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La derrota de Varela: estrategia del Mineduc fracasa en el primer round con el movimiento estudiantil

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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Pasada las 11 de la mañana de este jueves se dio inicio al primer gallito entre los estudiantes y el ministro de Educación. Una prueba de fuego que marcaría la tensión para los próximos meses. A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno por capturar las demandas de gratuidad, el fin al lucro y recalcar que “no hay razones para marchar”, la “verborrea” del ministro Varela les jugó una mala pasada, y la jornada terminó con una multitudinaria marcha, además de un estudiante herido, tras ser atropellado por un vehículo de Carabineros.


Este jueves se vivió el primer round entre el gobierno de Sebastián Piñera y la calle, pero nada salió como esperaba La Moneda y especialmente el Ministerio de Educación, donde aspiraban a que el movimiento estudiantil tendría baja convocatoria y que la violencia en torno a la marcha, lograría enterrar las polémicas declaraciones del titular de dicha cartera, Gerardo Varela.  La demostración de fuerza fue evidente, aunque Carabineros estimó la participación en no mas de 30 mil personas, la Confech habló de 100 mil solo en Santiago y 250 mil a nivel nacional.

Miles de estudiantes y profesores salieron a la calle, y llenaron la Alameda entre Plaza Italia y Metro Los Héroes, demandando el fin del endeudamiento, del lucro y la necesidad de una educación no sexista. Todo esto, a pesar del despliegue comunicacional del gobierno y el Mineduc de centrar el discurso en que no habían razones para marchar, que la gratuidad “llegó para quedarse” y que el lucro estaba controlado en la nueva legislación.

Al comienzo de la semana, en el Mineduc las cosas estaban “tranquilas” y a pesar de las cuestionadas declaraciones del ministro sobre el lucro y sus hijos campeones, se mantuvo en pie la estrategia  diseñada previamente de dejar que los estudiantes se “desbandaran” en la marcha, lo que daría pie a que lo prevalecería a ojos de la opinión pública fuera la violencia y no la reactivación en las calles del movimiento estudiantil.

Dadas las salidas de libreto de Varela, se optó desde el miércoles por «fondearlo», evitar que siguiera exponiéndose mediáticamente, con agenda cerrada, como fue la cuenta pública de Conicyt, la que se realizó privadamente sin prensa.

En el diseño, las vocerías post marcha recaerían en el Ministerio del Interior y la Intendencia de Santiago, pero el atropello de un estudiante de la Universidad Arcis, por parte de un vehículo de Carabineros, cambió los planes y finalmente sólo la habló la intendenta, Karla Rubilar. Aseguró que el gobierno quedó con “una sensación de dulce y agraz”, cifró en 30 mil los asistentes a la marcha y destacó que “por primera vez, en mucho tiempo, se logró terminar la marcha, terminar el show y los discursos”.

Rubilar destacó que hubo “un porcentaje menor que no respetó el acuerdo” y enfatizó que hubo “focos de incidentes a lo largo de la marcha”, los que fueron “contenidos” por Carabineros “como había sido advertido en la mesa de trabajo”.

Estrategia para anular

La apuesta del gobierno quedó clara el lunes. El Presidente Piñera, junto con el ministro  Varela, anunciaron la ampliación de la gratuidad para Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales, hasta aseguraron -en boca del propio Mandatario- que la “gratuidad llegó para quedarse” y que el lucro había quedado totalmente eliminado de las universidades, tras reforma al Sistema de Educación Superior.

Una jugada rimbombante, que buscó hacer suyo el eslogan de la gratuidad, aunque la medida ampliara en menos de un 3% la gratuidad para el 2019.

Otro de los objetivos era desmarcarse del fallo del Tribunal Constitucional que dio el visto bueno para que los controladores de las universidades pudieran tener fines de lucro, pero el efecto de dicha apuesta duró poco, ya que al día  siguiente Varela señaló que la penalización del lucro era exagerado y que “se buscaba encarcelar a la gente por querer ganar plata”, lo que desató la indignación de los dirigentes estudiantiles.

El lapsus de sinceridad del ministro, calificada como “verborrea”, por los parlamentarios del Frente Amplio, no quedó allí. Ya que aseguró que no estaba de acuerdo con poner dispensadores de condones en los colegios, pero que sí le compraba preservativos a sus hijos, “son unos campeones, necesitan más de tres, parece”, agregó.

