El académico y columnista piensa que los negocios y las irregularidades en las que han sido involucrados militantes de la G-90 no es algo nuevo. «Es un tema bastante común: la gobernadora que le arregla el jardín infantil a su hermana con platas fiscales, el gobernador que cobra un porcentaje por los proyectos que les toca recibir, el chico listo que se compra una casa millonaria y carga al fisco la remodelación del jardín y la plaza».
El académico de la Universidad de Santiago y columnista de El Mostrador, Edison Ortiz, abordó las repercusiones de su columna «Cristián Riquelme, la G-90 y los ‘jaleros’ del poder» publicada el miércoles, donde pone el foco en explicar en detalle la forma de operar del grupo al interior del PPD conocido como G-90, al que le critica no tener ideas políticas y usar el Estado como botín y de esa manera constituir una «burguesía fiscal».
Para Ortiz lo que ocurrió con este grupo, varios de cuyos integrantes están involucrados en los casos de financiamiento irregular, no es algo nuevo. «Es un tema bastante común: la gobernadora que le arregla el jardín infantil a su hermana con platas fiscales, el gobernador que cobra un porcentaje por los proyectos que les toca recibir, el chico listo que se compra una casa millonaria y carga al fisco la remodelación del jardín y la plaza. El presidente del PS en mi región [O’Higgins] que es Core, es decir, alguien que fue electo para fiscalizar el gobierno regional pero que recibe un sueldo de más de tres millones, por lo tanto no tiene ninguna posibilidad de fiscalizar», dijo este viernes a Radio Concierto.
El ex militante PS, quien formó el Movimiento Regionalista Agrario Verde (Mirav), sin embargo cree que la G-90 no es culpable de la crisis que vive la política. «Ojalá que esta generación aprenda de sus errorres. y aprendiendo de esos errores puedan transformarse en un elemento que favorezca al final a la república, a la nación. Dicho esto, yo siempre insisto en que ellos son víctimas de un proceso . Los responsables de este proceso son los dirigentes de la transición. Es más, creo que uno de los grandes fracasos de la Nueva Mayoría, más allá de los cuestionamientos que tienen hoy día, que tienen que ver con cosas bastante puntuales, es no haber formado gente para dirigir el Estado. Creo que el Estado está en un nivel de precarización absoluto», aseguró.
Ortiz cree que «el Estado está entregado a dos bandas de asaltantes, que cada cuatro años dirige el asalto. Después el Estado queda vaciado y viene otra banda de asaltantes y no hay política pública. En algunos ministerios ni siquiera hay ficha de recursos humanos cuando hay cambio de gobierno. Hay tareas del Estado que, más allá de quien esté, deben permanecer en el tiempo», dijo.
