Las autoridades británicas declararon una inusual alerta roja meteorológica por nieve para parte de Inglaterra y Gales ante el duro embate de la tormenta Emma.
Fue anticipado como «el período más frío en Reino Unido en varios años», quizá desde 1991. Y sus efectos se han hecho sentir.
Las autoridades británicas declararon una inusual alerta roja meteorológica por nieve para parte de Inglaterra y Gales ante el duro embate de la tormenta Emma.
Se espera que en algunas partes de Reino Unido lleguen a acumularse hasta 50 centímetros de nieve.
Las carreteras, ferrocarriles y aeropuertos se han visto severamente afectados por tres largos días de temporal que han forzado el cierre de miles de escuelas.
Se estima que miles de vehículos a lo largo del país quedaron atrapados en las carreteras bajo temperaturas inclementes, lo que obligó en algunos casos al despliegue de fuerzas militares para rescatar a conductores y pasajeros.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESEl servicio meteorológico británico, Met Office, había emitido hasta la madrugada de este viernes un total de 11 alertas por severas condiciones climáticas con nieve, hielo y fuertes vientos.
Los primeros tres días de temporal se saldaron con tres víctimas mortales en el país. En Leeds, una mujer de 75 años fue hallada muerta en una calle cubierta de nieve; mientras que en Cornwall, una niña de 7 años murió cuando un auto se estrelló contra una casa.
En otro accidente de auto, en Berkshire, un hombre de 46 años falleció en un choque con un camión en una carretera congelada.
Derechos de autor de la imagenBBC.Por otra parte, en Escocia el jueves fue necesario desplegar soldados para transportar a 200 trabajadores hospitalarios para que pudieran hacerse cargo de sus turnos en las salas de urgencia.
Pero, los problemas podrían ir a más.
La compañía de gas advirtió que podría no haber suministro suficiente para responder a la alta demanda.
Derechos de autor de la imagenROGER HARRISEl frío también está afectando otras partes de Europa.
Se han reportado decenas de muertos a lo largo del continente, 21 de ellos en Polonia.
En Francia, unos 2.000 conductores quedaron atrapados en las carreteras cerca de Montpellier.