Declaraciones que lograron prender la mecha, tanto así que abrió fuego amigo, y el mismo senador Manuel José Ossandón aseguró que Varela es “el campeón del autogol”, una visión bastante compartida al interior del gobierno, tanto así que le llevaría la delantera entre los “ministros cacho” al jefe de la cartera de Salud, Emilio Santelices, aseguran desde Palacio.

Un día antes de la marcha salió el brazo estudiantil de la centro-derecha a intentar horadar la apuesta de la Confech. El secretario ejecutivo de la FECh y militante de la Centro Izquierda Universitaria (CDU) Juan Carlos Bustos, aseguró que no marcharía este jueves y que en Confech «toman decisiones a puertas cerradas, bajando a los estudiantes solo los temas que ellos eligen”. Además la federación de estudiantes dela Universidad del Desarrollo destacó públicamente el rechazo en la votación para apoyar la marcha y el paro de este jueves.

En paralelo una serie de colectivos estudiantiles y militantes de partidos de centro-derecha hicieron lo suyo. Las agrupaciones de la Universidad del Desarrollo, “Podemos Más” y Gremiales, junto con AVANZA (Finis Terrae), CREA (U. de los Andes), la CDU (U. de Chile), Crear (U. de Atacama) y Converge (U. Austral), llamaron a no movilizarse. Usando el argumento de que el actual gobierno ha respetado y profundizado en las demandas estudiantiles, de que la Confech es manipulada por las juventudes del PC y de partidos y movimientos del Frente Amplio, además de recalcar que esta marcha solo busca desestabilizar al gobierno “porque es de derecha”.

Una arremetida que buscó llegar al centro de la Confech, y que también tiene como objetivo ganar espacio al interior de la organización estudiantil, disputando el espacio social y quitarle el “monopolio del poder que tiene la izquierda en la Confech”, aseguran un militante de la CDU.

La revancha estudiantil

Las expectativas eran altas, pero “no exorbitantes” reconocen desde la Confech, donde pensaron que si alcanzaban a convocar a 60 mil personas “se daban por pagados”. Es que el bombardeo constante del Ejecutivo, la falta de visibilidad en la prensa y la constante desarticulación y tensión entre las juventudes de la Nueva Mayoría, colectivos del Frente Amplio y organizaciones que están más a la izquierda, en los últimos años en el Movimiento Estudiantil, hacían ver un tanto gris el panorama, que era más bien “incierto”, reconocen desde el movimiento secundario.

Pero el resultado fue otro. La Confech cifró en más de 100 mil a los manifestantes y la conclusión en el mundo estudiantil y en el Colegio de Profesores, fue una sola, “fue una multitudinaria marcha” que los deja en un muy buen pié para hacerle gallitos al gobierno.

“Vamos a seguir movilizándonos, porque razones tenemos muchas”, declaró el presidente de la Fech. Mientras que el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar apuntó directamente al ministro Varela, “no tiene ningún poder en la decisión sobre cuándo marchamos y cómo marchamos”, aseguró. Además destacó que “los profesores hemos reclamado educación sexual y no para formar campeones señor Varela, sino para que exista una educación sana, para que nuestro jóvenes tengan sexo seguro, no para formar campeones”.

Por otra parte, la vocera de la ACES, Amandaluna Ceas, dejó en claro que el actual movimiento no responde a las mismas lógicas de años anteriores. “El Movimiento Estudiantil de 2011 fracasó, porque llevó una demanda, una lucha que estaba en la calle al Congreso, pero nosotros no vamos a cometer los mismos errores, nostros somos nuevas manos empuñando nuevas banderas, no somos ilusos, y si estamos en la calle es porque sabemos que vamos a ganar”, destacó.

Durante las próximas semanas se está convocando a un paro reflexivo en el mundo secundario, el que se deberá enfrentar al bloque del proceso de desmunicipalización por parte del actual gobierno. Por otra parte desde la Confech y el mundo secundario esperan ahondar en temáticas como la educación no sexista, poniendo énfasis en la educación sexual, “un flanco débil para la centro-derecha”, reconocen los estudiantes.

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