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Guillier, Luksic y el populismo Opinión

Guillier, Luksic y el populismo

Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva Cuadra Psicólogo, académico y consultor
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Guillier se ha animado a lanzar ideas que dan cuenta de cómo podría conducir al país. Por ejemplo, señaló que creía que los grandes proyectos –como las reformas– debían ser “consensuados con la oposición”, lo que le valió duras críticas de sectores del PPD, PS y PC. Los mismos dardos recibió cuando dijo que la Reforma a la Constitución debía debatirse “con más calma” y postergarse. Más pragmáticas que populistas sus ideas.


No es la primera vez que a Alejandro Guillier lo tratan de populista. Sin ir más lejos, hace seis meses, el senador  Ignacio Walker las emprendió durante varias semanas contra su par en el Congreso. Señaló, en ese momento, que el ex rostro de televisión iba “en camino a convertirse en demagogo y populista”. También lo invalidó por su participación en el spot de una isapre, como si el periodista se hubiera imaginado una década atrás en la posición que estaría en la actualidad.

El sábado pasado, Walker volvió a la carga contra Guillier y, junto con reiterar su carácter populista, sentenció que un gobierno del abanderado radical  alejaría a Chile del crecimiento económico. De seguro, el senador DC quiso anticipar el anuncio que haría al día siguiente Carolina Goic, quien competirá por el sillón de La Moneda, pese a que había afirmado –al ser electa presidenta de su partido– que esta responsabilidad le impedía esa opción. Cosas de la política.

Hace unos días, el prestigioso The Economist, incluyó un artículo denominado  “Un Peronista en el Potomac”, en el cual vinculaba el estilo del polémico presidente estadounidense, Donald Trump, con varios mandatarios y políticos latinoamericanos. Por cierto, una curiosidad si consideramos los innumerables personajes de perfiles populistas y autoritarios en el mundo que han sido apoyados durante décadas por el gobierno estadounidense. El análisis del medio mencionaba a personajes de la talla de Fujimori, Cristina Fernández y Chávez –entre otros– y, de paso, destacaba al senador Guillier como “un ex conductor de televisión que hace alarde de un lazo especial con ‘la gente’, tiene una chance en las elecciones de noviembre”.

Definitivamente, Alejandro Guillier no tiene nada que ver con el liderazgo y estilo de Trump. El senador constituye un fenómeno de novedad dentro de una clase política fuertemente cuestionada por la opinión pública. Es el rostro distinto, el hombre que viene del mundo de las comunicaciones, con el plus de la credibilidad que aporta la TV y, especialmente, sus áreas de prensa.

[cita tipo=»destaque»]Reitero que nuestro propio Trump aún está en desarrollo, pero de que se viene, se viene. Percibo en el horizonte a varios. Me lanzo con un nombre: Andrónico Luksic. Hace unos meses dio una cuidada entrevista, cuyas opiniones superaron por lejos el ámbito de lo empresarial. Visión crítica del Estado, del manejo del Transantiago, del puente Cau Cau. Visión de la reforma educacional, de cómo mejorar las pensiones. Alabanzas a Aylwin, crítico del proceso constituyente, brutal para juzgar a una Presidenta en ejercicio.[/cita]

Lo cierto es que el senador, hasta el día de hoy, no ha hecho grandes propuestas ni tampoco promesas. Así como no tiene programa, tampoco es posible identificar en su relato ideas delirantes u ofertones. Y eso es precisamente lo que le critican desde los hermanos Walker a la UDI. Incluso, en el último tiempo, Guillier se ha animado a lanzar ideas que dan cuenta de cómo podría conducir al país. Por ejemplo, señaló que creía que los grandes proyectos –como las reformas– debían ser “consensuados con la oposición”, lo que le valió duras críticas de sectores del PPD, PS y PC. Los mismos dardos recibió cuando dijo que la Reforma a la Constitución debía debatirse “con más calma” y postergarse. Más pragmáticas que populistas sus ideas.

Pero si en algo tiene razón The Economist es en la simpatía que despierta en las personas. No en vano, en la mayoría de las encuestas, ha logrado un empate técnico con Piñera

Sí concuerdo con la columna del medio estadounidense, en que tenemos un fuerte riesgo de contagiarnos con el populismo nacionalista de Trump, aunque estoy convencido de que en las elecciones de noviembre esto es poco probable, pero sí en las de 2021. Ya hay algunos signos, más allá de la anécdota de Farkas.

Sin ir más lejos, Manuel José Ossandón es mucho más populista que Guillier. Lanza propuestas generales, del tipo “acabaremos con la delincuencia”. Aunque mantuvo silencio durante el megaincendio, fue capaz de aparecer – semanas después– denunciando con espectacularidad al famoso “cartel del fuego”. Otro ejemplo: en medio de la discusión acerca de la inmigración, señaló que él impediría el ingreso de “delincuentes” entre aquellos que buscan oportunidades en Chile. ¿Acaso su propuesta incluye un cuestionario a los que arriban a nuestro territorio en que se les consulte “¿usted es un ladrón”?

También es populismo decir en “veinte días hemos hecho más que en 20 años”, frase que expresó Sebastián Piñera al iniciar su Gobierno y que recién acaba de replicar –no sin orgullo– unos de los principales asesores del mandatario estadounidense cuando sentenció: “En pocos días Trump ha hecho más que todos los presidentes de EE.UU.”. Por favor, estas frases sí que denotan populismo puro.

Reitero que nuestro propio Trump aún está en desarrollo, pero de que se viene, se viene. Percibo en el horizonte a varios. Me lanzo con un nombre: Andrónico Luksic.

Hace unos meses dio una cuidada entrevista, cuyas opiniones superaron por lejos el ámbito de lo empresarial. Visión crítica del Estado, del manejo del Transantiago, del puente Cau Cau. Visión de la reforma educacional, de cómo mejorar las pensiones. Alabanzas a Aylwin, crítico del proceso constituyente, brutal para juzgar a una Presidenta en ejercicio. Luego vendría una donación de 4.000 millones de pesos a la Teletón –que literalmente logró que se cumpliera la meta a menos de una hora de su término–, y hace unas semanas financió al nuevo símbolo de Chile: el SuperTanker. Juzgue usted.

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