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Peña analiza la pulsión bursátil de Piñera y la negación de saber de negocios en Perú: “Ateniéndose a los porfiados hechos es difícil creerle” Dice que la conducta del ex Mandatario «perfectamente podría repetirse»

Peña analiza la pulsión bursátil de Piñera y la negación de saber de negocios en Perú: “Ateniéndose a los porfiados hechos es difícil creerle”

«Y ello no porque haya razones para pensar que miente deliberada o descaradamente», agrega el rector de la UDP», «sino porque la hipótesis de su conducta futura (así definía Simmel la imagen de una persona) no permite, ni a partidarios ni a detractores, ni a quienes lo apoyan como candidato presidencial, ni a quienes se le oponen, creerle a pie juntillas».


«Esto no parece muy distinto a la serie de tropiezos que, como consecuencia de su fortuna e inversiones, ha padecido ya varias veces», explica Carlos Peña, en relación al caso de inversiones del ex Presidente Piñera en Perú -mediante una sociedad radicada en las Islas Vírgenes.

Según el columnista, este caso, desgraciadamente, «presenta rasgos más preocupantes tanto para el ex Presidente como para la derecha, y no parece tan sencillo confiar en el olvido».

El rector de la UDP apunta a que «la falta de ese mismo fideicomiso, en el caso de sus inversiones en Perú, y en otros países, hace presumir que él supo, o estuvo en condiciones de saber, las decisiones que tomaba Bancard, entre las cuales estaba la decisión de participar en una empresa peruana cuyos intereses patrimoniales incluían el mar bajo disputa», informa El Mercurio.

Esto, a juicio del rector de la UDP, es el indicio de «la falta de continencia de las propias pulsiones».

«¿Cómo explicar de otra forma que el entonces Presidente Piñera haya sido tan desaprensivo con inversiones que, no estando cubiertas por el fideicomiso, dependían finalmente de su voluntad? ¿Qué puede explicar que un Presidente crea, o deje creer a sus hijos, que es razonable ejecutar un negocio que lo dejaba en una posición objetivamente inconsistente: o ganaba Chile o ganaba, en algún momento, él? ¿Cómo explicar tamaña falta de cálculo no hacia sus negocios, sino hacia su propia imagen y sus propios deberes?», se pregunta.

Peña considera que la sospecha sobre el ex Mandatario es «inevitable» y la define como condescendiente.

«Se trata de una de esas sospechas levemente paternalistas que sienten a veces los mayores cuando adivinan que uno de sus hijos, inmoderado e incontinente, repitió por enésima vez el mismo acto reprochable. Una sospecha condescendiente -eso que partidarios y detractores sienten respecto de la conducta del ex Presidente- es un reproche acompañado de una extraña forma de resignación», escribe.

Agrega que «la imagen que hoy día todos o casi todos abrigan respecto del ex Presidente Piñera -esa sospecha condescendiente, esa mezcla de certeza y resignación- es que la conducta que hoy se le reprocha podría perfectamente repetirse».

Y sentencia que «el problema es que ateniéndose a lo único de que los ciudadanos disponen -los porfiados hechos-, es difícil creerle», agregando que «no porque haya razones para pensar que miente deliberada o descaradamente, sino porque la hipótesis de su conducta futura (así definía Simmel la imagen de una persona) no permite, ni a partidarios ni a detractores, ni a quienes lo apoyan como candidato presidencial, ni a quienes se le oponen, creerle a pie juntillas».

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