Señor Director:
El día martes 17 de Octubre Luis Fernando Sánchez, ha respondido una misiva de Juan Carlos Claret en torno a la visita del Papa Francisco, también publicada en este medio.
Me llamaron la atención algunos planteamientos, frente a los cuales invito a reflexionar, en oración, a través de preguntas.
Si bien es cierto que los cristianos católicos estamos llamados a actuar siempre con prudencia y caridad, ¿qué se debe hacer cuando la primera autoridad de la Iglesia moteja de tonta y zurda a una ciudad completa? El “nosotros también podemos equivocarnos” aplica a todos.
De Osorno se puede decir mucho, pero que los laicos hemos flaqueado en nuestro compromiso, no. Aún bajo el signo del conflicto suscitado por el nombramiento del Obispo Juan Barros los laicos de todas posturas nos mantenemos activos en nuestro voluntariado. A escala nacional, frente a la idea que los laicos “hemos flaqueado en nuestro propio compromiso, descansando demasiado en los sacerdotes”, me pregunto ¿es esa la realidad de los cientos de capillas regadas por los valles y montañas de la patria?
La Iglesia hoy enfrenta grandes desafíos, indudablemente. Los escándalos pederastas y la relativización del mensaje de Jesucristo son pan de cada día ¿Han dado sus autoridades locales y mundiales muestras de aquel compromiso real que señala Luis o más bien han sido tibias?
Para terminar, concuerdo en que el mensaje de Cristo es la fuente de la verdadera felicidad. Pero con C.S Lewis, creo que el cristianismo no es una religión que permita estar cómodo, pues Jesucristo tampoco fue complaciente con el pueblo ni con sus autoridades.
De poco provecho espiritual será estar en #ModoPapa si no estamos primero en #ModoCristo.
Felipe Maiza Solar
