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El Iceberg de la Ciencia

Alex C. Gormaz-Matamala
Por : Alex C. Gormaz-Matamala MSc en Ciencias Físicas y Astrónomo, Universidad de Concepción Doctor (C) en Astrofísica, Universidad de Valparaíso
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Pero no le carguemos la mano exclusivamente al periodismo: nosotros como científicos también tenemos la responsabilidad de divulgar y dar a conocer nuestro trabajo. Las afirmaciones hechas desde el mundo de la Ciencia no se originan porque sí: hay todo un planteamiento lógico que las sustentan. En la medida que nos involucremos nosotros dando a conocer dichos planteamientos racionales, la gente podrá ver la «cara oculta» del iceberg y podremos aspirar a tener una sociedad científicamente culta.


Los tiempos de internet y Facebook parecieran ser también los tiempos de la pseudo-filosofía y la autoayuda. Todos nos hemos encontrado en nuestro muro más de alguna vez imágenes con un mensaje pseudo-filosófico. Una de esas tantas imágenes era la de un iceberg mostrando lo «visible» (éxito) y lo «oculto» (esfuerzo, dedicación, etc). El mensaje es un claro lugar común, sin embargo, la metáfora del iceberg quedó en mi inconsciente para usarlo ahora con el fin de ilustrar otra situación, generalmente no tan obvia: el cómo trabaja la Ciencia.

La Ciencia funciona bajo la aplicación del (valga la redundancia) Método Científico: haciendo la hipótesis; diseñando el experimento u observación; contrastando lo predicho por nuestra teoría con lo que muestra la evidencia; descartando, aceptando o corrigiendo nuestra hipótesis según sea el caso y volviendo a repetir el ciclo (con una nueva hipótesis) desde el principio. El Método Científico está fuertemente ligado a lo que es el Pensamiento Crítico, dado que se basa en el cuestionar la Naturaleza, debatir y rebatir argumentos y elaborar nuevas ideas.

Es importante recalcar que, el Método Científico jamás nos dirá la verdad absoluta acerca de un tema, por la sencilla razón de que nuestros experimentos y mediciones están limitadas acorde a lo que nuestra tecnología sea capaz, y también porque los seres humanos no somos perfectos. Sin embargo, el Método sirve para descartar las ideas erróneas, aquéllas que no se ajustan a lo que observamos y medimos. Y entonces, nos vamos quedando con «lo que queda», es decir, un conjunto cada vez más reducido de posibles explicaciones a un fenómeno. De aquí generamos nuevo conocimiento, que posteriormente se traduce en mejor tecnología para diseñar experimentos más precisos y obtenemos entonces un círculo virtuoso. Iremos descartando cada vez otras ideas, hasta que cada vez nuestro «producto final» sea más y más preciso. ¿Conclusión? La Ciencia no prueba que algo sea cierto, sino que algo está equivocado (como dijo el profesor Doug Geisler en la UdeC la primera clase de Astronomía que tuve con él). La Ciencia no nos entrega la verdad absoluta (en el caso que tal cosa exista), pero de todas formas nos permite dejar atrás el conocimiento obsoleto. Es entonces, un Método que nos permite progresar como sociedad.

¿Y qué tiene que ver todo esto con un iceberg? Bueno, que debajo de cada teoría científica existe un enorme «bloque» de trabajo que se dedicó a someter a prueba la teoría. Sin embargo, ese trabajo por lo general sólo lo vemos nosotros, no así la gente ajena a la Ciencia. Se genera entonces una desconexión entre todo lo que ha sido nuestro trabajo, y la gente que sólo ve la parte visible del iceberg. Las consecuencias de esta desconexión son evidentes: la gente termina percibiendo a los científicos como un grupo elitista y de mente cerrada que creen saberlo todo. De acuerdo, quizá sea exagerada la sentencia anterior, pero en general la percepción es una fracción (a veces mayor, a veces menor) de lo anteriormente descrito. Un ejemplo simple: cuando decimos que la astrología no funciona, más de una vez habremos recibido como respuesta ‘¿pero y qué pasaría si funciona?’ o ‘se nota que no la han estudiado’. La gente no sabe que cuando decimos que la astrología (o en el campo de la Biología, la «medicina» alternativa) no funciona es porque ya nos hemos puesto en el escenario de qué pasaría si realmente funcionara. Se le han ejecutado los experimentos de rigor y se vio que fallaban (como ejemplo, puede ver acá el trabajo de una niña de 11 años demostrando que el reiki no funciona). Es decir, forman parte de las tantas ideas descartadas gracias al Método Científico. Pero una vez más, para reforzar la idea: la gente no lo sabe y sólo ve el hielo sobre la superficie.

