El día del lanzamiento de la precandidatura presidencial de Beatriz Sánchez en Plaza Italia, las redes sociales se llenaron de fotografías donde los adherentes del Frente Amplio, y en particular de los partidos que “lideran” los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, subían fotos a redes sociales con la candidata y un multitudinario público, aunque en realidad una imagen aérea publicada después mostraba una convocatoria “justa” por no decir escasa, en la cual casi no habían ciudadanos de “a pie” sino los convocados por estos partidos, los nuevos intelectuales de la política, aquellos que se criaron en la post dictadura y que tienen la certeza de saber qué es lo bueno y lo malo para todos nosotros los chilenos.
Y es que a estos jóvenes -Boric y Jakson- la ley no les da la edad para ser presidente, ellos representan la total ambigüedad del “Zoon Politikón” o “animal político” para decirlo en chileno, ambigüedad que no los sitúa ni a la izquierda ni a la derecha y que hace que sus adherentes ante simples preguntas reconozcan que no saben de qué va esto.
Jackson, elegido gracias a la abstención negociada de candidato de la Nueva Mayoría en su zona hoy reniega de ella, y a pesar de mucho leerle es imposible saber qué es lo que persigue políticamente o cuáles son sus ideas para aportar al “bien común”. En tanto Boric… nada tengo que decir de él más que la abundante cantidad de críticas a la que ha expuesto a muchos actores públicos para ganar un pedazo de prensa y los comentarios de su zona en la que, según dicen, no sería reelecto al ser un político “fantasma” que sólo ven a través de los medios de comunicación.
Esto me hace pensar, de nuevo, en la candidatura de “la Bea” y en la foto que enviaron desde la oficina parlamentaria del diputado Jackson el día de la proclamación. Aquí vamos de nuevo, veo a Jackson claramente reclamando en contra de cualquier candidato que haga campaña con platas “fiscales” o con periodista pagada por el Congreso, pero eso a él no lo toca, él lo puede hacer, porque los “chiquillos” del Frente Amplio son dueños de la verdad y de lo que está bien o mal en política: en la foto en cuestión, una “selfie” tomada por la pre-candidata Sánchez, se ven sólo los ojos de la candidata y, en primer plano, Jackson y Boric a cara completa. [Ver imagen].
[cita tipo=»destaque»] Sin duda que estas prácticas afectan a la democracia, con esto no quiero decir que haya que censurar candidatos, lo que me parece grave es mentirle al electorado con candidatos virtuales que son un simple avatar de las verdaderas razones políticas ocultas en su candidatura.[/cita]
No hace falta esta foto para saber que ellos son los reales candidatos, pero como dicen “una imagen vale más que mil palabras” y ésta lo confirma. Causa cierto pudor ver cómo una figura pública es usada en política por cierto grupo que dicen no estar de acuerdo con nada de lo antes hecho, pero que finalmente se integra al juego político igual que los partidos tradicionales. Digo esto porque es claro para cualquier lector, aunque no sepa nada acerca del arte de gobernar, que esta candidatura ficticia no es nada más que la posibilidad de tener una herramienta para negociar, un token que puede ser cambiado por una candidatura o por condicionar el apoyo a cierto candidato/a, ya lo veremos.
Sin duda que estas prácticas afectan a la democracia, con esto no quiero decir que haya que censurar candidatos, lo que me parece grave es mentirle al electorado con candidatos virtuales que son un simple avatar de las verdaderas razones políticas ocultas en su candidatura.
Beatriz Sánchez, -de quien sólo tengo como referencia su trabajo periodístico-, es una candidata no política de la cual se conoce poco su opinión. Como periodista eso sí en el desaparecido programa Hora 20 de La Red, el cual conducía, en alguna oportunidad dijo algo así como que “Piñera hizo un muy buen Gobierno”. Lamentablemente de esa frase sólo tengo el recuerdo televisivo, por lo que no puedo documentar más que con la memoria y el respaldo de una amiga periodista que también lo recuerda así, por lo tanto tampoco podríamos decir que Sánchez es o fue una defensora del gobierno de Piñera, así como tampoco de los gobiernos de la Concertación… y hace bien, porque como periodista es cuestionable tener una tendencia política marcada, pero también ahora como candidata está en el conveniente limbo del aquí y allá, al que se acostumbraron sus propulsores.
Así surge de nuevo la pregunta que nadie puede responder con certeza: ¿De qué va esto?, lo claro es que, en estos nuevos tiempos, más valen los rostros que las ideas o la historia que sustente a un aspirante al sillón presidencial. Así las cosas, por ejemplo, si al neo tuitero Luksic le dan las ganas de sentarse en La Moneda, muy por seguro que marcaría más en las encuestas que algunos que ya están en carrera.
