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Descentralización QEPD: veto PPD, desidia del poder

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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Se veía venir, pero esa incauta tendencia a la esperanza nos tenía con alguna mirada en la Presidenta de la República.

Fuentes confiables me confesaron la verdad, tras sufrir el silencio y la dureza de oír como colgaban el celular de muchos ex «amigos» de la Concertación que en las tres últimas segundas vueltas me despertaban a las 2 AM para rogarme «luchar por ellos y evitar que gane la derecha».

Formalmente los cinco senadores del PPD han vetado continuar discutiendo el proyecto de traspaso de competencias que subordina la implementación de la elección de intendentes (gobernadores regionales). Eugenio Tuma no pone en tabla el proyecto que descansa en su agonía en la Comisión de Hacienda del Senado.  Tuma públicamente pide más competencias, entre ellas caminos secundarios para control regional, pero su correligionario del mismo PPD, Sergio Galilea, se opone a tocar un pétalo a Vialidad, mientras el coro neo-clientelar de padrinos de los territorios, se ufana de dejar todo donde está. «No dejaremos mal a la Presidenta, al menos legislaremos en este período», «no podemos votar en medio de la debacle de los partidos que no conseguimos las firmas», «no hay espacio para llegar con todo aprobado al 20 de abril y así entren en las primarias la selección de los candidatos a gobernadores regionales», etc., etc., etc.

[cita tipo=»destaque»] Murió el sociólogo Bauman y nos resuena su concepto de la «naturalización de anomalía». Estamos indefensos a la corrupción programática, el descaro, la sinrazón, el «chutearpa adelante» con vaguedad, el iniciar procesos y dejarlos a medio camino, en un sendero de lobos centralistas y «partido del orden» que no quiere soltar poder  porque territorios con autonomía y emancipados pueden desordenar el modelo y subvertir el monopolio empresas, partidos hegemónicos.[/cita]

Murió el sociólogo Bauman y nos resuena su concepto de la «naturalización de anomalía». Estamos indefensos a la corrupción programática, el descaro, la sinrazón, el «chutearpa adelante» con vaguedad, el iniciar procesos y dejarlos a medio camino, en un sendero de lobos centralistas y «partido del orden» que no quiere soltar poder  porque territorios con autonomía y emancipados pueden desordenar el modelo y subvertir el monopolio empresas, partidos hegemónicos.

Somos actores pequeños que seguimos con las banderas adelante; los Federales, la Federación Regionalista Verde de partidos de provincia, sectores del Frente Amplio, minorías en la N. Mayoría como el diputado González o Guillier que se creen el cuento, pero no logran «ordenar» a sus propios partidos para que se jueguen la vida por algo relevante.

Las palabras de Laclau también resuenan: «En A. Latina sólo se hacen cambios con una presidencia transformadora». Sólo nos queda la posibilidad de movilizarnos y/o que la Presidenta Bachelet ponga suma urgencia y el pueblo, al menos, sepa quién es quién. De lo contrario, la desidia del poder no será perdonada por la historia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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