Duró 13 horas arriba
Ya no están disponibles. Pero las imágenes de mujeres con hot pants y labios rojos, haciendo movimientos de connotación sexual mientras repiten “Vota Peralta, que te daremos satidsfacción”, como un mantra, se viralizaron. Opinan Natalia Valdebenito, Carolina de la Carrera de Corporación Humana y Elena Dettoni de Ni Una Menos Chile.
La mayoría de las mujeres feministas a las que les llegó el video para comentarlo, tuvieron que tomar aire para poder responder. No sabían si reír o llorar. Menos podían creer que era en serio. Pero sí, lo era.
Se trata de la campaña a CORE por Arica del UDI Andrés Peralta, quien ya había hecho polémica el año 2013, con un jingle y video que emulaban la canción Pluma Pluma Gay. Esta vez trató de hacer algo similar con el tema electro pop Satisfaction de Benny Benassi. Pero sin pensar en las reacciones que generaría el 2017, con un mundo mucho más consciente y opinante, con redes sociales activas y críticas.
Es de un “machismo extremo. No puede un candidato promover una imagen sexualizada de las mujeres, vuelve a cosificar a las mujeres”, lanza Carolina de la Carrera, abogada de Corporación Humanas y reconocida feminista, tras ver la publicación en el Facebook del candidato.
La publicación comienza con la siguiente frase: «Ojalá que a las chicas les provoque una sonrisa y a los varones les produzca una…». Luego de eso, tras poner play aparecen las llamadas Satisfaction Girls, unas chicas vestidas con hot pants, petos y los labios bien rojos, que repiten una y otra vez la frase: «Vota, vota Peralta, que te daremos satisfacción». Reparten volantes agachándose provocativamente, taladrean en modo sexy, martillan mientras gimen y una de ellas escribe «Peralta» con un labial rojo en la espalda de su compañera, para después marcar un beso. Además aparece la ficha del candidato, con su edad y el dato de que calza 45.
De acuerdo lo expresado por Peralta -cuyo logo de campaña es una pera que imita a la manzana de Apple y su frase «Con licencia para fiscalizar», haciendo referencia a que el número asignado por el Servel fue el 117- el video y la canción fueron «regalos de unos amigos y amigas», lo mismo que dicen las Satisfaction Girls al final del video.
Pero no duró mucho arriba. A las trece horas de publicado el post, y cuando ya se había viralizado, dejó de estar disponible. Durante el tiempo en que se exhibió, acumuló más de 800 «me enoja», y ya ha sido calificada como «ofensiva», «grosera» y «misógina». Claro, que como ya se había viralizado, aquí está para que te puedas formar una opinión.
“Vemos con indignación como el candidato a CORE Andrés Peralta, en un video promocional de campaña, «devuelve» a las mujeres a un rol secundario, situándonos, como objeto de consumo y al placer de los hombres”, dice Elena Dettoni, una de las voceras del movimiento Ni Una Menos Chile.
“Mientras las mujeres nos organizamos para defender nuestro derecho a una vida libre de violencias, que en su expresión más extrema decanta en el asesinato de una de nosotras, porque el femicida la creyó de su propiedad, campañas como la de Andrés Peralta reproducen estereotipos de género, feminizando la servidumbre, instando a sus posibles electores, que el premio es el placer que «nos corresponde» entregar por el hecho de ser mujeres”, agrega.
“A mí me provoca conflicto ver mujeres dispuestas a eso”, dice de entrada Natalia Valdebenito. “Lo vi y pensé que era un chiste misógino más. Pero no, es política. Siento vergüenza ajena o vergüenza completa, no sé. Y pienso que es el fiel reflejo del pensamiento de la derecha sobre las mujeres, tal vez estéticamente se distancie de lo que puede parecer la derecha… pero claramente es como nos ven y como ellos se acercan a la gente”, reflexiona la comediante. Para finalizar con un chiste: «Con este candidato el aro de perla se les fue a la cresta. ¡Jajajajaja!».
“Ante el recrudecimiento de la violencia femicida, desde el movimiento feminista nos organizamos nuevamente para exigir una respuesta concreta del Gobierno. No basta con medidas punitivas, el cambio cultural es esencial. Las instituciones del estado están al debe con las mujeres, ¿cómo es posible que no existan sanciones legales a prácticas sexistas, reproductoras de misoginia? ¿Cuántas menos para que la vida de las mujeres sea de interés del Estado, sus instituciones y del conjunto de la sociedad?”, finaliza la vocera de Ni Una Menos.
