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Firma del TPP: gobierno celebra y organizaciones ciudadanas se declaran en pie de guerra

Firma del TPP: gobierno celebra y organizaciones ciudadanas se declaran en pie de guerra

El canciller Heraldo Muñoz dijo que el acuerdo suscrito en Atlanta incorporará al país enelal » esquema económico más grande y moderno del mundo». Pero sus detactores advierten que las tratativas se llevaron a cabo bajo el más absoluto secretismo y que tendrá impacto en » en los derechos humanos de la población y la soberanía.


Tras casi cinco años de intensas negociaciones, los doce países integrantes del Acuerdo Trans Pacífico de Libre Comercio (TPP) culminaron exitosamente las conversaciones y lograron sellar un acuerdo en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos. La noticia, sin embargo, no fue recibida por la plataforma ciudadana Chile mejor sin TPP, que agrupa a varias organizaciones, la que adelantó que echará mano a todos los instrumentos a su alcance para impedir que el Congreso ratifique el acuerdo que acusa de haberse gestado bajo un absoluto secretismo.

Desde Valparaíso, el canciller Heraldo Muñoz se refirió al cierre de las tratativas que concretaron los grupos técnicos y en los últimos cuatro días los ministros y representantes de Comercio Exterior de los países negociadores del TPP, que consiste en un amplio proceso de integración económica en la región del Asia-Pacífico, cuyas tratativas se iniciaron en 2010 y en las cuales participó Chile, junto a otros once países: Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Estados Unidos, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

“Estamos complacidos porque se ha logrado un acuerdo muy valioso para Chile, resguardando nuestros intereses, pues va a permitir consolidar nuestra relación con la región Asia-Pacífico. El TPP definirá los acuerdos comerciales del siglo XXI. Seremos parte del esquema económico más grande y moderno del mundo, considerando que el TPP es la negociación plurilateral más importante de los últimos 20 años”, resaltó el Ministro.

Con respecto a las negociaciones, Muñoz agradeció la participación y apoyo de todos los ministerios involucrados a lo largo de proceso, especialmente la estrecha coordinación con el Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y la ministra de Salud, Carmen Castillo.

La delegación de Chile fue encabezada por el director general de la DIRECON de Cancillería, Andrés Rebolledo, quien destacó el fin de este proceso. “Estamos satisfechos; nos parece que hemos llegado a un buen acuerdo, adecuadamente balanceado que supondrá importantes beneficios para nuestro país, a la vez que hemos protegido apropiadamente las sensibilidades que se presentaron en Chile durante el proceso; los intereses del país han sido resguardados debidamente”, declaró.

Rebolledo agregó que uno de los puntos más controvertidos fue el referido a la protección de los medicamentos biológicos, que frenó hasta última hora el cierre de la negociación. Este asunto fue finalmente resuelto en forma satisfactoria para nuestro país con un período de protección de 5 años, en línea con lo que hasta ahora está estipulado en el acuerdo comercial bilateral entre Chile y Estados Unidos.

El acuerdo considera 30 capítulos, que abarcan las siguientes áreas: Acceso a Mercados, Reglas de Origen, Obstáculos Técnicos al Comercio, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Defensa Comercial, Competencia, Compras Públicas, Servicios, Inversiones, Comercio Electrónico, Telecomunicaciones, Entrada Temporal, Servicios Financieros, Asuntos Legales, Propiedad Intelectual, Medio Ambiente, Laboral y Cooperación. Adicionalmente, se han incorporado los denominados temas horizontales que incluyen Coherencia Regulatoria, Competitividad, Desarrollo y Pequeñas y Medianas Empresas.

Un comunicado de la Cancillería asegura que el TPP abrirá nuevas oportunidades para que el comercio de Chile siga creciendo y diversificando su oferta exportadora. Si bien Chile ya tiene acuerdos con todos los miembros del TPP, no todos los acuerdos presentan el mismo grado de profundidad. Este acuerdo permitirá terminar con exclusiones que afectan, por ejemplo, a nuestro sector agroalimentario. Estos cambios se traducirán en mayor acceso a mercado cuando comience a regir el nuevo acuerdo.
Por ejemplo, mientras con Estados Unidos y Australia tenemos casi el 100% del comercio con arancel cero, los tratados bilaterales con países como Japón, Malasia y Vietnam poseen importantes exclusiones, especialmente en el sector agroalimentario.
En el período 2009-2014, el comercio chileno del sector agropecuario, silvícola y pesquero con los países que integran el TPP, tuvo un crecimiento promedio anual de 5,3%. En particular, de los más de 3.000 millones de dólares de exportaciones de fruta fresca al año, un 42% se dirige a esa zona.

