Mención aparte recibe la caída de la Piocha de O’Higgins, el máximo ícono del poder que tiene el gobierno de Chile
Además de las antenitas con las que juró el diputado del Frente Amplio, Florcita Motuda, la diputada Joanna Pérez, de la Democracia Cristiana, también aportó su cuota de trastienda, llegó tarde al juramento inicial y fue obligada a jurar sola, frente a la directiva de la Cámara, antes de que se comunicara el nombre de la nueva presidenta de los diputados, Maya Fernández (PS).
Claramente todos están pendientes del sentir republicano de lo que significa un cambio de mando. Más aún el de este 2018, en el que nuevamente la Presidenta Michelle Bachelet entregó el gobierno a Sebastián Piñera, una vez más, uno de los principales miedos del bacheletismo se hizo realidad.
Más allá del protocolo, la extrema seguridad y el funcionamiento como reloj que debía tener esta maratónica jornada en Valparaíso, el día del cambio de mando también tuvo una serie de chascarros y “pastelazos” que marcaron la jornada.
Uno de los primeros hechos ocurrió en la Cámara de Diputados. Parte importante de los nuevos parlamentarios no cuentan con experiencia en protocolos, no tenían experiencia parlamentaria, ni tampoco habían vivido un cambio de mando antes.
Además de las antenitas con las que juró el diputado del Frente Amplio, Florcita Motuda, la diputada Joanna Pérez, de la Democracia Cristiana, también aportó su cuota de trastienda, llegó tarde al juramento inicial y fue obligada a jurar sola, frente a la directiva de la Cámara, antes de que se comunicara el nombre de la nueva presidenta de los diputados, Maya Fernández (PS).
Otro “bochorno” o pequeño traspié que se vivió en la primera sesión de la Cámara con 155 diputados, fue la caída del diputado UDI, Gastón von Mühlenbrock, justo antes de que se acercara a entregar su voto para la presidencia de la Cámara tropezó y cayó al suelo, un tropiezo que dejó boquiabierto hasta el diputado Gabriel Silber.
Pero la jornada también tuvo de activismo, los diputados del Frente Amplio, Diego Ibáñez (MA) y Claudia Mix (Poder), desplegaron distintos mensajes. Ibáñez dedicó un mensaje especial sobre el abuso y sobreexplotación de los recursos hídricos, mientras que la diputada Mix mostró un cartel que decía “fuera Macri” y se lo mostró al mandatario argentino frente a frente.
Un último chascarro fue la prohibición de la entrada a la ceremonia al “Negro Piñera”, hermano del presidente Sebastián Piñera. Lo que pasa es que el hermano del mandatario habría llegado tarde a la ceremonia, lo que fue descartado por el “Negro Piñera”, ya que él aseguró que “salió a tomar aire” y luego no lo dejaron entrar.
El broche de oro lo tuvo el cambio de mando mismo. El presidente del Senado, Carlos Montes (PS) era el encargado de dirigir la ceremonia, hacer retiro de la banda presidencial a Michelle Bachelet y entrega de ésta al Sebastián Piñera. Ya sea por premura del senador o nerviosismo del momento, se adelantó un paso el protocolo, y se le vio complicado a la hora de entregar la banda presidencial a Piñera.
Mención aparte recibe la caída de la Piocha de O’Higgins, el máximo ícono del poder que tiene el gobierno de Chile. Tras su avance por la alfombra roja de Cerro Castillo, el presidente Sebastián Piñera botó -sin ánimo de hacerlo- la piocha al suelo, un signo de “mal presagio” dicen el los pasillos del Congreso.
