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Méndez señala que proyecto de ley que busca regular la relación entre el dinero y la política es «una ilusión» Sostiene que el costo político lo asumirá el gabinete y no Bachelet

Méndez señala que proyecto de ley que busca regular la relación entre el dinero y la política es «una ilusión»

Director de Adimark explicó que el tema en que se vio involucrado el hijo de la mandataria y su nuera debiera afectar al Gobierno, porque «le resta credibilidad a su discurso central, a esta promesa de igualdad, de inclusión, incluso, porque se trata, al final del día, de privilegios, de dineros ganados y cantidades muy grandes».


El director de Admirak, Roberto Méndez, aseguró este domingo que el proyecto de ley del Gobierno que busca regular la relación entre el dinero y la política es una «ilusión», añadiendo que el «Nueragate» tendrá un costo político que se reflejará en el gabinete del Gobierno y no en la figura de la Presidenta Michelle Bachelet, lo cual desembocaría en un cambio de nombres en los ministerios.

En entrevista con el programa ‘Estado Nacional’, de TVN, Méndez explica que lo ocurrido con el caso en que se vio involucrado el hijo y la nuera de la Mandataria resta credibilidad al discurso impuesto por la administración de Bachelet.

«Estoy sorprendido porque la última encuesta que publicamos, que fue la de enero, la conclusión que está escrita es que enero fue un mes redondo para el Gobierno, porque fue extraordinario tras un año complejo con problemas económicos, muy difícil la aprobación de los proyectos, y en ese mes el Gobierno logró ordenar su coalición… pero estoy sorprendido porque en un mes se produjo esta cosa tan impresionante, esta bomba, porque el caso Caval realmente ha sido una bomba y muy inesperada», explicó.

Agregó que al Gobierno debiera afectarle, porque «le resta credibilidad a su discurso central, a esta promesa de igualdad, de inclusión, incluso, porque se trata, al final del día, de privilegios, de dineros ganados y cantidades muy grandes».

Méndez mencionó que, a pesar de todo, Bachelet mantiene una cantidad de capital de credibilidad y de afecto enormes, y que «si bien esto la afecta, tengo la impresión que el sentimiento de la opinión pública es más contra el Gobierno, incluso más, contra el gabinete y el gran costo político lo va a pagar el gabinete, porque la gente culpa a quienes no supieron manejar bien la situación», lo cual –a su juicio– conllevaría un cambio de nombres en las carteras.

Respecto a la baja popularidad que tiene actualmente el sistema político y que podría repercutir en la aparición de populismos, el director de Adimark precisa que «el debilitamiento de las instituciones que viene desde hace mucho tiempo y me preocupa, es como una bola de nieve que se va acumulando… me preocupa y esto hace pensar, como a muchos, que aquí hay que buscar también, no un perdonazo, pero alguna salida negociada, porque no sabemos cómo va a terminar».

Y agrega que lo planteado por Bachelet, respecto a un proyecto que regule la relación entre el dinero y la política, es «una ilusión, es una frase, porque si uno dice cómo vamos a financiar los partidos, significa pensar en la democracia interna de los partidos, en cómo se financian las elecciones, en cómo se financian los gastos corrientes de los partidos, cómo se recluta, cómo se controla, entonces no veo qué proyecto puede ser ese que regule la relación entre el dinero y la política».

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