«Que nos digan dónde están y se entreguen los asesinos, porque no se olvide que ellos mataron a mujeres indefensas, hay niños desaparecidos y hasta el día de hoy no sabemos donde están», manifestó la hija de uno de los detenidos desaparecidos.
Este jueves los familiares de los detenidos desaparecidos bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet, se encadenaron a las bancas que se encuentran al interior de la Catedral Metropolitana de Santiago para manifestar su rechazo a la ceremonia ecuménica que se realizará este viernes en Punta Peuco.
Seis personas fueron las que participaron de este acto que considera «un perdón mentiroso» el que realizarán 8 reclusos de los 140 que se encuentran en el penal cumpliendo condena por violación a los Derechos Humanos cometidos en dictadura.
«Este es un gesto de protesta contra el mundo eclesiástico, que se ha tomado la posibilidad de pensar que pueden perdonarlos en nombre nuestro», indicó Rosa Silva a radio Cooperativa, una de las manifestantes e hija de Mario Silva, ejecutado político.
«Yo también le pido a la Presidenta de la República, que es una hija de un ejecutado, que vuelva a tener dignidad hoy día y se pare y condene este perdón mentiroso, que ha venido a quererse a imponer en este país», agregó.
La manifestante enfatizó en que «que nos digan dónde están y se entreguen los asesinos, porque no se olvide que ellos mataron a mujeres indefensas, hay niños desaparecidos y hasta el día de hoy no sabemos donde están».
