«El arquitecto de la democracia moderna, perdón que les diga, fui yo. Quien generó la Constitución que hoy todos respetan», escribió el ex presidente peruano en Twitter desde su celda.
Perú recordó hoy el 25 aniversario del «autogolpe» de Estado perpetrado por el entonces presidente Alberto Fujimori y que supuso un quiebre de la legalidad democrática, cuyo resultado aún divide al país, en donde sus mayores defensores ostentan en la actualidad la mayoría parlamentaria.
Fujimori, hoy en prisión por esos hechos, grandes actos de corrupción y graves violaciones a los derechos humanos cometidos bajo su mandato (1990-2000), protagonizó la jornada con un mensaje de reivindicación del golpe emitido en las redes sociales.
«El arquitecto de la democracia moderna, perdón que les diga, fui yo. Quien generó la Constitución que hoy todos respetan», escribió Fujimori en Twitter desde su celda, al recordar la instauración del denominado «Gobierno de emergencia y reconstrucción nacional».
El exmandatario agregó que «para hacer tortillas hay que romper huevos. Alguien tenía que hacerlo. Desde la cárcel les digo: Valió la pena!».
Para hacer tortillas hay que romper huevos. Alguien tenía que hacerlo. Desde la cárcel les digo: Valió la pena!.
— Alberto Fujimori (@albertofujimori) 5 de abril de 2017
La noche del 5 de abril de 1992, Fujimori compareció en la televisión peruana para anunciar la «disolución» del Congreso bicameral, y la «reorganización» del Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y la Fiscalía.
Poco después, militares rodearon las redacciones de los principales medios del país, entre ellas la Agencia Efe, enviaron los tanques a la calle y secuestraron a varios opositores y periodistas.
Este golpe fue mayoritariamente apoyado por la ciudadanía, que poco después ratificó en referéndum las reformas constitucionales propuestas por Fujimori y reeligió en 1995 y en 2000 al mandatario para dos nuevos periodos presidenciales.
Gustavo Gorriti, uno de los periodistas secuestrados durante el golpe y recluido en el cuartel general del Ejército, donde se torturó y asesinó a opositores del régimen, consideró hoy en declaraciones a Efe que la reivindicación de aquellos hechos realizada por Fujimori «establece una nueva frontera del dislate».
«Fue tras el derrocamiento de su dictadura cuando se construyeron las bases de la democracia peruana, que aunque precaria, ha sobrevivido como nunca en la historia y ha guiado al Perú a varios años de desarrollo en una escala sin precedentes», afirmó Gorriti.
El periodista lamentó, sin embargo, que el golpe de Fujimori dejara «una costra de tradición autoritaria» y una «base social que apoya a un caudillo que sea discrecionalmente dadivoso o punitivo».
Gorriti se refirió así al partido fujimorista Fuerza Popular, dirigido por Keiko Fujimori, hija del expresidente, y cuyos máximos representantes han insistido en los últimos días que un golpe como aquel «no debe repetirse», aunque no lo condenaron categóricamente.
Uno de ellos es su otro hijo, Kenji Fujimori, el congresista más votado en las dos últimas elecciones, quien en una entrevista difundida el domingo en el dominical Cuarto Poder dijo que el fujimorismo tenía una deuda con la ciudadanía por el 5 de abril.
Sin embargo, la abogada y ex congresista fujimorista Martha Chávez defendió en el diario El Comercio la disolución del Congreso como una «medida drástica y necesaria».
«Yo siempre digo que el 5 de abril nos ahorró una guerra civil. Sin un 5 de abril el Perú se hubiese sumido en un caos que nos hubiera enfrentado a los peruanos de forma sangrienta», afirmó.
Este camino ambiguo del fujimorismo fue duramente recordado por varios medios peruanos, quienes resaltaron precisamente la impronta autoritaria de algunas de las más recientes propuestas parlamentarias de este grupo, que cuenta con 72 de los 130 diputados del Parlamento, como un proyecto de ley para que los corruptos no puedan dirigir la línea editorial de medios de comunicación.
Así, El Comercio expresó hoy su preocupación por esta iniciativa que pretende que sea «el Congreso» quien decida «quién debe y quién no» participar en un medio de comunicación y definir «los contornos de una prensa objetiva, veraz, plural y oportuna».
«Para conocer la consistencia democrática de quienes nos gobiernan o aspiran a hacerlo algún día, sigue siendo pertinente preguntarles acerca de un golpe de Estado ocurrido hace 25 años.(…) Clamar ‘Nunca más un 5 de abril’ es fácil cuando el presente y la expectativa sobre el futuro son favorables. Pero es en las circunstancias más apremiantes cuando las verdaderas vocaciones democráticas se ponen a prueba», recordó el diario.
