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Terremoto político en Alemania al fracasar el acostumbrado consenso

Terremoto político en Alemania al fracasar el acostumbrado consenso

Las coaliciones entre aliados tradicionales como conservadores y liberales o Verdes y socialdemócratas (SPD) ya no son posibles: Después de la irrupción del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como tercera fuerza política en las elecciones del 24 de septiembre, el Bundestag (Parlamento) está mucho más fragmentado.


¿Qué ocurre en Alemania? ¿Por qué no pueden formar Gobierno? En casi 70 años de historia, el país se ha caracterizado por Ejecutivos de consenso entre dos partidos políticos, pero la irrupción de los ultraderechistas en el Parlamento ha generado una nueva situación política.

«En Alemania domina una nueva realidad política», escribió este lunes el semanario alemán «Zeit» en su edición digital tras el fracaso de las negociaciones entre conservadores, liberales y ecologistas, una alianza que habría sido inédita a nivel federal.

Pero las coaliciones entre aliados tradicionales como conservadores y liberales o Verdes y socialdemócratas (SPD) ya no son posibles: Después de la irrupción del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como tercera fuerza política en las elecciones del 24 de septiembre, el Bundestag (Parlamento) está mucho más fragmentado.

«Esto podría causar que una alianza entre tres partidos deje de ser una excepción para convertirse en una regla», escribió el rotativo.

Esta realidad dificulta mucho la formación de un Gobierno de coalición al sentar en la mesa a partidos de políticas contrarias en muchos puntos como el clima, la migración, la contaminación o temas fiscales.

Desde el principio, Alemania fue consciente de las grandes diferencias entre conservadores, liberales y ecologistas. Sin embargo, a pesar de que se especuló sobre la posibilidad de que el primero en abandonar las negociaciones fuera el partido de Los Verdes, al final, tras cuatro semanas de contactos y reuniones maratonianas, acabó siendo el partido liberal FDP el que se levantó de la mesa.

A partir de ese momento comenzó un cruce de acusaciones entre los implicados. Mientras desde Los Verdes acusaban a los liberales de anteponer el interés del partido al del país, desde los liberales criticaban el papel de Merkel como líder en las negociaciones y desde los conservadores hablaban de «diferencias insalvables» entre ecologistas y liberales.

«Para Alemania es un revés. Pocas veces se ha debatido tanto tiempo y de manera tan intensa para abrir la ronda de negociaciones formales para una posible coalición», reconoció el lunes el diario «Süddeutsche Zeitung», un día después del fracaso de las conversaciones.

La decisión de los liberales volvió a situar todas las miradas hacia el SPD, ante la posibilidad de que éste pudiera dar marcha atrás en su decisión de volver a la oposición tras cuatro años de Gobierno con la canciller Angela Merkel y de sufrir el peor resultado de su historia en las elecciones del 24 de septiembre.

Pero el SPD se mantiene firme y descartó ayer reeditar una coalición con los conservadores. Por el contrario, aseguró no temer una nueva convocatoria de elecciones.

«El hecho de que la única alternativa que quede sea una eterna Gran Coalición, como vivió durante décadas Austria, por ejemplo, es algo que nadie puede desear realmente», comentó «Die Zeit». «Tampoco si mirando atrás se diga que no ha gobernado mal Alemania en los últimos cuatro años», agregó.

La negativa del SPD a formar una nueva gran coalición, sumada al fracaso de las negociaciones entre liberales, conservadores y verdes, sólo deja otras dos posibilidades: nuevas elecciones o un Gobierno en minoría con la inestabilidad que ello conlleva, tanto para el propio país como para la Unión Europea, ya que Alemania es la economía más potente del bloque.

De momento, el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, hizo el lunes un nuevo llamamiento a la responsabilidad política de los partidos y les recordó el mandato que el electorado ha depositado en ellos.

Una cosa está clara y es que Alemania se encuentra ante un hecho inédito hasta ahora. «Naturalmente que se trata de un terreno complicado, pero sólo porque no se haya dado nunca esta situación hasta ahora en Alemania no hace que el país se hunda en el caos», resumió «Die Zeit».

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