La entidad que reúne a los obispos chilenos intentó terminar con la polémica por las acusaciones que pesan sobre el prelado que este sábado asumirá al frente de la diócesis de Osorno, y que lo apuntan como uno de los supuestos encubridores de los abusos de Fernando Karadima.
La Conferencia Episcopal emitió este miércoles una breve declaración pública para intentar frenar los cuestionamientos que existen sobre el designado obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, a quien las víctimas de abusos sexuales cometidos por el ex párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque, Fernando Karadima, acusan de haber guardado silencio y encubrir esos hechos.
Lejos de entrar en la polémica sobre la veracidad de esas denuncias y los descargos de Barros, la entidad integrada por los obispos chilenos manifestó que lo respaldaba por obediencia al Papa Francisco, ya que fue el pontífice quien resolvió asignarle el cargo al frente de la diócesis osornina que asumirá el sábado próximo.
«Ante las diversas manifestaciones que han rodeado el nombamiento de monseñor Juan barros Madrid como obispo diocesano de Osorno, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chle expresa públicamente nuestra adhesión, en espíritu de fe y obediencia, al Papa Francisco quien ha nominado a monseñor Barros como obispo de la diócesis de Osorno», dice la nota.
También expresa «nuestra cercanía a los presbíteros, diáconos permanentes, consagrados y consagradas, laicos y laicas de la Iglesia hermana de Osorno, llamados por Jesús a ser sus discípulos –misioneros suyos, en comunión con su pastor–».
