El ingeniero fue formalizado este jueves por el delito de estafa por un monto que ascendería a $1.800 millones. A juicio del tribunal, habría montado un «negocio imaginario» para defraudar y simulado una enfermedad terminal para justificar el cierre de su empresa. Actualmente cumple arresto domiciliario en Brasov, Rumania.
Este jueves el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago aceptó solicitar la extradición activa del ingeniero Rafael Garay a Rumania, donde se encuentra en prisión preventiva desde el viernes. La medida será resuelta por la Corte de Apelaciones.
Durante la formalización en ausencia, el fiscal Centro Norte, José Morales, le imputó cargos por 36 presuntos delitos de estafa reiterada por un monto cercano a los $1.800 millones.
La resolución establece que Garay montó un «negocio imaginario» para que las víctimas invirtieran sus fondos con una rentabilidad mínima de un 18%, además de simular una enfermedad terminal para poder justificar el cierre de su empresa: “Quedó en evidencia en la audiencia que la enfermedad de Garay es falsa, porque no se ha ofrecido por la defensa o se encuentra acreditada de manera alguna que el imputado padece de cáncer que adujo para dilatar el cumplimiento de sus obligaciones y justificar el cierre de su negocio”.
El economista actualmente se encuentra en prisión preventiva en Brasov, Rumania, lo que a juicio del tribunal, es con la única intención de eludir a la justicia chilena. La magistrada a cargo del caso, Paola Rabinovich, determinó el peligro de fuga y lo consideró un peligro para la sociedad, por lo que dictó prisión preventiva anticipada.
Se rechazaron los argumentos del defensor público Claudio Aspe, que aludía a que la detención en Rumania de Garay vulneró sus garantías constitucionales porque no hubo una resolución previa de la Corte de Apelaciones.
