La llegada de Trump a la Casa Blanca le ha «quitado el freno» al gobierno ultraderechista de Netanyahu
Hoy martes Israel ha aprobado la construcción de 2500 viviendas en asentamientos judíos de Cisjordania. Estos asentamientos se ubican en zonas anexadas por el estado hebreo en la guerra de los seis días y son calificados por la comunidad internacional como ilegales, especialmente luego de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que los Estados Unidos -aun liderados por Obama- no ejercieron su poder de veto en favor de Israel como era costumbre.
El Estado de Israel fue creado en 1948 a expensas de la ONU y con el beneplácito de EEUU y la Unión Soviética para saldar el viejo anhelo de una patria judía en su tierra ancestral. Fue establecido en un área del Mandato Británico de Palestina, antes provincia del Imperio Otomano, sin embargo las constantes desaveniencias entre judíos y árabes han cambiado sustancialmente las fronteras entre ambos colectivos, e impedido la creación de un estado palestino vecino a Israel. En 1967 el estado judío invadió Cisjordania, que se encontraba de facto anexionada a Jordania.
El Ministerio de defensa israelí anunció la ampliación de los asentamientos en Cisjordania con el objetivo de que los colonos puedan «llevar una vida más normal». “Estamos construyendo y seguiremos construyendo”, escribió el primer ministro Benjamín Netanyahu, a través de su cuenta de Twitter poco después. Alrededor de 400.000 colonos judíos viven en centenares de asentamientos en Cisjordania, y 200.000 en la parte este de Jerusalén, que es reclamada por los árabes como capital para un futuro Estado Palestino. Ambas zonas han sido tradicionalmente de mayoría árabe.
Las nuevas casas serán erigidas en Beit El , asentamiento que ha recibido financiación de la familia del yerno y asesor del presidente Trump, el judío ortodoxo Jared Kushner, de acuerdo al diario israelí Haaretz. Otras viviendas serán edificadas en Ariel (900), Maale Adumin (90) o Givat Zeev (100), parte de una decena de “bloques de asentamientos”, urbanizaciones que Israel aspira a incorporar a su territorio tras un eventual acuerdo con las autoridades palestinas.
A esto se debe agregar que el Ayuntamiento de Jerusalén aprobó el pasado domingo la construcción de 566 viviendas en la parte este de la ciudad. “Las reglas del juego han cambiado con Trump a la presidencia”, ha señalado el vicealcalde de Jerusalén, Meir Turjeman, quien además ha dicho que se estudia la construcción a futuro de otras 11.000 casas.
