Señor Director:
La semana pasada, en el día de la conmemoración en contra de la homofobia y transfobia, en la facultad de Derecho de la Universidad Católica colgamos una bandera LGTBIQ+ en forma de protesta por la discriminación que ocurre dentro de la misma escuela, por todos los que se han sentido discriminados por profesores, alumnos y autoridades. Por todas las veces que hemos escuchado de nuestros profesores y profesoras que “la homosexualidad es una enfermedad”,“sus actos son antinaturales”, “son unos degenerados”, etc. agrediendo verbalmente a cientos de estudiantes en sus cátedras de “Fundamentos filosóficos del Derecho” o “Derecho Natural”. A los 26 minutos de estar colgada afuera de la facultad, de parte de la administración ordenaronretirarla. El argumento fue que, por política de espacios,existe una norma que señala que en ese lugar no se podía colgar ningún tipo de lienzo, bandera, cartel, entre otros. Creo que tenemos toda libertad de dudar de las intenciones de la administración. Durante décadas no se han cuestionado estas prácticas, no se ha luchado lo suficiente como facultad en contra de la discriminación en las aulas y en el patio. Ha primado la libertad de cátedra por sobre la dignidad del estudiante (la cual contradictoriamente tanto predican). Mientras los profesores emiten publicaciones transparentando su postura homofóbica y se atreven, en menos de media hora, a sacar una bandera que demostraba un compromiso de no discriminar a quienes pertenecen a la comunidad, por primera vez un Centro de Alumnos se mostraba en contra de estas prácticas. Además, cabe recordar que hace solo un par de años, en Derecho UC se realizó un seminario para sanar la homosexualidad, ¿aún creen que la facultad sólo actuó en respuesta a la infracción de una norma?
Como segundo suceso, la FEUC en el marco de la semana de género realizó una serie de actividades en conmemoración de este día. Sin embargo, la actividad fijada para el pasado viernes 19 de mayo, que consistía en una feria de género a la que estaban invitadas organizaciones sociales como Iguales, la SEGEX, Queer UC, Renacer, etc. fue rechazada por la administración unos pocos días antes por no estar destinada a fines académicos. ¿Desde cuándo en las dependencias de la universidad se pueden sólo realizar actividades con fines académicos?, ¿cuántas veces se han hecho foros o debates políticos, con invitados externos o internos?, respondiendo a su mismo argumento, no se podría realizar ninguna actividad en los espacios de la UC que no sea con fines académicos, y esta norma se habría infringido durante años.
Como Secretaría de Género y Sexualidades de la Universidad Católica, les invitamos a abrir los ojos y darse cuenta que, frente a todos estos actos de la administración de la Universidad, hay detrás una intención en contra de visualizar éstas problemáticas.
Una actitud en contra de apoyar una causa que lo único que se busca es la no discriminación a las mal llamadas “minorías sexuales”. Se trata de empatizar con todas y todos los compañeros que han sido afectados por decisiones de la UC, apoyarlos frente a estos abusos y que se sientan más acompañados. Una bandera es un simple símbolo, pero un símbolo que a muchas y muchos nos hizo sentir que encajábamos en este lugar. Dejemos de pensar en un catolicismo dogmático quediscrimina, que criminaliza. Aprovechemos la vocación católica que promueve la universidad como una oportunidad de solidarizar con quien está a nuestro lado, sin discriminarlo por sus gustos, orientación sexual, creencias, etc. Aprendamos a respetarnos entre nosotros y a entender que este no es un tema que en el siglo XXI se deba debatir, que ya no necesitamos discutir si estamos a favor o en contra de que la homosexualidad sea o no una enfermedad. Recordemos que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17 de mayo de 1990 sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Por lo demás, no es posible discutir en un consejo de delegados si apoyamos o no un símbolo en contra de la discriminación, como muchos reclamaron que debía hacerse y que por lo mismo probablemente se pondrá como punto en tabla en el próximo Consejo de Representantes de Derecho.
Antes de tomar decisiones de rechazo a estas acciones de apoyo, solicitamos que la Facultad de Derecho y la administración de la Universidad analicen qué están haciendo ellos en contra de las prácticas que se realizan en sus salas de clases día a día y cómo han abordado lasdenuncias de sus alumnos. Preocupémonos por el respeto a nuestras compañeras y compañeros y no solo de ciertas formalidades.
Lo anterior es un llamado de atención a toda la comunidad de la UC, para que sigamos luchando, tal como se demostró hoy en la concentración por la diversidad organizada por la FEUC. Manifestación en que un grupo de estudiantes conservadores y fundamentalistas colgaron un cartel que señalaba: “FEUC, pensar distinto no es una fobia”, en forma de contraprotesta. Amigos, estamos de acuerdo con ustedes, pensar distinto no es una fobia. Lo que sí es una fobia, es discriminar por tener una orientación sexual distinta, eso ES HOMOFOBIA. Dejen de pedir respeto a sus actos violentosy discriminatorios, una de las personas que ayudó en su “intervención” señaló claramente que estábamos en una guerra entre el género y la catolicidad. Eso sí que es violento, no colgar una bandera LGTBIQ+ en el patio de la virgen, como hicimos nosotros.
Felipe González Ahumada, alumno de tercer año de Derecho
Secretaría de Género y Sexualidades Universidad Católica (SEGEX UC)