El acuerdo negociado deberá continuar con su revisión legal, luego de lo cual deberá entrar a discusión parlamentaria en los países integrantes.

No obstante, la Plataforma Ciudadana Chile Mejor Sin TPP manifestó su más profundo rechazo por «el actuar irresponsable del gobierno de Michelle Bachelet, representado por la Cancillería y el grupo negociador que se encuentra reunido en la ciudad Atlanta, Estado Unidos, por ceder ante las presiones de las principales potencias que forman parte del Acuerdo Transpacífico (TPP) para adoptarlo durante esta ronda de reuniones, ello sin mayor consideración a los impactos tendrátuando a espaldas de la ciudadanía».

Denunciaron, a su vez, que durante más de cinco años este acuerdo se ha negociado en un secretismo absoluto y sin participación efectiva de la ciudadanía, así como tampoco del Parlamento, donde se rechazó una moción que pedía conocer su contenido. De hecho los únicos tres capítulos de los cuales se tiene información, de los 30 que posee el Acuerdo, solo han podido conocerse gracias a filtraciones de Wikileaks. Asimismo, que los 12 países que participan de las negociaciones, entre ellos Chile, habrían acordado no revelar parte de los documentos hasta cuatro años después de su suscripción.

Es por ello que anunciaron que se movilizarán para insistir en que el Congreso no apruebe este mega acuerdo comercial, y que se garantice una participación efectiva de la ciudadanía durante el proceso legislativo, incluida la consulta previa a pueblos indígenas, como establece el Convenio 169 de la OIT ratificado por el Estado chileno y vigente en el país.

Señalaron, por último, que utilizarán todos los mecanismos administrativos y legales, como la Ley de Transparencia, para exigir al gobierno dar a conocer los textos completos del Acuerdo, así como los documentos técnicos elaborados por los distintos ministerios para evaluar la conveniencia de la firma del TPP. Más aún cuando Chile ya posee tratados de libre comercio y bilaterales con los restantes 11 países del Acuerdo.

Navarro: «traerá más costos que beneficios»

Otro de sus detractores es el senador del MAS Alejandro Navarro, para quien el TPP «disfraza de tratado de libre comercio una serie de cambios que las empresas multinacionales no han sido capaces de aprobar en el Congreso, como lo son las restricciones a la privacidad en Internet, el aumento de la protección de patentes, un mayor acceso a los litigios y una mayor desregulación financiera”.

Para el legislador “este un tratado que traerá más costos que beneficios para Chile, poniendo en juego, incluso, el cumplimiento de la ley Ricarte Soto, al extender la exclusividad de los fármacos biológicos, al menos por 5 años. El tratado busca extender la exclusividad para los datos clínicos usados en el desarrollo de fármacos biológicos, impidiendo a nuestro país poder bajar los precios de los medicamentos”.

El parlamentario sostuvo que “este es un tratado de sometimiento a las farmacéuticas y al poder corporativo. Ejemplo de esto es que en Estados Unidos –donde las farmacéuticas tienen más poder que en ninguna otra parte del mundo– la población gasta alrededor de 300 billones de dólares al año en medicinas. Sin el monopolio de las patentes, esta suma sería diez veces menor: 30 billones”.

Navarro enfatizó que «de aprobarse este tratado, estaremos siendo condenados a la dependencia y supeditación de los laboratorios farmacéuticos internacionales que buscan mantener sus millonarias ganancias a costa de la necesidad de salud en el mundo, cercenándoles la capacidad a 792 millones de personas (población combinada de los 12 países) de acceder a medicamentos genéricos, los que son sustancialmente más económicos”.

“Un país en vías de desarrollo como el nuestro estaría firmando la sentencia de muerte de miles de chilenos, incapaces de costear los altos precios de medicamentos de enfermedades tan letales como el cáncer. En consecuencia, el TPP es un ataque frontal contra cualquier política pública que intente ampliar los servicios de salud”, dijo.

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