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La insuficiente reforma al financiamiento de la política

Daniel Ibáñez
Por : Daniel Ibáñez Presidente de la Fundación Participa.
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En ese sentido, se hace necesario que Servel tome las medidas necesarias para poner fin a la asimetría que ha generado entre los partidos vigentes o tradicionales y los partidos en formación, generando las condiciones para facilitar el proceso de refichaje en el caso de los primeros y el de inscripción en el caso de los segundos, teniendo en consideración todas las medidas para que estos sean procesos transparentes donde se garantice la imposibilidad de suplantar la voluntad de los ciudadanos para ratificar o adherir por primera vez, según sea el caso, a una militancia política.


Como respuesta a la crisis de legitimidad y transparencia que sufre nuestro país, el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet impulsó una serie de reformas que incorporaban cambios importantes al sistema de partidos políticos, estableciendo nuevas exigencias para asegurar un funcionamiento democrático y profesionalizado de éstos, estableciendo por primera vez un sistema de financiamiento público de las colectividades, terminando con el financiamiento privado.

La nueva legislación estableció como fecha clave el próximo 14 de abril, días en que los denominados partidos tradicionales deben acreditar que cuentan con 18 mil militantes y aquellos que no logren cumplir esta exigencia se verán expuestos a consecuencias, como la pérdida de los aportes que reciben del Estado o la imposibilidad de inscribir candidaturas, entre otros. Por su parte, los partidos en formación deben estar inscritos en tres regiones contiguas o bien en ocho regiones.

La obligación establecida para los conglomerados tradicionales en el papel parecía fácilmente alcanzable si consideramos que las distintas colectividades mostraban padrones de militantes que fluctuaban entre los 60.000 y 120.000 afiliados. Sin embargo, el proceso ha sido mucho más complejo de lo que se esperaba, y muchos partidos ven con dificultad poder cumplir con la exigencia de realifiación en el plazo señalado.

En ese contexto, el Servicio Electoral (Servel) decidió flexibilizar los trámites para que las colectividades cumplan con el requisito de refichaje de militantes, implementando un sistema para que la reinscripción se pueda llevar a cabo no solo a través de los procesos presenciales ante ministro de fe o vía clave única del Registro Civil, sino también mediante correo electrónico, adjuntándose copia digital de la cédula de identidad. Esta flexibilidad, que surge además, luego de que algunos de los partidos “tradicionales” solicitaran mayores facilidades a Servel, ha generado una serie de cuestionamientos por parte de movimientos políticos y colectividades que se encuentran en proceso de formación, por estimarse que se estaría otorgando privilegios a los partidos “tradicionales”.

Resulta absolutamente razonable facilitar los procesos tanto de refichaje como de afiliación, usando para ello las tecnologías de la información, particularmente considerando que resulta poco lógico que fuera más complejo reficharse que inscribirse en un partido ya existente. Sin embargo, resulta inexplicable que Servel genere estas facilidades a los partidos tradicionales sin entregar iguales o al menos similares herramientas a los partidos en formación, como por ejemplo facilitar la inscripción de militantes vía electrónica, lo cual resulta clave para estas colectividades.

En ese sentido, se hace necesario que Servel tome las medidas necesarias para poner fin a la asimetría que ha generado entre los partidos vigentes o tradicionales y los partidos en formación, generando las condiciones para facilitar el proceso de refichaje en el caso de los primeros y el de inscripción en el caso de los segundos, teniendo en consideración todas las medidas para que estos sean procesos transparentes donde se garantice la imposibilidad de suplantar la voluntad de los ciudadanos para ratificar o adherir por primera vez, según sea el caso, a una militancia política.

Junto a lo anterior, y sin perjuicio de que Servel tome las medidas para subsanar el tratamiento discriminatorio del que estarían siendo objeto los partidos nuevos, llama la atención y preocupa de sobremanera que la discusión esté solamente centrada en cuanto a los mecanismos, y tanto los partidos tradicionales como los nuevos o en formación sigan sin hacerse cargo del problema de fondo, que no es otro más que el creciente y profundo desapego ciudadano respecto de la política.

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