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El decálogo de Cristianos por Guillier

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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Regresando desde Bogotá en que juntos a Patricio Walker fuimos invitados por el Papa a un inédito encuentro entre autoridades eclesiásticas y lacos y laicas «con responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos», me siento en la obligación moral de hacer explícito mis razones desde el cristianismo social para reforzar el llamado a votar por Alejandro Guillier.

En el propio encuentro reflexionó sobre la corrupción «de los poderosos» – empresarios y gobernantes cooptados por el gran capital- como la gran razón de todos los males del continente, ya que cometen las tres formas de la corrupción: la captura de instituciones para coimas y prebendas, el tráfico de influencias de las redes segregadas de nuestras oligarquías y la omisión lesiva- quizás la más grave, el pecado de omisión estructural- de nuestra desidia para lograr que se paguen impuestos, se construya un Estado transparente y eficiente, sea real y no retórica banal la opción por los pobres, el reconocimiento indígena y el cuidado al emigrante. La élite de empresarios y políticos del facilismo rentista que no quiere transformar el extractivismo, se respeten los sindicatos, se cuide la creación y el hogar común.

Nuestro Continente de la esperanza y la descolonización que espera encarnar la fraternidad, superar el presidencialismo autoritario de los caudillos de derechas e izquierdas, el Continente que requiere dialogar con la sociedad y los movimientos sociales que bregan contra la corrupción, el colapso ambiental, la desigualdad, el abuso de los poderosos.

[cita tipo=»destaque»]La desigualdad es el gran pecado social de Chile y su programa que se ha enriquecido con aportes de otros sectores de centro-izquierda permite seguir avanzando en el principal desafío de ética social de Chile.[/cita]

En dicha dirección de ir a las causas de la corrupción-desigualdad-violencia estructural del Continente, medio centenar de dirigentes católicos y cristianos han firmado un manifiesto en favor de un llamado a un discernimiento de cristianos en favor de votar por Alejandro Guillier por las siguientes diez razones que esbozamos con Mané López de la Comunidad Cristo Liberador de Estación Central y el teólogo y educador popular, Claudio Rammsy, co organizador de un reciente homenaje al Cardenal Silva en la Estación Mapocho.

1.- La desigualdad es el gran pecado social de Chile y su programa que se ha enriquecido con aportes de otros sectores de centro-izquierda permite seguir avanzando en el principal desafío de ética social de Chile.

2.- La opción por ampliar la gratuidad pero a su vez superar las AFPs por un sistema corresponsable solidario es el el camino evangélico de buscar los bienes comunitarios universales haciendo justicia intergeneracional.

3.- Su respeto a los emigrantes a diferencia de la otra candidatura que ha azuzado el miedo al emigrante pobre al habla de sólo aceptar «médicos» y especialistas. Para el cristianismo la fraternidad y a la acogida es esencial en quienes creemos en el Cristo perseguido que nació en el establo de Belén.

4.- Su compromiso con una ley de rentas regionales que haga pagar a las grandes empresas extractivas tributen en los territorios apostando a terminar con un pecado de omisión severo y dar justicia a los territorios. Además de una apuesta sincera y creíble por la descentralización del país.

5.- Su enfoque social para disminuir la criminalidad, apostando a mayores soportes comunitarios e inversión en prevención y rehabilitación, confiando en el ser humano, lo que es coherente con el cristianismo social versus el marketing banal de la mano dura. Justicia para la paz con misericordia como lo hacen muchas iglesias cristianas en poblaciones luchando contra el narco y las mafias.

6.- Su voluntad de terminar privilegios de la élite – altos mandos uniformados, millonarios, parlamentarios y altos gerentes públicos- lo que implica rebajar grandes sueldos, retomar el camino de austeridad y concentrar las reformas. Guillier vive en una comuna policlasista como Peñalolén y representa a Antofagasta, dando garantía de mirada desde la sociedad de la mayoría y no desde el guetho del Barrio Alto de los poderosos indolentes a las brechas de desigualdad de Chile.

7.- El compromiso ambiental en la línea de la Encíclica Papal Laudato Si que llama a cuidar el «Hogar Común». Guillier se compromete a favorecer un pacto socio ambiental en los territorios, respetando zonas de preservación de la biodiversidad, con áreas para las industrias y otras actividades que se planifican regionalmente en diálogo fecundo.

8.- Su apoyo a una región Wallmapu plurinacional para lograr el reconocimiento y buscar la paz estructural con el pueblo nación mapuche.

9.- Su voluntad latinoamericanista que nos haga priorizar las relaciones vecinales y la cooperación internacional, alejado de la soberbia y del mero economicismo.

10.- Su respeto al cristianismo desde su perspectiva laica, con respeto a nuestros valores en favor de la vida, promoviendo diálogo amplio y no imposición, evitando corrientes anti eclesiales en su Gobierno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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