Señor Director:
Una ideología tiene la capacidad de convencer ya que principalmente está alimentada de emociones y sentimientos de los cuales todos sentimos y somos parte. Lo preocupante es cuando ese sentimiento tiene como motor, el exceso de una emoción, como la ira, el resentimiento, la envidia, etc. Es ahí cuando la Ideología toma fuerza, militancia y se abre a lo público y la prensa con una falta de conocimiento e ignorancia escondida que genera prejuicios y etiquetas. Ahora bien, mas preocupante es, que, por el otro lado, el argumento verbal razonable, de sentido común, lógico y básicamente empírico, no pueda hacerle contra a una posición de tipo ideológica, ya que estas son en sus bases contrarias; el resentimiento, por ejemplo, no es capaz de razonar, comprender y internalizar un dato, una cifra, un hecho, ya que esta sesgado y por sobre toda lógica. ¿Sera que la única forma de convencer y por tanto deshacer una ideología hoy en día es a través del ejemplo y experiencia personal, de lo que uno cree que hace bien, de las bondades de las cosas, de lo positivo de ciertas decisiones, de lo satisfactorio de otras? Sin duda el dialogo, el debate de ideas y de argumentos debe seguir y es absolutamente necesario, pero podría hacer falta una mirada propositiva, alegre, gratificante y satisfactoria de las convicciones por las que uno cree que hacen a las personas felices, sobre todo en temas valóricos, que tan en boca están y que creo, es solo el principio.
Joaquín Elorrieta R
