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La intolerancia de los tolerantes

Por: Eduardo Cruz-Coke M.


Señor Director:

Hoy se habla mucho de discriminación: contra las minorias sexuales, contra los pueblos indígenas, contra los discapacitados y las personas que tienen defectos físicos; la discriminación contra las mujeres en el plano laboral y político.

Pero todas esas discriminaciones son ostensibles; nadie las podría negar. Sin embargo hay una discriminación soterrada, hipócrita: la discriminación contra las personas creyentes, especialmente los cristianos, sean católicos o evangélicos.

Véase cualquier columna de comentarios sobre los llamados temas valóricos. Si una persona está en desacuerdo con el aborto terapéutico o  la eutanasia, puedo asegurar que la mayoría  de los demás opinantes  en lugar de dar argumentos fundados, psicológicos o filosóficos, lanzan toda de clase de insultos o descalificaciones a los principios  religiosos de quien se opone a esas iniciativas legales. Es una realidad indesmentible.

Se trata de una discriminación contra personas por el solo hecho de tener una creencia religiosa. Se sabe que en la oposición a toda forma de aborto coinciden todas las religiones monoteístas, no sólo los cristianos, también  judíos y musulmanes.

Eduardo Cruz- Coke M.

 

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