¿Y por qué sucede esto? La respuesta tiene que ver con la forma en que se suele informar y comunicar sobre Ciencia: enfocándonos en los resultados más allá del método usado (sí, acá entramos en la compleja relación entre Ciencia y Periodismo). Si usted busca noticias científicas en la prensa, encontrará que prácticamente todas están concentradas en los resultados obtenidos y no ahondan más en profundidad. No suele haber información acerca de cuál fue la hipótesis inicial, qué metodología se usó (con sus ventajas y desventajas) y, por sobre todo, qué ideas alternativas fueron rechazadas. El resultado final es entonces una «noticia» consistente en un compilado de datos muy poco comprensibles para los no expertos. Ciertamente hay excepciones, pero la regla general es concentrarse simplemente en los resultados. Una noticia científica no puede sólo ser entregar conocimiento académico y mostrar «qué es lo que dicen los científicos/académicos», también debe serlo el explicar cómo ese conocimiento se produce.

Pero no le carguemos la mano exclusivamente al periodismo: nosotros como científicos también tenemos la responsabilidad de divulgar y dar a conocer nuestro trabajo. Las afirmaciones hechas desde el mundo de la Ciencia no se originan porque sí: hay todo un planteamiento lógico que las sustentan. En la medida que nos involucremos nosotros dando a conocer dichos planteamientos racionales, la gente podrá ver la «cara oculta» del iceberg y podremos aspirar a tener una sociedad científicamente culta.

Una luz en la oscuridad

Lo que separa a la Ciencia de la pseudo-ciencia es que la primera es falsable, es decir, la Ciencia se atreve a proponer ideas que tienen la capacidad de demostrarse falsas (al respecto, les recomiendo ver este video con subtítulos en español). El video muestra como ejemplo el caso del eclipse solar para demostrar la Relatividad General, y podemos agregar como ejemplo que la Evolución perdería su sustento si, por ejemplo, es encontraran fósiles de seres humanos al lado de fósiles de dinosaurios o al lado de trilobites. Precisamente este Falsacionismo es el que ha permitido hacer descartes y, en definitiva, es el que le permite a la Ciencia ir progresando y refinando sus postulados. De aquí extraemos entonces que: si un postulado o idea no es falsable o peor aún, es hostil ante la posibilidad de ser rebatido entonces nos enfrentamos frente a una pseudo-ciencia: a un conjunto de ideas fijas, preconcebidas arbitrariamente y sin el soporte de los hechos. En la pseudo-ciencia la razón y la lógica no tienen cabida: sólo importa elaborar un discurso que apele a la emotividad de la gente, así que como puede ver, es el germen de la post-verdad.

Es por este motivo que debemos cultivar el pensamiento racional en nuestra sociedad. En caso contrario estamos expuestos ‘al primer charlatán que se nos presente’, tal como nos lo advirtió Carl Sagan hace ya casi veinte años (cualquier semejanza con la realidad mundial no es simple coincidencia). No nos podemos dar el lujo de creerle a cualquier persona sólo porque se erija como una figura de autoridad en televisión: debemos ser escépticos, así como la Ciencia nos enseña a ser escépticos con nosotros mismos.

En síntesis: las afirmaciones provenientes del mundo de la Ciencia (lo visible del iceberg) son fruto de un arduo trabajo elaborando hipótesis, testeando resultados y eliminando las ideas que no se ajustan a lo observado (lo oculto del iceberg). Usted debe tener claro esto la próxima vez que se le presente la visión de la Ciencia respecto a temas como , por ejemplo, salud: no son «opiniones» descendidas desde un Olimpo, son ideas obtenidas a partir de todo un marco de debate racional. Si como Humanidad hemos podido erradicar enfermedades o disponer de una tecnología jamás soñada es gracias a la Ciencia porque ésa es su misión: estar al servicio de la sociedad. Por supuesto que la Ciencia no es perfecta (al igual que cualquier herramienta creada por la Humanidad). Sin embargo (parafraseando una vez más a Carl Sagan): ‘la Ciencia no es perfecta, con frecuencia se utiliza mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos, se corrige a sí misma, está siempre evolucionando y se puede aplicar a todo. Con esta herramienta conquistamos lo imposible’.

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