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El derecho a no escuchar lo que no me gusta

Por: Felipe Caro López


Señor Director:

Lo acontecido en la Universidad de Concepción con el ex candidato presidencial José Antonio Kast resulta en extremo preocupante.

Entendiendo que las universidades son centros de desarrollos de los movimientos políticos y dirigentes más importantes del país, el debate de ideas múltiples y la sana convivencia en el espacio común de estas resulta fundamental para estructurar una cultura de la Democracia.

No obstante, este último tiempo se ha formado una costra compleja; en donde los jóvenes de diversos movimientos en la Universidades han desarrollado lo que algunos charlistas en EEUU llaman “El derecho a no escuchar lo que no me gusta”.

En donde, desde un pulpito de verdad inexistente, censuran a ciertos dirigentes; la mayoría de derecha o centroderecha, de participar en una serie de actividades bajo erradas premisas.

Una sociedad madura como la chilena no debe tener temor a debatir diversos puntos de vista, estos enriquecen y fortalecen los valores democráticos; es por esto que preocupa que los jóvenes en las Universidades del país sean privados de espacios de conversación simplemente porque a un grupo, muchas veces minoritario he ideológico, no le acomodan las posturas que se expondrán. Vivir en una realidad paralela en donde solo escucho mi postura, afecta a los jóvenes, quienes el día de mañana serán ciudadanos sin tolerancia, valor importantísimo en una democracia moderna.

Felipe Caro López
Director General
Fundación Chile Mejor

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