«Hacer política hoy implica gobernar una sociedad compleja, fragmentada e inconformista. Exige asumir que el país vive un momento ideológico-cultural con dos visiones de sociedad en disputa, con valores y principios muy distintos. Este requiere mucho más que ser una “oposición dura», sostuvo el parlamentario.
El diputado de Evópoli, Felipe Kast, salió al paso de la entrevista al ex Presidente Sebastián Piñera y que fue publicada el domingo pasado en El Mercurio.
«Sobre su contenido existen al menos dos elementos que nos parecen destacables (…) nos parece acertado y pertinente el llamado que realiza a volver a construir un clima de unidad (…) también nos parece fundamental su llamado a tener un visión y propuestas de cambio mirando los desafíos futuros del país (…) la diferencia radica en el diagnóstico», sostuvo el parlamentario.
«De la entrevista se desprende que el problema del actual gobierno radicaría en los instrumentos, y en las “malas reformas”. Sin lugar a dudas, las reformas han generado un daño sustantivo, y debemos intentar corregirlas en el futuro cercano, pero el problema es más complejo. Los “malos instrumentos” son un síntoma de algo más profundo», prosiguió el legislador.
«El problema de Chile es el proyecto ideológico y cultural que la Nueva Mayoría está impulsando, y que se materializa en sus «reformas estructurales». Este matiz en el diagnóstico no es menor. No podemos caer en el error de aproximarnos al problema en forma únicamente técnica. Tampoco es suficiente un programa de gobierno para “corregir las malas reformas”. Con el apoyo de Horizontal, Centro de Estudios asociado a Evópoli, vamos a elaborar un programa de gobierno, que esté a disposición de Chile Vamos, para hacer frente al proyecto igualitarista de la Nueva Mayoría; proyecto que desconfía de la sociedad civil, del mérito y del sector privado, motores sin los cuales no puede haber una sociedad próspera», declaró Kast.
«Nuestra crisis proviene en buena medida de que no supimos consolidar políticamente el valor de la libertad durante la transición, y por lo mismo se instaló equivocadamente la neutralización y el cosismo de la política en nuestro sector. En el caso de los liberales, esta neutralización nos dejó completamente desnudos frente a una izquierda que tuvo tiempo de arroparse con una batería de propuestas que le dieron vida a su proyecto igualitarista», afirmó el ex UDI.
«Hacer política hoy implica gobernar una sociedad compleja, fragmentada e inconformista. Exige asumir que el país vive un momento ideológico-cultural con dos visiones de sociedad en disputa, con valores y principios muy distintos. Este contexto requiere más que simplemente buscar ganar una elección; se requiere mucho más que ser una “oposición dura”. Requiere de un proyecto de sociedad de largo plazo basado en las ideas de la libertad -para volver a desplegar la energía de la sociedad civil y de los emprendedores- y en un sentido de justicia -para que sea el mérito y no la cuna la defina nuestro destino- que articule su actuar y le de consistencia a sus propuestas de cambio», afirmó el diputado de Evópolis.
«Nuestro principal adversario es el populismo, y la Nueva Mayoría ha dado una clase magistral en la materia al hacer una genuflexión a grupos de presión como la Confech y la CUT. Ellos están dispuestos a poner primero en la fila a los que más presionan (y la Reforma Laboral y la de Educación Superior son prueba de aquello). Para nosotros los primeros en la fila son quienes muchas veces son invisibles para la sociedad», insistió.
«En los próximos días esperamos compartir con ustedes más detalles del trabajo que hemos venido realizado en conjunto con el Centro de Estudios Horizontal, y el cronograma de trabajo que tenemos planificado para enfrentar este desafío con ustedes. Debemos ser capaces de proponerle al país un proyecto político que permita convocar a miles de chilenos que hoy se encuentran desencantados de la política, y para eso comenzar con un diagnóstico adecuado», concluyó.
