Estrategia apunta a desgaste comunicacional de la Fiscalía y el SII
En las cartas que el timonel gremialista, Ernesto Silva, se está jugando ante los medios de comunicación, ha evitado hacerse cargo del fondo del caso, responder en profundidad por las figuras de su partido involucradas con las boletas ilegales, como también de la relación del grupo Penta en el financiamiento del gremialismo y, en particular, no dar explicaciones de la débil posición política en que lo deja su relación familiar con el “Choclo” Délano, que le ha valido cuestionamientos internos.
Si los primeros días el eje estuvo en tratar de alimentar un clima político sobre un posible acuerdo con el gobierno para evitar que la arista política del Caso Penta escalara judicialmente, hoy, tras la declaraciones del vocero de que “el gobierno no avalará un manto de impunidad”, las cartas que se juega la UDI apuntan en otra dirección: correr el foco de atención tanto hacia el Ministerio Público como al Servicio de Impuestos Internos (SII) y cuestionar las motivaciones de ambas instituciones en la investigación por boletas ilegales en el financiamiento de campaña políticas.
Es lectura transversal que hacen desde RN hasta el PC, pasando por La Moneda y que va estrechamente de la mano, coinciden, con la amenaza soterrada de intentar instalar la idea que “todos los políticos están involucrados” y que es mejor no escarbar más, porque todos los partidos saldrán perjudicados.
Esa fue una de las conclusiones que se desprendió de la entrevista del timonel UDI, Ernesto Silva, en El Mercurio el sábado 11 de octubre, después de los dos días de diligencias determinadas por el fiscal Carlos Gajardo, a cargo del caso. “Hay una delgada línea entre investigar y abusar del poder, y uno se pregunta qué sentido tenían estas diligencias respecto de personas que han estado a disposición siempre (…). Las últimas actuaciones de allanamientos incluidas casas particulares y oficinas de abogados son del todo desproporcionadas, especialmente cuando las personas han señalado públicamente su disposición a colaborar en toda la investigación y están a disposición”, precisó el diputado gremialista, sobrino de uno de los principales implicados en el Caso Penta, Carlos Alberto Délano, cabeza del grupo económico investigado.
Luego de hablar de “reality judicial”, aseguró que “las actuaciones judiciales no pueden ser canalizadas a través de filtraciones para buscar producir efectos, deben ser actuadas responsablemente, y por eso en esta carpeta supuestamente reservada y secreta que el Ministerio Público ha decretado ahora el fiscal nacional y las respectivas fiscalías regionales deben investigar los orígenes de estas filtraciones”.
En el gremialismo consideran decisiva la “batalla comunicacional” y que, dado que La Moneda no puede intervenir públicamente a cada rato en este caso para afirmar su independencia, ese espacio vacío que queda es el que la UDI quiere copar con su estrategia de debilitar a los principales actores involucrados: la Fiscalía y el SII. El análisis en el círculo de la directiva es que la variable mediática “constituye un 99 por ciento del caso porque en el frente jurídico los argumentos son sólidos, es lo que han dicho los abogados”. Tampoco perciben al fiscal Gajardo con una solidez jurídica tal que efectivamente los pueda complicar y, justamente, leen su actuación como predominantemente mediática. De este modo, se preparan para “unos seis meses” de batalla en los medios, en la que ya pasaron a la ofensiva.
[cita]En el gremialismo consideran decisiva la “batalla comunicacional” y que, dado que La Moneda no puede intervenir públicamente a cada rato en este caso para afirmar su independencia, ese espacio vacío que queda es el que la UDI quiere copar con su estrategia de debilitar a los principales actores involucrados: la Fiscalía y el SII. El análisis en el círculo de la directiva es que la variable mediática “constituye un 99 por ciento del caso porque en el frente jurídico los argumentos son sólidos, es lo que han dicho los abogados”. Tampoco perciben al fiscal Gajardo con una solidez jurídica tal que efectivamente los pueda complicar y, justamente, leen su actuación como predominantemente mediática. De este modo, se preparan para “unos seis meses” de batalla en los medios, en la que ya pasaron a la ofensiva.[/cita]
El punto es que es un secreto a voces en el mundo político que varias de las filtraciones, especialmente las de los supuestos contactos con el gobierno y las de posibles nombres involucrados que no son UDI, salvo Andrés Velasco, provendrían precisamente del gremialismo. Es más, desde la mesa directiva de RN aseguran que son sus socios de la Alianza los que “están filtrando nombres para tratar de poner a todos en un mismo saco, sin diferenciar en gastos reservados de boletas ilegales”.
