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¿Cuándo perdimos la decencia?

Por: Jorge Sepúlveda González


Señor Director:

Estos días hemos asistido a una verdadera ópera y de las más trágicas para Chile, un drama en que la codicia, el engaño y la pérdida del sentido de la decencia han sucumbido a un sistema donde la política es controlada por los negocios y los negociados.

Lo que ha ocurrido con el Partido Socialista y sus inversiones han traspasado la delgada línea de la ética y la moral aceptable. Es cierto que no hay delito alguno en cómo ha el PS ha invertido su patrimonio haciendo lucrar los dineros en una de las empresa nacida bajo la dictadura. Es justo en ese momento en que se acepta transar con ésta cuando la cúpula del socialismo ha perdido la decencia y al igual que el ex Presidente Piñera, acepta hacer negocios con el “enemigo”, por decirlo de una manera simple. Piñera invierte en una empresa peruana mientras Chile se trataba de defender de un ardid legal que termino por restarle mar a Chile, y eso no le importó al entonces Mandatario.

En la cúpula del PS paso más o menos lo mismo, no le importó invertir en una de las empresa nacidas bajo el manto de la dictadura, esa misma que mandó al exilió a cientos de socialistas y a otros tantos simplemente los mató. Esto es lo brutal e inaceptable de la operación comercial, que ha demostrado que el fin justifica los medios y al igual que Judas –el personaje bíblico- todo vale si se pueden juntar más monedas sin importar que hayan sido acuñadas con sangre.

En mi calidad de médico y ex militante socialista, es necesario que la actual directiva y el llamado comité de inversiones del PS renuncie a sus cargos si es que quieren preservar el Partido Socialista.

Nada justifica lo realizado, nada justifica que el señor Alvaro Elizalde, desde su trono, afirme que todo está bien y vocifere amenazas a quienes cuestionan la defensa de lo indefendible, porque simplemente eso no es de personas decentes.

Jorge Sepúlveda González
Médico Cirujano

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