“No es posible aún el éxito de una tercera opción presidencial, lo que no quita que se empiece a construir desde ya y que pueda tener éxito en el mediano plazo”, señaló el analista.
Explorar las posibilidades reales de una tercera candidatura presidencial, fue el propósito del foro que reunió a los analistas y actores políticos Jorge ‘Pirincho’ Navarrete, Gonzalo Martner y Tomás Hirsch en Rancagua.
El ex DC, el socialista y el humanista repasaron la transición y expusieron sus opiniones frente a la eventualidad de que una opción fuera del duopolio tome fuerza en las próximas presidenciales.
En una presentación que se tituló “Cambio y realidad entre la convicción y la desconfianza”, Jorge Navarrete señaló que ad portas de Bachelet, el país tenía un futuro promisorio y nada hacia prever la explosión de una crisis de la magnitud de la que estamos viviendo.
Según ‘Pirincho’ tres causas explican el actual deterioro del gobierno y del conjunto del sistema político: la desaceleración económica y la inseguridad vital como resultado de la crisis de las instituciones y de las fallas del sistema.
Navarrete agregó que, tras dos años de administración, el gobierno ha logrado consolidar algunas de sus reformas, pero la debacle de las instituciones es “dramática” y de una dimensión que sus protagonistas no sopesan. Analizando los datos de distintas encuestas, siguió, se reafirma la convicción de que “esto no va a mejorar, sino que empeorará”.
“En general nosotros pasamos la luz verde, porque hay una convención entre nosotros de que confiamos en que nadie se nos atravesará porque hay un pacto social de confianza, y eso es lo que hoy está roto y que será muy difícil de recuperar”. Para finalizar su intervención, el ex falangista dijo que cuando se acercan las elecciones parlamentarias y presidenciales “no se percibe una tercera opción política, lo que no quita que se pueda armar en estos dos años y que tenga un horizonte de mediano y largo plazo para concretizarse como opción con posibilidades de éxito”.
Gonzalo Martner insistió, a propósito de su columna de El Mostrador, titulada «No somos inocentes«, que cada cual tiene que asumir sus responsabilidades en esta crisis y abogó por que en la próxima elección presidencial surjan nuevos liderazgos que den cuenta de los problemas y desafíos de hoy y del futuro y no de los líos de la transición.
Según el académico de la Universidad de Santiago, es clave para ello “comprometerse con la asamblea constituyente y con un nuevo modelo de desarrollo que ponga énfasis en las energías renovables sobre las que Chile posee una amplia ventaja”.
El líder del Partido Humanista, Tomás Hirsch, en tanto, reafirmó la crítica que tempranamente su colectividad hizo a la transición y recordó la anécdota que le tocó vivir el 6 de octubre de 1988 cuando a las 10:45, como parte del Ejecutivo de la naciente Concertación, fue citado a una reunión en las oficinas de Edgardo Boeninger, donde estaba también Enrique Correa. El ex presidenciable recuerda que “mientras afuera desfilaba un mar de gente celebrando, en esa reunión se nos dijo que había que desmovilizarlos. Es decir, apenas transcurridas unas horas del triunfo del NO, se liquidó la construcción social de nuestra democracia”.
Sobre el rol de la izquierda en la construcción de una tercera alternativa, Hirsch enfatizó que “no nos ha ido bien. La atomización y el caudillismo impiden que construyamos una opción con reales posibilidades”.
Al evento en la Universidad de la República en Rancagua también había sido invitado Cristián Cuevas, quien desistió por el fallecimiento intempestivo de su padre.