En la sede de Antonio Varas aseguran que fue la UDI la que, en la lógica del empate, “tiró el nombre del ex diputado Alberto Cardemil”, lo que generó molestia en Renovación. Precisan que comparten en cierta medida lo “parafernálico” de algunas diligencias decretadas por el Ministerio Público, pero que otra cosa muy distinta –recalca un dirigente del partido– es querer cuestionar a las instituciones.
“La UDI está dispuesta a quemarlo todo”, agregan en la mesa directiva de RN, al tiempo que acotan que hasta ahora han sido “leales” con sus socios de pacto, pero que esta senda es “peligrosa y no estamos dispuestos a meternos en el fango por ellos”.
Es que en RN ponen en tela de juicio la posibilidad de que no existan ilegalidades en el financiamiento de campañas de candidatos del gremialismo, considerando que vivieron “en carne propia” el tema. Tienen presente, lo saben y así lo recuerdan, que “Penta financió expresamente dos candidaturas UDI para perjudicar a dos figuras importantes de nuestro partido”, en alusión a los actuales senadores por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón y de Santiago Poniente, Andrés Allamand.
Cabe recordar que el primero se enfrentó al ex presidenciable Laurence Golborne, y el segundo, al ex edil Pablo Zalaquett, ambos cartas del gremialismo que están bajo la lupa de la Fiscalía por la arista política del caso Penta.
No es la primera vez que la UDI enfrenta un escenario político complejo, que pone realmente en jaque al partido. Tan compleja como este caso fue la situación que atravesaron hace poco más de una década, cuando en el marco de la investigación por pedofilia al empresario Claudio Spiniak, testigos involucraron a algunos políticos en los hechos, como al ex senador Jovino Novoa.
En esa ocasión la UDI también recurrió a la artillería pesada en su estrategia comunicacional, operó con los medios de comunicación afines –como La Tercera– para desplegar su agenda y no tuvo reparos en “amenazar” a los que consideraba adversarios. De hecho dio un ultimátum al gobierno de Ricardo Lagos para que el diario La Nación no siguiera publicando la información contenida en el proceso, so pena de quitar todo apoyo a los proyectos del Ejecutivo en el Congreso. Acto seguido, La Moneda, a través del vocero de ese entonces Francisco Vidal, ordenó la salida del director del periódico, Alberto Luengo –hoy jefe de prensa de TVN–, señalando que «ningún medio puede escribir sobre los temas que están en tribunales».
Pero tanto en RN como en todo el oficialismo consideran que lo que refleja el gremialismo es un profundo nerviosismo, que queda en evidencia con la “agresividad” política que han desplegado en los últimos días.
En la misma entrevista del sábado, Silva dijo que “uno se pregunta si es razonable que Impuestos Internos, dejando de lado sus prácticas normales, no haya citado a ninguno de los contribuyentes denunciados para señalarles sus posibles inconsistencias tributarias y, por lo tanto, rechazar sus gastos. Así ocurre normalmente, pero en este caso, tratándose de personas opositoras o lejanas a la Nueva Mayoría eso no ha sucedido”.
El cuestionamiento al SII no quedó ahí, agregando que hay “una campaña de presiones sobre Impuestos Internos, que todo el país ha conocido”, tratando de minar con dichas declaraciones la legitimidad de la denuncia que formalizó el organismo el jueves pasado. El propio director del SII, Michel Jorrat, salió a contrarrestar las críticas, asegurando que el Servicio es “completamente autónomo en estos casos, (y tomó) una decisión autónoma. Hay muchos casos este año en que se ha procedido de igual manera” y recordó que lo que se investiga es el “el uso de boletas de honorarios y facturas ideológicamente falsas (servicios que no ocurrieron), que se usa para reducir impuestos”, aseveró.
En la Nueva Mayoría dicen que es clarísima “la lógica obstruccionista a la que está apostando la UDI”, mientras que desde La Moneda afirman que está recién empezando “una campaña orquestada para desprestigiar a la política y las instituciones”.
Como sea, lo cierto es que con las cartas que Silva está jugando ante los medios de comunicación, ha evitado hacerse cargo del fondo del caso, responder en profundidad por las figuras de su partido involucradas con las boletas ilegales, como también de la relación del grupo Penta en el financiamiento del gremialismo y, en particular, no dar explicaciones de la débil posición política en que lo deja su relación familiar con el “Choclo” Délano, que le ha valido cuestionamientos internos.
El domingo en la noche el timonel gremialista estuvo en el programa ‘Tolerancia Cero’, donde ese flanco no menor que tiene el diputado por Las Condes ni siquiera apareció durante la entrevista, solo una leve mención en la nota introductoria. La estrategia, hasta ahora, ha sido exitosa.
