Ex timonel se defendió atacando y no aclaró los más de $730 millones de SQM a sus cercanos
Sin aceptar preguntas, el ex senador UDI dejó su militancia «para volver a postular a ella cuando demuestre mi inocencia». El histórico dirigente insistió en que es un hombre «honesto» y se quejó de las filtraciones «ilegales y parciales» .[Actualizada]
El histórico dirigente de la autroplocamada UDI Popular llegó esta tarde a la sede del partido, acompañado de uno de sus hijos y un grupo de militantes. A las 16:23 horas leyó un discurso, el que habría sido escrito con la ayuda de Andrés Chadwick y que inició recordando que el 31 de enero pasado “manifesté a través de una carta pública que como cualquier ciudadano enfrentaría con dignidad y fuerza interior el escrutinio de mis actos”.
Señaló que durante “las últimas semanas he estado dedicado a reconstruir el itinerario como senador y ministro para ayudar en la investigación”, esto con el fin de comprobar su inocencia, “para vivir con dignidad y con la frente en alto”, afirmó.
“Soy un hombre honesto, tengo la profunda convicción que con la ayuda de Dios lograré hacerlo a pesar de la impresionante y abrumadora presión pública que ya me sitúa como condenado sin que medie ninguna condena”, manifestó.
Además, indicó que espera «que los medios de comunicación que condenan con antecedentes parciales y con elementos extraídos de carpetas investigativas de manera irregular”, den el mismo espacio para publicar sobre su inocencia, “cuando ello se acredite y logren dimensionar el daño inmenso que me han hecho, a mi familia, a mi partido y a la actividad pública”.
“Muchas veces me pregunto si el Ministerio Público y Poder Judicial investigan rigurosamente contrastando pruebas (…). Luego una información de un par de carillas con filtraciones parciales e ilegales de las que nadie responde y nadie sanciona es capaz de juzgar públicamente”.
“Dedicaré toda mi voluntad a defender mi honor y mi inocencia. Recopilaré todos los antecedentes de mi trabajo legislativo para demostrar que nunca, nunca favorecí a ninguna persona, empresa o institución”, enfatizó.
“No descansaré hasta demostrar que como senador me limité a apoyar el acuerdo político que logró incorporar a las empresas extranjeras al royalty chileno y a las empresas chilenas de la gran minería” y explicó que “todos lo parlamentarios recogimos opiniones”.
Agregó que la mejor demostración de que el Royalty Minero que subió los impuestos fue una buena ley, es que fue revisada, discutida y luego aprobada, al tiempo que –dijo– “se trató de una norma de aplicación general a un sector”.
A la UDI le expresó que “volveremos a levantarnos. Nuestra fuerza nace de la adversidad y nunca nada ha sido fácil (…) Chile vive una hora que necesita gestos y actos concretos”, tras lo cual anunció que “he resuelto renunciar a la militancia en mi partido para volver a postular a ella cuando los tribunales de mi país acrediten que no he cometido ningún delito. Tengo fe profunda en que siempre se impone a verdad”, anuncio tras el cual se escucharon gritos de un grupo de adherentes que lo acompañaron.
Finalmente a los dirigentes políticos los convocó “con humildad pero también con fuerza para defender la actividad política, la única forma que los dolores del pasado den paso a la amistad cívica en pos del bien común”.
La conferencia se origina en el hecho de que Pablo Longueira fuera llamado a dar explicaciones tanto por el presidente del partido, Hernán Larraín, como por el diputado José Antonio Kast.
El ex senador, según la investigación judicial, habría recibido pagos desde SQM a través de personas cercanas a su entorno, un total de $730 millones de pesos. Pero paralelamente en las últimas semanas se reveló una serie de correos electrónicos entre el histórico dirigente y el ex gerente de la minera no metálica.
Los primeros correos entre Patricio Contesse y Longueira se conocieron a fines de enero. El intercambio de correspondencia del año 2010 revelaba la estrecha asesoría de Longueira, en ese momento senador, hacia el entonces gerente de SQM durante la tramitación del proyecto de royalty minero que se tramitaba durante el Gobierno de Piñera.
Otros tienen que ver con la negociación entre la derecha y el oficialismo por la reforma tributaria, en la que Longueira participó por parte de la oposición. Fechados en julio de 2014, en ellos Longueira asesoraba a Contesse con minutas de la discusión sobre el proyecto.
Longueira, a través de una carta en El Mercurio, se defendió diciendo que le dolía «ver a dirigentes tratados como delincuentes».
Pero el intercambio que generó más controversia fue el revelado el 4 de febrero, cuando se confirma que párrafos definitivos del proyecto de impuestos adicionales a la minería, fueron digitados en las oficinas de SQM y presentados como una indicación de Longueira en el Parlamento, durante 2010.
La diferencia está en que este último intercambio ayuda a configurar más claramente el delito de cohecho, que –según reconoció el fiscal Pablo Gómez– está siendo investigado por el Ministerio Público.
Las críticas también vinieron desde la coalición opositora. En RN dijeron que no se puede esconder «la mugre bajo la alfombra» y el senador Manuel José Ossandón pidió desde el mismo partido evaluar la presencia de la colectividad en Chile Vamos.
