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Contra la homofobia y la transfobia: desafíos pendientes en materia de derechos

Por: Jaime Barrientos D.


Señor Director:

Chile ha avanzado bastante en este último decenio respecto a la protección de derechos orientados hacia personas con orientación sexual y/o identidad de género diferentes a la heteronorma. Al mismo tiempo, la población chilena cada vez acepta más la diversidad sexual, lo que es corroborado por diversos estudios nacionales e internacionales. No obstante, este escenario, que en principio parece bastante promisorio, tiene aún varios aspectos a mejorar.
Si bien disponemos de una ley anti discriminación, ésta requiere ser revisada y mejorada. Aún persiste el bullying homofóbico en las escuelas y el país no dispone de una política pública de educación sexual. Actualmente, se discute el proyecto de ley sobre identidad de género, frente a la tensa espera de muchas personas transgénero que ven día a día transgredidos sus derechos. Además, en el mundo y en Chile en particular ha comenzado a denostarse los avances en materia de diversidad de género desde lo que se ha denominado « ideología de género ».
Pero, ¿por qué existe todavía tal rechazo al avance en materia de derechos orientados a las personas con orientación sexual y/o identidad de género diferentes a la heteronorma? Se ha intentando instalar un pánico moral frente al avance de los derechos de la diversidad sexual aduciendo, entre otros argumentos, el riesgo de poner en cuestión la familia como pilar básico de la sociedad. Sin embargo, en aquellos países donde se ha avanzado mucho en materia de derechos, conviven diversos tipos de familias y los datos no indican un deterioro de la familia tradicional, ni mucho menos un aumento explosivo de las personas que se autodefinen como gays, lesbianas, bisexuales o transgéneros. Mas bien, se observa que la autoafirmación identitaria se realiza con mayor intensidad en aquellos contextos que tienen legislaciones y/o actitudes más favorables a la diversidad sexual debido a que las personas no perciben el riesgo de ser estigmatizados, discriminados o violentados. Además, está probado que el estigma y la discriminación debido a la orientación sexual e identidad de género genera efectos adversos en la salud física y mental provocando que gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros tengan niveles inferiores de salud que la población general. Entonces, debemos aún seguir avanzando en materia de derechos. Y en esta tarea todos y todos somos responsables.

Jaime Barrientos D.
Director de Postgrado e Investigación de la Facultad de Psicología
Universidad Alberto Hurtado

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