en el Gobierno.

Reina por rey

Más allá de los errores y aciertos de Bachelet, en La Moneda el tema de fondo es la operación política que, están seguros, está en marcha desde el círculo de colaboradores del ex Presidente Sebastián Piñera, quien hoy lanza oficialmente su candidatura para intentar regresar a Palacio. Es más, la propia Mandataria no dudó en hablar directamente de un uso político: “Me parece evidente que hay gente que ha intentado empatar situaciones que no tienen relación, es evidente que aquí ha habido mala intención”.

Tanto en la Casa de Gobierno como en la Nueva Mayoría coincidieron en señalar que la razón para que el fin de semana se reflotara la compra de esta media hectárea en la Cuarta Región fue una respuesta directa del piñerismo duro por el oficio de la Dirección Administrativa de la Presidencia –a solicitud del diputado PC, Daniel Núñez–, que registraba las visitas del gerente de Bancard, Nicolás Noguera, a la sede gubernamental mientras Piñera era Presidente, lo que una vez más puso en tela de juicio la afirmación del ex Mandatario en cuanto a que no sabía nada de las operaciones comerciales de dicha empresa.

En los patios de La Moneda ayer se habló mucho de una política “de empate”, que la derecha usa siempre y en general le resulta efectiva. Para nadie en Palacio fue casual que, divulgada la noticia, el mismo domingo la ex ministra Cecilia Pérez –escudera de Piñera– se lanzara en Twitter con el hashtag #Caval2: “Sofía, hija de la Presidenta, es dueña de terreno cerca de Dominga. Se lo vendió su cuñada, Compagnon… ¿quién tenía intereses creados?”.

En el oficialismo consideraron lo sucedido como “una advertencia” de que seguirán golpeando a la Jefa de Estado, si es que la Nueva Mayoría y La Moneda siguen el camino de sacar a la luz pública los flancos débiles de Piñera y reconocieron que, en esta ocasión, el piñerismo fue exitoso en el objetivo de desviar el foco de cuestionamientos que pesa sobre su candidato y concentrarlo en la Presidenta Bachelet.

Hay quienes creen en el Gobierno que esta jugada se estaba preparando desde antes que se supiera lo del oficio –el miércoles de la semana pasada– y que, dado el escenario, les sirvió justo para salir a empatar. Otros en La Moneda consideran que el director de La Tercera, Juan Pablo Larraín, es “funcional” a los intereses de la campaña piñerista, porque se está cobrando facturas políticas con la Mandataria, por la querella que esta presentó el 2016 contra revista Qué Pasa.

“Aquí se está poniendo en una balanza lo que es Dominga y lo que se está investigando sobre Dominga, con un terreno de media hectárea. El escándalo porque alguien tiene un terreno de media hectárea es como mucho. Se está poniendo en la balanza un elefante y, por otro lado, una hormiga”, dijo ayer el timonel del PC, Guillermo Teillier.

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